Raúl Terrazas
29/07/15
Inolvidables lecciones porfiristas
En ocasión de los 100 años de la muerte de Don Porfirio Díaz Mori, el diplomático y presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, señaló que durante el Gobierno del político y militar oaxaqueño dio a México tranquilidad institucional y crecimiento en todos los ordenes, porque era un gran conciliador.
De acuerdo a los datos manejados en la historia, el hombre que estuvo más de 30 años como Presidente de la República, fue un mexicano de armas y los relatos le hacen ver como un liberal que defendió las causas de la nación, lo cual se entiende a partir de que, Presidente Benito Juárez García siempre confió en él, incluso, hasta puso a su disposición más de 30 mil hombres con los que formó el Ejército de Oriente.
Para llegar a la Presidencia de México debió participar en más de tres elecciones y cuando lo logró, fue porque conciliaron los momentos políticos del país entre dos fuerzas de un mismo bando, ya que, Sebastián Lerdo de Tejada había dejado la Presidencia para huir tras el fin del al guerra civil y aunque el General Díaz se había erigido en Presidente Provisional, le salió al paso el titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José María Iglesias, quien alegó ser el sustituto constitucional de Lerdo de Tejada.
Muchas cosas sucedieron, pero, al final cuando él se quedó en la presidencia y negoció con el apoyo de Justo Benítez y la cercanía del General tamaulipeco Manuel González, la gubernatura de Michoacán para el Magistrado Iglesias, los grandes planes que tenía para el país tomarían forma.
Quizá lo que hay que poner en primer plano es que, el inicio de su Gobierno estuvo marcado por la influencia del positivismo, una teoría francesa creada por Augusto Comte y a partir de ella, se acogería la corriente que denominaron “paz porfiriana”, que estaba basada en el orden, la paz y el progreso y según Justo Sierra, uno de los colaboradores de Porfirio Díaz, el cumplimiento de esos postulados llevó a México a la cúspide del progreso.
En ocasión de los 100 años de la muerte de Díaz Mori que ocurrió en París, cuando estaba en el exilio, tras su derrocamiento por las fuerzas revolucionarias que comandó Francisco I. Madero bajo el lema de no a la reelección, el precursor de grandes obras para la patria, generó infinidad de opiniones, incluso, hasta se llegaron a realizar encuestas por empresas especializadas, para conocer la percepción que los mexicanos de ahora tienen del General Díaz Mori.
Los datos son en términos generales de rechazo, vamos, la gente piensa mal de él, quizá porque así nos enseñaron que fue.
Y es que, cuando se habla de él es el Dictador, el represor del México de instituciones que fue forjado por el Presidente Juárez García y desde luego quien impidió que gobiernos con nuevas ideas pudieran abonar al desarrollo de la nación, cuando en realidad, su trabajo había colocado a México en la senda del desarrollo, el progreso y los grandes proyectos culturales.
De acuerdo con al estudio de opinión que llevó a cabo la empresa de Roy Campos, el principal héroe reconocido por los mexicanos de ahora es Benito Juárez García, con casi 19 puntos, luego Miguel Hidalgo con 14 puntos, Francisco Villa con 7.3 puntos, Emiliano Zapata con seis y muy por debajo, con tres puntos el hombre de gran visión que falleció a los 85 años de edad en París y de muerte natural, porque fue un mexicano sano que superó las expectativas de vida de su época situadas en 30 años para México, 31 para España y el promedio más alto lo tenía Suecia con 50 años.
En la contraparte, cuando a los mexicanos de ahora les consultaron sobre los principales villanos de la historia, el primer lugar lo tiene Antonio López de Santa Anna, con casi 11 puntos, luego el General Díaz, Mori con 8.5, incluso por encima de Victoriano Huerta que tuvo 3.7 puntos. Otros dos villanos fueron Francisco Villa con 1.3 puntos y Hernán Cortés con un punto.
Lo que se percibe en la encuesta es que la visión que se tiene de Porfirio Díaz, como villano disminuye con la edad, entre otras cosas porque a más edad se puede adentra en el análisis de la historia y se conocen datos más allá del desgastante mote de dictador, esto es que, los mayores de 30 años que lo consideraron de manera espontánea como villanos fueron el nueve por ciento, pero, los menores de 30 años, fueron el seis por ciento.
Dictador Díaz para unos y mi general Don Porfirio para otros, son las visiones que mantienen en el centro de la polémica al Presidente que por 30 años tuvo México, período en el que se registraron grandes avances empresariales, educativos, de salud y desde luego sociales. Quizá no políticos, porque esto fue lo que llevó al derrocamiento del precursor de la teoría del positivismo, premisa bajo la que se movió para ganarse la confianza de los norteamericanos, con quienes había grandes pendientes financieros y los supo encarar, hasta lograr que aceptaran pago en abonos durante 15 años, de tal forma que ene l mensaje que dio a la nación el primero de abrió de 1893 anunció que la deuda mexicana con los gringos había sido liquidada.
Algo que llama interesante de la percepción que tienen los mexicanos de Don Porfirio Díaz según la encuesta de Campos, es que además de que más del 86 por ciento sabe de él, a la hora de las opiniones, es el que tiene el mejor porcentaje de regular, el 31.4 por ciento, aunque, cuando se habla de buena opinión le ganan Don Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Francisco I. Madero y Francisco Villa, pero, cuando se trata de mala opinión se queda en segundo lugar solo por debajo de López de Santa Anna.
Esa opinión regular en alto porcentaje es lo rescatable si pensamos en todo lo que hay de análisis en torno a la corriente generada él, nos referimos al porfiriato, que fue materia de estudio en un Coloquio que se llevó a cabo en Oaxaca, convocado por el Centro de Estudios del Porfiriato y la Universidad Autónoma Benito Juárez de aquella entidad sureña y que se convirtió en un gran debate.
Desde luego, la intención del Ayuntamiento de Oaxaca es solicitar la repatriación de los restos de “mi General don Porfirio”, como muchos se refieren a él, situación que generará apuntes negativos de aquellos que los consideran como “el dictador Díaz”. Solo esperemos que si esto se logra, no vaya a trastocar su pacífico descanso en París.
Un gobierno basado en la teoría del positivismo y a través del cual se privilegian acciones claves para el entendimiento como fueron el orden, la paz y el progreso, tenía que ser exitoso, pese a que la historia haya dado un tratamiento de villanía al Diputado Federal, Gobernador de Oaxaca, Presidente de México y pacifista de la nación.