Raúl Terrazas
14/11/15
Profeco, el aliado del “»Buen Fin»”
En todos lados se habla del “»Buen Fin»” que ya está aquí. Unos lo hacen en sentido positivo, al estar convencidos de que es una opción real de beneficio a la economía familiar y otros más creen que se trata de una estrategia engañosa.
El asunto es que, el Consejo Coordinador Empresarial de México, buscó la manera de crear algo parecido a lo que sucede en los Estados Unidos, con eso de las ofertas por el Día de Acción de Gracias, con la idea de que las personas tuviesen una oportunidad de ahorro en las compras que anteceden al fin de año.
Sobre la base de lo anterior, la estrategia del CCE funcionó y el “»Buen Fin»” llegó para quedarse, al grado que los responsables de organizarlo, tienen muy medido el impacto, por tanto esperan que las ventas a pago presente y pago futuro sean superiores al cinco por ciento, en comparación a las del año anterior.
Por Tamaulipas participan más de dos mil 500 empresas, que además de descuentos otorgarán facilidades de pagos en todos los productos que incluyeron en el catálogo de este período.
Se supone que muchos trabajadores o la ciudadanía toda, se preparó para el «Buen Fin» con algún guardadito y destinarlo a aprovechar los buenos precios que establezcan las empresas comerciales.
Según los datos de la Secretaría de Economía, en lo que más se invierte en el «Buen Fin» es en ropa y equipos requeridos para mejorar la calidad de vida en el hogar, tales como aparatos con tecnología de punta tanto personal, el hogar o los negocios.
Para que el impacto social del «Buen Fin» sea efectivo, siempre se maneja la alternativa de que los patrones de cualquier tipo de trabajadores, puedan adelantar el pago de una parte del aguinaldo o que generen prestaciones atractivas a fin de que los obrero y empleados puedan aprovechar las ofertas que tienen las empresas que manejan bienes y servicios con demanda debido a la temporalidad.
En el «Buen Fin», coindicen además de las empresas con sus ofertas y facilidades de pago, algunas instituciones que deben de encargarse de que todo vaya bien durante el desarrollo de la estrategia, nos referimos en especial a la Procuraduría Federal del Consumido, dependencia que está obligada a atenderé las quejas y denuncias que los consumidores planteen respecto a abusos o incumplimiento de las ofertas que tienen los establecimientos.
En la entidad, el doctor Felipe Garza Narváez, Delegado de la Profeco, hace compromisos con los ciudadanos de todas las regiones para estar vigilante en cuanto al respeto de precios, sin embargo, requiere de la participación de los compradores, para que, cuando lago no les parezca lo hagan saber de inmediato a la Profeco y que, a través de sus inspectores puedan intervenir para hacer las indagatorias necesarias a efecto de que las empresas cumplan con los consumidores en todos los sentidos.
Hay experiencias negativas tanto en la entidad como en el país, sobre incumplimiento de las ofertas y alteraciones de precios, como se demostró aquí cuando una persona compraría un aparato electrónico a precio de oferta y cuando pretendía pagarlo le salieron con el cuento de que la oferta ya no aplicaba.
Profeco intervino y la empresas debió de entregar el bien al comprado, porque se demostró que el compromiso de oferta estaba vigente y que la equivocación tenía que ver con una falla de organización interna.
Según la Secretaría de Economía que representa en la entidad, el licenciado Javier Villarreal Terán, el «Buen Fin» es la oportunidad para reactivar y detonar la economía comercial en todas las regiones de la entidad, ya que, se benefician los consumidores y las empresas obtienen dividendos que les permiten mejorar su condición como negocios.
Uno de los factores que permite a las empresas garantizar ingresos, es la disposición de los bancos del país para que los poseedores de tarjetas de crédito puedan hacer compras a meses sin intereses, o bien, que aquellas que manejan las ventas a plazos, se queden con un ingreso mensual que les permitirá salvar sus compromisos por un buen tiempo.
En el caso de las mueblerías, si mil personas compran en la entidad un refrigerador a 12 meses sin intereses, las empresas tendrán un ingreso constante por ello, estarían con el producto en bodega y sin la seguridad de un abono mensual seguro.
Una cosa más sobre Profeco, hay que considerar a la institución como el mejor aliado de los compradores durante el «Buen Fin», obvio, siempre y cuando denuncien el incumplimiento de las ofertas o promociones que haya en las tiendas que participan.
Dicen que hasta un vehículo se puede comprar en el «Buen Fin» a precios interesantes, aunque, la realidad de ello es que, solo negocian el enganche que las personas deben de hacer para la obtención del crédito bancario y que, una vez firmado, el cliente queda en manos del banco, no de la empresa que vendió el bien.
A partir de este viernes, el decir de todo el mundo es, Que tenga un «Buen Fin», en el entendido de que, son dos cosas las que van implícitas, disfrutar del asueto de la ocasión y que en lo posible aprovechen las oportunidades que las empresas participantes en la estrategia tienen a disposición de los consumidores de aquí al 16 de noviembre.
Como oportunidad política el «Buen Fin» no lo será, con todo y que haya aspirantes que busquen quedar bien con los ciudadanos, ya que, si llegan a topárselos en algún centro comercial o tienda de autoservicio, hasta podrían reclamarles que las situación del país no está para hacer de este período algo agradable para las familias, ya que, con lo que se gana, no se pueden comprar ni las mejores ofertas que los establecimientos generen.
Desde luego que esto tiene lógica, porque ninguno de los que trae proyecto político bajo el brazo habla del «Buen Fin», sabedores de que se exponen a reclamos de organizaciones sociales.
Diremos además que según las Cámaras empresariales del país, las ventas del «Buen Fin» del año pasado, representaron una derrama económica de caso 200 mil millones de pesos y que fueron 13 por ciento mayores que las del 2013, por tanto la estimación de las instituciones de que crezcan arriba del cinco por ciento, creemos que se queda corta y que, a pesar de la difícil situación económica de miles de familias, las venta podría superar a los 220 mil millones de pesos, es decir, cuando menos 10 por ciento más.