Raúl Terrazas
26/07/16
IETAM, el gran balance
Lo que habrá que ver sobre el árbitro electoral de este año, será mucho, pese a que muy poco se ha dicho respecto al desempeño de consejeros y funcionarios electorales.
Cada quien jugó su rol y ante la carencia de críticas, deberíamos considerar que cumplieron entre el 90 y el cien por cien con los ciudadanos y el proceso.
El presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas, Jesús Hernández Anguiano, siempre dijo que la base del éxito estaba en cumplir a cabalidad con lo previsto en las Leyes Electorales, lo cual es lógico, el asunto es que entre diciembre del año pasado y los primeros meses del 2016, el panorama comenzaba a pintarse difícil.
La razón era que, algunos partidos políticos y candidatos enseñaron el cobre y dejaron ver que se colgarían del IETAM para lograr que el electorado voltease a verlos como opción para las urnas.
Incluso, hasta apareció en escena la abogada Talía Vázquez Alatorre que llegó del centro del país para apoyar al candidato independiente, Francisco Chavira Martínez, sin embargo, con el paso de las semanas salieron peleados, porque ella lo acusó de venderse a sus adversarios, en concreto al PAN, desde mucho antes que el nuevoladerense declinara a favor del ahora gobernador electo, Francisco García.
Por esa situación se vivieron situaciones muy incómodas para consejeros y funcionarios del Instituto Electoral de la entidad, entre ellos la abogada Tania Contreras López y el abogado Juan Esparza Ortiz, secretario Ejecutivo del instituto.
Además de los independientes y la abogada Vázquez Alatorre, en algún momento gente de partidos como el Movimiento Ciudadano, Acción Nacional y el PRD hicieron ver que las autoridades electorales trabajan muy despacio y que no daban el ancho, lo que, para fortuna del proceso no fue así.
Obvio, el clima de tranquilidad que vivimos después de las elecciones se debe en gran parte a que los priístas fueron buenos perdedores, excepto por unas cuatro posiciones que reclaman a través de la Ley de Medios de Impugnación, que establece los derechos de partidos y candidatos para reclamar aquellos actos que identifiquen como violatorios a sus derechos.
Frente a esta realidad, cualquier cosa que se diga, queda en calidad de supuestos, como quiera vale la pena pensar en el escenario post electoral si el triunfo no hubiese favorecido al partido que maneja César Verástegui Ostos.
Segurito, estuviéramos enfrascados en grandes pleitos por el litigio de triunfos en los tribunales electorales y tanto consejeros y consejeras, funcionarios y funcionarias del IETAM estarían en medio de duros cuestionamientos porque no hicieron su chamba.
Los recursos de impugnación pendientes, pasaron del Tribunal Electoral del Poder Judicial de Tamaulipas a la Sala Regional del Tribunal Federal, ubicada en la ciudad de Monterrey, Nuevo León y de acuerdo con la ley tiene de plazo hasta poco después del 20 agosto para dictar sentencia sobre los actos reclamados.
La mejor calificación que pueden tener los consejeros y funcionarios del IETAM, es el alto grado de credibilidad que la ciudadanía tiene de las elecciones y sus resultados, aunque no estaría de más que personajes como los que fueron candidatos independientes que trataron de descalificar al instituto, solo porque se apegaron a la ley para dar su veredicto sobre los registros de sus candidaturas, en el entendido de que ello implicaba revisar las firmas presentadas por cada uno.
Parecía que el proceso electoral de Tamaulipas entraría en una etapa crítica, lo que, por fortuna no sucedió, ya que la paciencia que tuvieron los funcionarios electorales y los consejeros superó la actitud avasalladora de los independientes que llegaron a decir que había línea en su contra, sin aclarar jamás de donde era la línea a la que se referían.
Solo esperemos que la gente del IETAM tenga con la buena calificación alcanzada merced de la credibilidad en las elecciones, porque nos resulta difícil pensar que los líderes de los partidos políticos vayan a tomarse la molestia de reconocer en trabajo de las consejeras y los consejeros, las funcionarias y los funcionarios del IETAM, como tampoco lo harán quienes salieron victoriosos en las votaciones, porque en algún momento exteriorizaron dudas respecto a que el proceso fuera limpio.
Es posible que en sus discursos el Gobernador Egidio Torre Cantú y el gobernador electo, Francisco García, toquen el tema cuando hablen en el VI Informe de Gobierno y el evento de toma de posesión, de manera respectiva.
El Gobernador dirá que el trabajo realizado por el IETAM permitió que Tamaulipas tuviese un proceso electoral de altura y que la democracia se ejerciera desde una perspectiva ciudadana.
En tanto, el gobernador electo, podrá comentar que la organización de las elecciones fue responsabilidad de personas apegadas a la ley y que, las condiciones que se vivieron en la entidad y la competencia política entre los partidos permitieron resultados alentadores para la democracia y la alternancia que se vivirá a partir de octubre venidero.
El consejero presidente, Jesús Hernández Anguiano, ha dialogado mucho al interior del IETAM con sus colaboradores y la verdad de las cosas es que no necesitan el reconocimiento de nadie, porque hicieron la chamba como les tocó, se la jugaron contra el tiempo y contra las grandes dudas que sembraban candidatos y dirigentes de partidos minoritarios, que se sentían en desventaja con los partidos grandes.
Cuando se cierre el proceso electoral, dentro de unas semanas, ya que se hayan resuelto las impugnaciones que están vivas en la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, será el momento propicio para un gran balance del proceso electoral con todos sus detalles, para que los ciudadanos, más que dirigentes de partidos y los que fueron candidatos y ganaron, así como, los que perdieron, sepan que se trabajó con profesionalismo, que se sudó la camiseta y que, a pesar de los reclamos e intimidaciones, lo elemental fue cumplir con la Constitución Política de Tamaulipas, la Ley Electoral del Estado y llevar a buen término cada acuerdo establecido para que el proceso se cumpliera al cien por cien.