Gaceta

Raúl Terrazas Barraza

08/05/2016

Vive Tamaulipas proceso electoral único

Por donde quiera que se vea, las campañas proselitistas tanto de candidatos a la sucesión gubernamental como al resto de los cargos que están en disputa, tienen tintes diferentes a las de procesos anteriores.
Se pueden mencionar varios y comenzar por una situación que a nuestro juicio es un tanto extraña, pero que, evoca pobreza partidista en la mayoría de los casos, nos referimos a la transferencia de militantes de un partido a otro o de un candidato con otro.
Pobreza partidista por la sencilla razón de que los recién llegados reciben mucho apapacho, en especial si es el caso de organizaciones sociales o sindicales que deciden dejar el partido en el que crecieron como tales y en el cual tuvieron oportunidades políticas. El asunto es que, en los partidos a los que ingresan además de enfundarse en otro color de camiseta, tienen que entrarle a la chamba con la estructura que traen y sólo informar de lo que hacen y de lo que aportan, en ningún momento llegan a sumarse a grupos bien organizados.
El caso más claro de este asunto es el de los empleados federales de una dependencia y que siguen a Adolfo Sierra Medina, quien fue derrotado en las elecciones internas de su sindicato, situación que le llevó a dejar el PRI para enlistarse en el PAN.
Da la impresión de que la dirigencia del PAN tiene la puerta abierta para dejar entrar a personas con cualquier tipo de ideología, por considerar que es una estrategia que les sirve para dar golpes de sensacionalismo tanto en la campaña proselitista como en los medios de comunicación, sin embargo, habría que pensar mucho en la actitud de descontento que se genera en los panistas tradicionales, el hecho de que priístas, perredistas, del movimiento ciudadano y hasta del Partido Nueva Alianza, por aquello de que hay maestros que andan por la libre.
El caso de los perredistas se dio en la frontera chica de la entidad, donde tres personas abandonaron sus quehaceres en el partido que dirige Alberto Sánchez Neri, para sumarse a los proyectos que trae el PAN que tiene a su cargo César Verástegui Ostos, según esto porque comulgan con los ideales del candidato a la sucesión gubernamental.
Otro punto relevante sobre los tientes del proceso electoral que vivimos, es que, se rige por una nueva Legislación estatal producto de la Reforma Política que se dio a nivel nacional en el 2014 y en lo local en el 2015. Obvio, aunque a muy pocos les llama la atención saber el alcance de las Leyes que rigen el proceso, la verdad es que, asuntos como las candidaturas independientes, la comprobación más rigurosa de los recursos que son entregados por el IETAM, los efectos de la inseguridad que padecemos desde el 2010, cuando las cosas se pudieron difícil y los tamaulipecos debieron de superar el dolor social y político que causó el asesinato del doctor Rodolfo Torre Cantú, en aquel tiempo candidato a la gubernatura de la entidad.
Son infinidad de cosas las que hacen diferente al proceso electoral de este año, vamos, hasta nos topamos con que un candidato debió de hacer campaña proselitista desde un hospital, a donde fue internado debido a una infección postoperatoria, nos referimos al doctor Xicoténcatl González Uresti, quien anunció por redes sociales que este lunes reinicia su campaña en territorio para invitar a los victorenses a que voten por él para la presidencia municipal.
El proceso tiene lo suyo, porque nos encontramos con candidatos repetidores, pero, en partido diferente, caso concreto el de Gustavo Cárdenas Gutiérrez, que ahora anda por el Partido Movimiento Ciudadano y las veces anteriores que quiso ser gobernador, era candidato del PAN.
Es de los pocos procesos donde el candidato a gobernador apoya con gente, recursos materiales y pasión a una candidata a alcaldesa, la de esta capital Mónica Dávila Gómez, desde luego, hablamos del mismo Cárdenas Gutiérrez.
Los del PRD de la frontera chica que se fueron son el ex dirigente del comité municipal de Miguel Alemán, Lucio Chávez Salazar, la ex candidata a la alcaldía de Camargo, María Angélica Arévalo Medellín y el que pretendía la presidencia municipal de Miguel Alemán, Roberto Carlos Chávez Salazar, en cuya planilla iba su hermano Lucio, en calidad de segundo síndico.
El asunto es que, la dimisión de ella como candidata se dio bajo el supuesto de riesgos a su integridad personal y se cambia al PAN.

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