Raúl Terrazas Barraza
29/11/2015
Etapas para construcción de candidaturas
Habrá quienes consideren las preferencias de los ciudadanos con un antes y un después de los foros realizados por el PRI para enriquecer las propuestas que sirven de base en la elaboración la Plataforma Política con la que se guiarán en el proceso venidero.
La verdad de las cosas es que, hasta donde cada uno de los aspirantes ha llegado tiene que ver más con el tiempo que con los foros, en el entendido de que fueron un escenario de valor para el proyecto que cada uno de los prospectos tiene.
Analizar las cosas en el tiempo, podría llevarnos a considerar etapas en las que unos tuvieron mejores oportunidades que otros y, vaya que varios de ellos lo aprovecharon de manera adecuada, incluso, esperan que lo realizado con anterioridad les alcance para el cierre.
Obvio, vivimos en una época en donde la información es fugaz, es decir, se generó, interpretó e impactó, para luego desaparecer.
Ya no es como antes, cuando algún aspirante aparecía en fotos con dirigentes nacionales del PRI o el Presidente de la República que era emanado de ese partido, el tamaño de la expectativa que se creaba alcanzaba casi hasta la hora de la designación del candidato.
Quizá el ejemplo más claro de ello lo tenemos en la llegada de don Enrique Cárdenas González a la candidatura, porque la forma en que la trabajó fue lineal, de tal manea que, logró cerrar flancos para evitar que alguien se le adelantara y perdiera la oportunidad de ser el Gobernador de los tamaulipecos.
En aquel entonces el presidente Luis Echeverría estaba convencido del hombre que creó la Revolución Verde en la entidad bajo el lema de que sólo los caminos quedasen sin sembrar, su paso por la Subsecretaría de Hacienda y la buena relación que tuvo con los manejadores del PRI en aquel entonces le permitieron caminar con seguridad a la nominación. Lo que se hacía no era fugaz, perduraba y alcanzaba para mucho.
Los aspirantes de ahora tienen como reto mantenerse actuantes en la escena política, para que militantes y simpatizantes del PRI les vean. Una semana fuera de cámaras, grabadoras o libretas, es de gran riesgo, porque hasta pueden quedar fuera de la jugada.
La conclusión de los foros del PRI realizados para obtener propuestas que hagan más sólida la Plataforma Política, cierra una etapa en el proselitismo personal definido por algunos como actividades normales y no eventos premeditados previos a la precampaña, esta última sí considerada en la legislación electoral de la entidad.
Quizá hay dos cosas que se quedan en el escenario político sin poder juntarse, la intención de los aspirantes para mantenerse en las preferencias de los ciudadanos y la revelación de estos últimos de los nombres que consideren como los mejores para ocupar los puestos a disputar en las urnas el primer domingo de junio próximo.
Existen en el calendario del año fechas relevantes que no pueden pasarse por alto, si de política se trata, las posadas, la Navidad y el Año Nuevo.
Los que miran la sucesión gubernamental como su objetivo, ya diseñaron una estrategia a seguir, porque la temporada de ofertas que promueve el sector comercial, no debe de sacarles de la jugada, situación que va para los aspirantes de todos los partidos políticos, la diferencia está en el marco que cada uno tiene para desenvolverse.
La explicación es sencilla, los que son alcaldes tienen la gran ventaja de estar muy en contacto con los grupos de sus comunidades y a lo mejor tender invitaciones de colegas suyos para dar rienda suelta a los festejos.
Los que son legisladores, tienen un abanico de posibilidades para ir a las bases, sin embargo, la bronca la tienen aquellos que no tienen de donde agarrarse para seguir de frente con su proyecto, lo que, en ningún momento quiere decir que están fuera de la jugada, puesto ya tuvieron sus momentos de gloria y en base a ellos pueden esperar con cierta tranquilidad que las cosas les favorezcan.
Dicen los que saben que la determinación de las candidaturas en el PRI y el PAN, será por allá en el mes de febrero, así que, la Navidad y Año Nuevo no serán tiempos para la definición política.
Son tiempos para la familia, para la conclusión de acciones relacionadas con la escuela, de dar el último estirón para que la chamba salga bien en todos los aspectos y que, si se trata de los hombres de empresa, que puedan alcanzar las metas trazadas para el año.
Por lógica simple, la construcción de las candidaturas tiene que darse en etapas y no se vale precipitarlas, porque quienes lo hagan, puedan caer de la gracia de los electores y en lugar de ganar puntos en preferencias, resulta que andan más fuera de la jugada de lo que pensaban.
Por la movilidad que ha tenido en los últimos meses y el hecho de que se haya empleado a fondo para que su nombre resuene en la grilla, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, diputado Ramiro Ramos Salinas, logró ampliar su perspectiva, es decir, pasó de ser el lógico para la candidatura a la presidencia municipal de Nuevo Laredo, su tierra, a formar aparecer en la lista de los que traen proyecto para la sucesión gubernamental.
Llegó hasta el comité nacional del PRI, en el cual tiene una cartera y es bien identificado por Manlio Beltrones Rivera, el dirigente de ese partido, quien sabe ya que, además del licenciado Óscar Luebbert Gutiérrez, ex alcalde de Reynosa y ex legislador, hay más políticos que se la juegan limpio en busca de la nominación tricolor.
Así como el nuevoladerense trae lo suyo, las perspectivas de los otros no están terminadas, ni tampoco están casi en la orilla del proceso interno de su partido, la chamba debe ser diaria y de más de 12 horas, única manera de escalar posiciones en las preferencias de los ciudadanos.
Las reflexiones de las personas en todos los sectores de la sociedad, son acuciosas y nada escapa de la gente, por tanto es necesario dejar asentado aquí que la etapa en que los que aspiran a una nominación llegaron a la etapa en la que pueden perder puntos de los ganados con su talacha proselitista, que se parece a campaña, pero que, no lo es.
Y desde luego, la recomendación de los que saben de marketing político y de relaciones con la sociedad, pueden hasta considerar que las agendas sean menos intensas, para que así, los momentos de reflexión de las personas les mantengan en la jugada y eviten la descalificación.