Raúl Terrazas
7/09/15
Presupuesto o batea de babas
Ahora que los diputados federales ya están sentados en sus curules y que pasó la efervescencia del III Informe de Gobierno del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de manera urgente deben estudiar la magnitud de sus responsabilidades.
Máxime si tomamos en cuenta que en opinión de los mexicanos ha crecido la idea de que sean contrapeso en las decisiones del Poder Ejecutivo en lugar de colaborar de manera abierta en cada planteamiento que se haga. Esto según el estudio de percepción ciudadana que realizó la empresa del tamaulipeco Francisco Abundis Luna.
En el 2002 cuando era presidente de la República Vicente Fox Quesada, se creía en un 55 por ciento que los diputados deberían respaldar al Poder Ejecutivo para sacar adelante las políticas públicas que se establecían a favor de los mexicanos, pero, un 35 por ciento pensaba que deberían ser el contrapeso de Los Pinos.
La tendencia durante ese sexenio siguió una línea paralela, en la que pudo leerse que en mayo del 2003, los que estaban a favor de la colaboración eran el 65 por ciento y los que no, eran el 26 por ciento. Luego en noviembre del 2004 se redujo de nuevo a un 55 que sí y un 26 que no.
Ya en el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, creció el porcentaje de los que creían que los legisladores deberían de colaborar con el Presidente, hasta un 80 por ciento en el 2006 los que creían que sí y un 20 por ciento los que no, sin embargo, al cierre del sexenio en mayo del 2012, los que estaban a favor quedaron en un 57 por ciento y los que no en un 33 por ciento, cantidades muy similares a las que se tuvieron al inicio del sexenio foxista.
La medición que se hizo respecto a la forma en que los diputados deben de conducirse para respaldar las acciones del Presidente Peña, comenzaron a revertirse, porque creció el porcentaje de los que creen que tienen que convertirse en un contrapeso del Poder Ejecutivo de tal forma que en diciembre del año pasado se alcanzó la cifra más alta, un 43 por ciento, contra apenas el 51 por ciento de los que dijeron que los diputados deben de cooperar con las decisiones presidenciales.
Según los datos que hizo públicos la empresa de Abundis Luna, para mediados de agosto pasado, casi hay un empate de opiniones en el análisis, porque el 44 por ciento de los ciudadanos dicen que los legisladores deben apoyar al Presidente y el 40 por ciento que su obligación es hacerla de contrapeso.
En esta que es la medición más reciente, hay que considerar que un 15 por ciento dijo no saber o no le interesó si los diputados federales apoyan o no las decisiones presidenciales en cuanto a planes, proyectos, políticas y posicionamientos.
Quizá lo que no está dicho respecto a lo anterior es que, por encima del Presidente Enrique Peña Nieto están los mexicanos y que, desde las Cámaras que conforman el Congreso de la Unión debe de analizarse demasiado bien lo que conviene al país para el presente, el futuro inmediato y el futuro a largo plazo, de ahí nuestra observación en el sentido de que, una vez sentados en sus curules, los diputados federales de todas las entidades del país tienen que dimensionar el tamaño de su responsabilidad y trabajar en consecuencia.
Si ya sabemos que entre esas grandes responsabilidades está la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, PEF, los de cada fracción política tienen que cargar para todos lados los documentos necesarios para armar juicios de valor y consultar con los expertos en planeación y presupuestación para defender lo que pueda interesar más a los mexicanos.
Lo más sencillo es que los legisladores de cada entidad se manejan bajo el esquema de la lógica responsable y además de traer en la mente la idea de mejorar las perspectivas presupuestales para sus entidades, mantengan la vista en el PEF, porque aquello de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público revolucionará el asunto de los presupuestos, al llevarlos al factor cero y de esa manera cortar recursos a los programas que no comprueben el impacto social requerido.
El asunto es que, a eso del presupuesto base cero, se le tiene que agregar la disminución drástica en los ingresos que tiene la Federación y los desagradables augurios que se tienen en la economía como consecuencia de los factores internacionales.
Respecto al presupuesto para Tamaulipas, lo acaba de decir en Matamoros el diputado de Río Bravo, Edgardo Melhem Salinas, defenderán que sea mejor, porque las necesidades no se reducen, lo que les obliga a estudiar muy bien la forma de plantear las cosas y evitar así que con el cuento del presupuesto base cero, los apantallen y los dejen fuera de la jugada.
Además, los ciudadanos saben muy bien que cada municipio de la entidad aporta impuestos federales en proporciones respetables y que, desde siempre la distribución de la bolsa que se genera en el país, se distribuye más, porque aquellos Estados que menos impuestos generan, son los más favorecidos con grandes presupuestos.
Por tanto, esta observación ciudadana, tienen que defenderla ante el equipo del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, porque ya son muchos años de becas para los que menos impuestos generan y olvido presupuestal para los que hacen que la bolsa hacendaria crezca.
Además, este funcionario fue diputado federal y presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, así que, tiene que responder con creces a los planteamientos que se realicen desde las bancadas legislativas de los Estados.
Quizá en lo que todos estamos de acuerdo es que, la definición del presupuesto de la crisis del 2015 vaya a quedar en una batea de babas solo porque se tuvieron consideraciones desde las curules para los planteamientos de Videgaray Caso, cuando en realidad, los nuevos legisladores tienen que armarse con cifras, datos, notas y resoluciones basadas en la gran expectativa que los ciudadanos tienen en ellos y las que han creado para los Gobiernos de los Estados.
Obvio, las bancadas de diputados federales no serán ni Supermanes ni súper héroes con capacidad para defender las verdaderas causas sociales del presupuesto, pero, deben de quedarse en la raya y demostrar que lo hicieron, sobre todo, porque el desarrollo de las ciudades no pueda quedarse como si al frente de la administración federal estuviese un militante de partidos de oposición.
Los otros
Enrique Cárdenas del Avellano cumplió años el cuatro de septiembre, fue harto felicitado. Este domingo hubo cabalgata en su honor y una comida que supo a suma de destapes, es decir, un destapón.