Gaceta

Raúl Terrazas

19/11/15

Coaliciones políticas diluyen el voto

Aunque todavía faltan varias semanas en el calendario electoral de la entidad para que se cumpla la fecha en que se cierra el registro de las coaliciones ente los partidos políticos con miras a las votaciones del año venidero, las charlas entre los dirigentes se supone están al orden del día.
El tiempo es el tiempo y ese nadie lo detiene, por tanto, día que pase es día perdido en esta materia, la cual, está prevista en la Ley Electoral de la entidad.
Es el Título Quinto relativo a los Frentes, Coaliciones, candidaturas comunes y Fusiones, en el que se marcan los requisitos para que pueda usarse esa alternativa, es así como el Artículo 89 del Capítulo Único dice que los partidos políticos tienen que observar además las obligaciones que les fija la Ley de Partidos, sobre todo el Artículo 85 párrafo Quinto, en el cual se hace alusión a las candidaturas comunes.
Y es que hay cosas que deben tenerse muy en cuenta, como el hecho de que los votos que se hubiese marcado más de una opción de los partidos coaligados, serán considerados como válidos para el candidato postulado y contarán como un solo voto y se tomarán en cuenta para el reparto de las posiciones plurinominales.
Para que la coalición pueda ser considerada por el Consejo General Electoral, será indispensable, según lo considera el primer párrafo del Artículo 89, que se suscriba un convenio por los representantes y dirigentes y registrarla ante el IETAM antes del 10 de enero del año de la elección.
El siguiente párrafo habla de que, en caso de participar en candidaturas comunes en la elección de integrantes de Ayuntamientos y Diputados Locales, no se podrá hacer en más del 33 por ciento de los municipios o distritos.
Respecto al convenio para las candidaturas comunes, considera varios elementos, como el nombre de los partidos que la conforman y el tipo de elección de que se trata, el emblema común de los partidos y colores con los que participa.
Debe estar definida de manera muy clara la forma en que se acreditarán los votos a cada partido político que postula a los candidatos comunes, ellos para efectos de la conservación del registro y para la otorgar el financiamiento público que corresponda.
Al mismo tiempo deben de contener las aportaciones en porcentajes de cada uno de los partidos para gastos de la campaña y bien detallada la forma en que contratarán medios de comunicación diferentes a la radio y televisión a efecto de difundir sus mensajes, ya que, la Ley señala los límites en los que debe hacerse, porque esto se liga en forma directa a los topes de gastos de campaña.
De acuerdo a la información que manejan las dirigencias nacionales de los partidos políticos, en las elecciones locales que se llevan a cabo en el país, existen posibilidades de coaliciones extrañas o mejor dicho que en otros tiempos eran impensables, como la del PAN con el PRD o el PRD con el PAN.
Ambas instituciones eran como el agua y el aceite, que no se juntan para nada, sin embargo, en algunas entidades se unieron en contra del PRI para tratar de sacar al tricolor de la jugada, sabedores de que solo jamás lo lograrán.
De acuerdo a una investigación electoral las probabilidades altas de alianza en las entidades con proceso locales, están para Aguascalientes, Chihuahua, Colima, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.
En tanto que, las probabilidades bajas se dan para los estados de Zacatecas, Tlaxcala y Quintana Roo, ya que, los partidos están muy definidos.
En cuanto a la probabilidad alta, toman en cuenta varios supuestos, si el PAN y el PRD están muy por debajo del PRI, el PAN puede aliarse con el PRD y un caso similar si el PRD está por encima del PAN, aceptaría la coalición.
El supuesto para que no haya alianza, tiene que con que el PRI esté por encima del PAN y del PRD, pero, la competencia entre éstos, sea pareja, lo que quiere decir que allí jugarían cada uno con su gallo, porque creen que pueden derrotar al candidato tricolor
Tampoco es factible la alianza en aquellas entidades en las que el PRI lleva mano y el PAN y PRD está, en disputa, pero, en condiciones inferiores de ganar, allí cada uno iría solo, porque juntos no podrán derrotar al PRI y les conviene más quedarse cada quien con sus votos.
Bajo esta perspectiva, las cosas se antojan sencillas, sin embargo, no lo son, ya que, en el caso del PRD, a juzgar por el comportamiento del Diputado plurinominal de Nuevo Laredo, trae una prisa enorme por ganchar a los panistas y hacerlos sus aliados con la única divisa política que tiene a la mano, el alcalde de aquella ciudad, Carlos Cantú Villarreal, competidos en la nominación del Senador reynosense, Francisco García Cabeza de Vaca.
El fin de las coaliciones es fortalecer candidaturas con varios membretes de partidos, sin embargo, no es algo que en el terreno del sufragio funcione en forma adecuada, ya que, los ciudadanos además de que se confunden creen que cuando los partidos tienen que llegar a ese extremo, quedan en el terreno de las debilidades.
Dicho de otra manera, me junto con otro porque estoy débil y si yo no puedo vencer al que lleva la delantera, con la alianza se les puede dar un susto a los candidato que se creen con el triunfo en la bolsa.
Es entonces que, las coaliciones fortalecen candidatos, pero debilitan partidos y lo que es más denigrante, son usadas por los partidos minoritarios, como las izquierdas para alcanzar una tablita salvadora que les procure posiciones plurinominales tanto en las Legislaturas locales como en los Ayuntamientos que se someten al juicio ciudadano de las urnas.
Las coaliciones que se dan por hecho como estrategia para los fines ya descritos, son la del PRI con el Partido Verde Ecologista de México y casi seguro con el Partido Nueva Alianza, el de los maestros que siempre que se acerca al PRI sale con diputaciones, sindicaturas o regidurías en la bolsa.
La coalición de las izquierdas es cada vez más difícil, ya que, el PRD trae la lumbre en los aparejos con el Partido de Andrés López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional y la verdad es que ya no le interesa relacionarse ni con el Partido del Trabajo que perdió el registro nacional y mucho menos con Movimiento Ciudadano, porque el partido de Dante Delgado, es ahora otro competidor del perredismo.
Pensar que las estimaciones de los analistas respecto a la probabilidad alta que hay en Tamaulipas de una coalición entre la izquierda y la derecha, se hagan realidad sueña lejano, pero, ya no imposible.

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