Era del Acuario 2001 el joven asesinado

2/05/2016 – El cuerpo de un joven que fue victimado de un balazo en la cabeza y encontrado sin vida a espaldas de Plaza Laguneta, fue identificado como quien en vida respondiera al nombre de Miguel Ángel Chávez Iracheta, quien contaba con 27 años de edad y habitaba en la colonia Acuario 2001.

Fue su padre, quien ayer acudió ante las autoridades ministeriales para identificar el cuerpo como el de su hijo y solicitar la entrega de los restos mortales para darle cristiana sepultura.
Trascendió que Miguel Ángel fue reportado como desaparecido desde el viernes y sus familiares a través de las redes sociales subieron su fotografía solicitando que se les informara sobre su paradero.
Fue el sábado por la mañana, cuando unos particulares reportaron al 066 que a espaldas de Plaza Laguneta, en las calles Leyes de Reforma y Lázaro Cárdenas estaba el cuerpo de una persona tirada y con sangre en la cara, por lo que se envió al lugar a elementos de Protección Civil, los que confirmaron que el cuerpo ya no contaba con signos vitales.

Semefo
Personal de la agencia cuarta del Ministerio Público se hizo cargo del cuerpo y lo envió a las instalaciones del Servicio Médico Forense, a donde ingresó en calidad de desconocido.
Fue ayer por la mañana que el padre de Miguel Ángel, vio en la sección policiaca del periódico El Bravo, la fotografía de un joven sin vida y lo identificó plenamente y sin temor a equivocarse como el cuerpo de su hijo, reconociendo el tatuaje de unas alas con cabeza de una calavera que su hijo se había tatuado en el pecho.
Por lo anterior, acudió a solicitar la entrega del cuerpo ante las autoridades, trascendiendo que su hijo estaba desaparecido desde el viernes como a las 11:30 horas, que dijo que iba a ir a ver a su novia y ya no regresó.

El sábado
Fue hasta el sábado cuando lo encontraron sin vida y con un impacto de bala en la cabeza, por lo que las autoridades ministeriales iniciaron con las investigaciones para dar con el o los responsables de este nuevo crimen que se comete en la ciudad.

Jesús Torres Salas

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