Gaceta

Raúl Terrazas

10/03/16

Sucesión municipal interna

En el Ayuntamiento de Victoria, las cosas comenzaron a componerse respecto a la sustitución de miembros del cabildo, ya que, tras la licencia que pidió el licenciado Alejandro Etienne Llano para buscar la postulación del PRI a la sucesión gubernamental, su lugar fue ocupado por el primer síndico, Fernando Méndez Cantú, debido a que el alcalde suplente Daniel Durán Perales no le quiso entrar.
Luego, debido a la chamba que tenía como responsable de la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI, el otro síndico, Jaime Amaro Castillo, debió de pedir permiso sin goce de sueldo para cumplir la encomienda que le dio la dirigencia estatal del PRI que tiene a su cargo el licenciado Rafael González Benavides.
El asunto es que, apenas este miércoles el Congreso del Estado dio luz verde a la terna que fue enviada desde la Presidencia Municipal para ocupar la posición que tenía el actual alcalde, en virtud de que, su suplente, Jesús Gerardo Delgado Rivas, no quiso entrarle a la chamba por ser funcionario en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, trabajo al que no renunciaría para ir a cobrar como miembro del Ayuntamiento de aquí a la última quincena de septiembre.
La terna que presentaron estuvo formada por el primer regidor y contador, Eugenio Benavides Benavides, de quien se había especulado que se convertiría en alcalde tras la salida de Etienne Llano, pero, no fue así, porque prefirieron a Méndez Cantú. Las otras dos personas fueron Adalberto Guevara Montemayor, quien es suplente de Amaro Castillo en la segunda sindicatura y la Ana Libia Rojas Zúñiga quien se desempeñaba como contralora municipal.
Con la aprobación del Congreso del Estado para que Benavides Benavides se mueva de su posición, tendrán que llamar al suplente de la primera regiduría para que se presente a trabajar a partir de la semana que viene, se trata de Iván Alejandro Martínez Acosta.
Desde luego, una vez que el contador Amaro Castillo esté de nuevo en su chamba, todo volverá a la normalidad, excepto porque se extraña al licenciado Alejandro Etienne Llano, de quien se asegura será diputado local en la Legislatura que viene, porque el PRI lo habrá de incluir en el primer lugar de la lista de candidatos plurinominales, lo que quiere decir que al ganar el tricolor los 22 Distritos, habrá un espacio para un plurinominal.
En la segunda quincena del mes de febrero pasado vimos lo que nunca había pasado, por unos días el Ayuntamiento se quedó sin síndicos, porque los dos se ocuparon en otro tipo de chambas.
Desde luego, lo que imperó fue la lógica en la sucesión interna del Ayuntamiento victorense, porque, si el alcalde suplente, Daniel Durán Perales no quiso entrarle a la chamba, se optó por el primer síndico, Fernando Méndez Cantú para alcalde y como su suplente no quiso ser síndico, se echó mano del primer regidor, Eugenio Benavides Benavides, a quien sustituirá en el cargo su suplente, Martínez Acosta.
Respecto a funcionarios del Ayuntamiento de Victoria, se habla de que, al menos una media docena de ellos podrían irse a trabajar en las campañas proselitistas que iniciarán a partir del mes de abril en toda la entidad.

Los otros
Después de la escandalera que protagonizaron algunos de los precandidatos independientes a cargos de elección popular mal aconsejados por profesionales del derechos que, venidos de otras tierras tratan de desestabilizar el proceso electoral de Tamaulipas con la idea de hacerse necesarios para, disque, defender de los agravios de los consejeros y funcionarios del IETA, a los inocentes que buscan ser candidatos independientes.
Y es que, para eso de la entrega de las cartas que los acrediten como candidatos, los aspirantes independientes tienen que esperar la resolución de las autoridades electorales, en el entendido de que las cosas no se han a la ligera ni a gusto de nadie, sino en apego a la Ley Electoral del Estado.
Después de la vergonzosa incursión de los independientes encabezados por el ex perredista Francisco Chavira Martínez que quiere ser candidato a la sucesión gubernamental, las cosas volvieron a su nivel y nada se ha trastocado, al contrario, consejeros y funcionarios del Instituto actúan con gran responsabilidad para evitar que en el escenario electoral haya elementos que empañen el proceso.
Quizá algo positivo de los precandidatos independientes hacia la autoridad, que eviten meter en sus asuntos a gente que, llegada del sur y centro del país, andan en busca de clientes para sacarles parte de los recursos que se les entregan como prerrogativas para que hagan su trabajo político electoral.
Chavira Martínez ya sabe quienes son las malas consejeras y deberá de evitarlas, porque si quiere que las firmas logradas para la obtención de la candidatura independiente se conviertan en votos el día de la elección, lo que debe de hacer es ir hacia la gente acompañado de personas positivas y con propuestas de esa misma naturaleza.
Hay cosas muy extrañas que suceden en el PRI en las que las mayorías no están de acuerdo. Dos ejemplo recientes de ello, son los nombramientos de dos perdedores de elecciones, en cargos cruciales para el desarrollo de las actividades políticas tricolores de aquí al día de la elección.
Hablamos de Salvador Treviño Garza, que hará las veces de delegado del PRI en Reynosa, como si no fuera suficiente para los priístas de allá que estuviese por un tiempo el anterior delegado.
El otro caso es el de Everardo Villarreal Salinas a la Secretaría de Organización en la que despachaba hasta hace unas semanas el contador Óscar Almaraz Smer, quien dejó ese cargo para aceptar la candidatura de su partido a la presidencia municipal de Victoria.
Con la llegada del reynosense al comité estatal del PRI, es seguro que aparezcan intentos de descalificación de las acciones o bien a la forma con que el abogado González Benavides, hace su chamba. Obvio, hay que tener presente que primero es la descalificación y después el desplazamiento, por aquello de que, la ambición política de unos va más allá de la capacidad de operación para ganar elecciones.
Ahora bien, si nombrar a Villarreal Salinas en una cartera del PRI estatal tiene que ver con sacarlo de Reynosa para que no eche malas en contra del candidato a la presidencia municipal, quizá haya sido necesario, sin dejar de lado el hecho de que el nuevo delegado de tricolor fuese víctima de la descalificación política.

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