3/06/2017 – La oleada de ataques terroristas que, en los últimos años, no dan tregua a Occidente (sobre todo al Viejo Continente) reafirma el refrán de “pagan justos por pecadores”. Los ciudadanos de países árabes cada vez enfrentan más trabas para pisar tierras occidentales.
En las últimas semanas el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, en entrevista con Fox News, aseguró que en la baraja está la carta de aprobar una regulación que impida llevar en el equipaje de mano tablets, laptops, celulares, videojuegos y demás aparatos electrónicos a la hora de viajar debido a una creciente amenaza a la aviación.
En marzo de este año la administración del presidente estadunidense, Donald Trump, implementó la primera parte de esta nueva medida que afecta a pasajeros procedentes de diez aeropuertos de ocho países de África y Oriente Medio: Jordania, Kuwait, Egipto, Turquía, Arabia Saudita, Marruecos, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
Kelly precisó que esta media se aplica a vuelos directos que entren o salgan de Estados Unidos. En total, unos 50 vuelos diarios de nueve aerolíneas se ven afectados (Royal Jordanian, EgyptAir, Turkish Airlines, Saudi Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways).
A su vez, la potencia norteamericana reculó esta semana y descartó aplicar el mismo castigo para los vuelos procedentes de Europa, aunque según Kelly, si “la inteligencia y el nivel de amenazas lo justifican”, la prohibición hacia el Viejo Continente podría caminar.
Hans-Ingo Biehl, gerente de la asociación de viajes de negocios alemana VDR, señaló a DPA que de ejecutarse en Europa, habría pérdidas de unos 160 millones de euros. “Haciendo un cálculo muy conservador estaríamos hablando de cerca de 720 mil vuelos de negocios anuales a Estados Unidos y de una pérdida de productividad de al menos 160 millones de euros”, indicó Biehl a la agencia alemana.
No obstante, Reino Unido, en la misma línea que Estados Unidos, aplicó la misma norma de seguridad para vuelos de seis países (Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudita) y Francia y Canadá también están considerando seguir el ejemplo de sus pares.
“Amenaza real”
“Consideramos que es lo que hay que hacer para garantizar la seguridad de los viajeros”, dijo un funcionario estadunidense a la cadena CNN.
El veto a los dispositivos mayores a un celular se debe a una amenaza de la rama de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), en concreto en Yemen. Al parecer, la cabeza del grupo terrorista, Ibrahim al-Asiri, entrenó a sus peones para atentar contra compañías aéreas, según indicó la misma fuente gubernamental.
Expertos en aviación, según publicó Bloomberg, indicaron que otro motivo que empujó a aplicar esta norma fue que los viajeros de negocios tomaran rutas alternativas para frenar la “expansión de las tres grandes compañías del Golfo” (Emirates, Etihad Airways y Qatar Airways).
“Hay una amenaza real (…). Es realmente la obsesión de los terroristas: abatir un avión en vuelo, particularmente un avión estadunidense, lleno de estadunidenses a bordo”, declaró Kelly a Fox.
Medida ineficaz
Javier Valencia Martínez, experto en seguridad, dijo a Excélsior que los objetivos de los terroristas son obligar al gobierno a cambiar su política presionando al público y manipulando a los medios de comunicación hasta que gradualmente se sometan a las demandas terroristas tras este bombardeo al condicionamiento sicológico. Por ello, “esta medida sería un claro ejemplo de ello”.
Para Martínez, la prohibición no reduce el riesgo de un ataque terrorista, pues cualquier atacante dispuesto a cometer una matanza podría volar desde otros aeropuertos distintos a los de la lista negra. “Sin ir más lejos, el propio Salman Abedi, el protagonista de los tristes sucesos de Manchester, podría haber viajado desde cualquier aeropuerto con su pasaporte sin levantar la menor sospecha”, lamentó.
El experto, recordó, de hecho, dos sucesos recientes que no pudieron evitar la tragedia aérea. En el primero, un artefacto introducido en una lata de refresco en un avión de la compañía rusa Metrojet causó la muerte de sus 224 ocupantes en octubre de 2015. Este atentado fue reivindicado por el Estado Islámico (EI).
En el segundo, una bomba presuntamente instalada en una computadora portátil detonó en un avión de pasajeros de la compañía somalí Daallo y provocó un agujero de un metro de diámetro en su fuselaje y la muerte del terrorista. El atentado fue reivindicado por Al Shabab, la rama de
Al-Qaeda en Somalia.
“Si nos fijamos en el objetivo de la medida, celulares, tablets, computadoras personales, consolas o videojuegos tienen como componente común una carcasa, por lo general de material plástico y circuitos acoplados en la misma. Eliminando estos elementos de las cabinas de pasajeros de los aviones no se elimina el riesgo de una ataque”, subrayó.
Agencias