4/12/2018 – El gobierno francés anunció la suspensión durante seis meses del aumento del impuesto a los carburantes para intentar salir de la crisis provocada por las protestas de los «chalecos amarillos», que han derivado en violentos enfrentamientos. El primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció la congelación de los precios del gas, la electricidad y de los carburantes.
En una declaración televisada, Philippe consideró que «ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación», y adelantó que también se suspende el endurecimiento de la inspección técnica de vehículos, otra de las demandas originales del movimiento. «Esta cólera, que viene de lejos y durante mucho tiempo ha estado muda, hoy se expresa con fuerza y de forma colectiva.
Habría que estar sordo y ciego para no verla y escucharla», señaló el primer ministro, quien dijo que se abrirá un diálogo nacional para revisar por completo el sistema fiscal francés. El alza del impuesto a los combustibles, que debía entrar en vigor el 1 de enero, fue el detonante de las protestas de los llamados «chalecos amarillos», un movimiento atípico, que nació a mediados de noviembre en las redes sociales, sin líder ni estructura.
Para intentar apaciguar los ánimos, el gobierno anunció también la suspensión del alza de las tarifas del gas y de la electricidad durante el invierno. Pero estas medidas fueron rápidamente consideradas insuficientes para algunos miembros de los «chalecos amarillos», que han ampliado sus reivindicaciones.
Muchos exigen ahora un aumento del salario mínimo, una subida de las pensiones y la restauración de un impuesto al patrimonio de los más ricos, entre otros. «Los franceses no quieren migajas», dijo Benjamin Cauchy, una de las figuras de los «chalecos amarillos», aunque acogió positivamente lo que llamó un «primer paso». «No estamos para nada satisfechos. Sólo son anuncios para calmar la situación», abundó la encargada de comunicación de Yellow Friday Revolution, un grupo de «chalecos amarillos» de la región de Burdeos () que reivindica contar con seis mil miembros en Facebook.
«Una moratoria no es más que una suspensión. No está a la altura de las esperanzas y de la precariedad en la que viven los franceses», estimó por su parte la líder ultraderechista Marine Le Pen.
Agencias