“Fui compañero de aula del tirador”


18/02/2018-Nací en Monterrey, Nuevo León, en 1999. Hace dos años, por motivo del trabajo de mi padre, nos mudamos a Parkland, Florida, ciudad de 30 mil habitantes cerca de Miami. Tengo 18 años y estoy a dos meses de graduarme de sophomere year (preparatoria). Mi sueño es ser siquiatra algún día.
Desde que llegué de México me matriculé en la Marjory Stoneman Douglas High School y recién mi hermana Regina, de 16, entró a su noveno año de escuela. Nuestros edicios con salones están separados en el campus que alberga cerca de 3 mil estudiantes

Hace un año, Nikolas Cruz se sentaba al lado mío en el salón de clases. Él trabajaba en una tienda Dollar Store, al lado del cine que suelo ir con mi novia, Alejandra (Becerra). Lo veíamos tras la caja registradora y lo saludábamos. Se portaba amablemente y hasta nos decía: “¡Que se la pasen bien!, ¡Diviértanse!”

Tu veías a Nikolas y pensabas que era una persona callada incluso buena onda; pero si tenías una conversación con él, empezaba a hablar de armas, de temas de cacería, cuchillos, ejército… cosas así. Podría decir que era muy impulsivo, brusco, como bipolar. En la escuela le contestaba feo a las maestras. Llegó a arrojar piedras a las ventanas de los salones, incluso a romper cosas.

Cruz nunca te iba a hablar primero. Tu tenías que acercarte. Yo no sabía mucho de su vida. Su mamá había muerto recién de una pulmonía y su padre (adoptivo) hace tiempo. Creo que él estaba tratando salir de su propio hoyo y por eso seguía trabajando.

Cuando un día faltó Cruz a clases, el chisme que corría en el salón es que no le dejaban traer mochila porque un día la trajo con cuchillos. Así que lo veíamos siempre con sus folder, papel y lápiz.

La ultima vez que vi a Nikolas fue hace dos meses, cuando despues de que lo expulsaron de la escuela -asunto del que ya no me habia enterado— mi papá y yo lo saludamos en la Dollar Store. Él traía puesto un yeso sobre su brazo derecho, pero nunca nos dijo qué le había
pasado.

Mientras algunos veían muy débil a Nikolas, gente como yo decía que si algún día alguien podría balear la escuela, ese sería él.

Agencias

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