PAN: 2019, el reto; PRI, la diáspora
11/07/2018 – No hay tiempo para tomar respiros.
2019 está a la vuelta de la esquina y hay que instrumentar, ya, la estrategia que le permita al Partido Acción Nacional mantener la mayoría en el Congreso del Estado; esa mayoría que le ha permitido al Ejecutivo estatal gobernar sin obstáculos ni sobresaltos.
Los números del 1 de julio no son del todo convincentes, pero en este proceso influyó mucho el “efecto AMLO”, algo similar a lo que generó el 2000 la campaña presidencial de VICENTE FOX, que favoreció a muchos candidatos panistas a puestos de elección federal.
Desde la perspectiva azul, eso mismo sucedió ahora con la candidatura de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien «remolcó» a la victoria a muchos candidatos que no tenían presencia, carrera ni perspectiva de triunfo, pero se treparon a la ola obradorista y remontaron números.
Un alto funcionario estatal ironiza esa suerte con el caso de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien, según su perspectiva, “ganó la elección sentado en la sala de su residencia”.
Ese analista matiza su percepción con una cita: “en plena campaña, lo vi haciendo ejercicio. ¿Qué andas haciendo aquí? -le pregunté- y AMÉRICO me respondió que estaba aprovechando un receso para hacer ejercicio. ¿¡Receso!?, ¿¡en plena campaña!?”.
“Pero -juzga- 2019 será diferente”.
Y concluye:
“No habrá efecto AMLO y MORENA se habrá desgastado en el ejercicio del poder, ¡porque el poder desgasta!”.
… “Y entonces veremos de a cómo nos toca”.
DIÁSPORA TRICOLOR
A ras de los escombros todavía humeantes del PRI, la perspectiva de futuro es desalentadora, pues los priístas perdieron su último bastión: la Presidencia de la República, en tanto que las representaciones que tendrán en el Congreso de la Unión serán, en su mayoría, de representación proporcional.
Huérfanos de poder, ¿quién se meterá la mano a la bolsa para inyectarle recursos al PRI, rumbo a la contienda de 2019?
¡Que alcen la mano los priístas interesados en las elecciones locales de 2019, donde se renovará el Congreso del Estado!
¿Le meterán un peso su partido para hacer campañas políticas decorosas en el 2019, no como las desabridas de 2018, que los condujeron a una derrota catastrófica?
Difícil.
¿Cómo se reanimará el PRI en Tamaulipas, si todavía se percibe «operando» a la estructura del ex gobernador EGIDIO TORRE?
¿Quién asumirá el liderazgo estatal?
¿Viene BALTAZAR, o todavía se dejarán los escombros tricolores en manos de EGIDIO & Company?
Difícil de prever, si retrocedemos en el tiempo y coincidimos en que las desbandadas en el PRI empezaron a darse desde la campaña de 2016.
Quizá los ejemplos más notorios sean los de FELIPE GARZA NARVÁEZ, AMÉRICO VILLARREAL y ERNESTO ROBINSON, tres de los priístas “más probados”.
… Y sin embargo.
La diáspora del PRI será directamente proporcional a los tiempos electorales de 2019, pues a medida que se vaya acercando esa fecha, los tricolores, como Judas, tendrán que negar 3 veces que militaron en las filas del Revolucionario Institucional.
Analistas de agudo sentido crítico ven muy lejana la posibilidad de que el PRI se reincorpore y acuda con éxito a la arena electoral en 2019, pues la imagen política que dejan a la ciudadanía es la de un partido en etapa terminal.
PES Y PANAL, ¿RIP?
No obstante resta esperar los cómputos definitivos de las elecciones para diputados federales y senadores, los cuales no han sido contabilizados en su totalidad para determinar cuáles partidos perderán su registro nacional, los partidos que tras los cómputos distritales de la elección federal no obtuvieron el tres por ciento obligatorio son: PRD con el 2.83 por ciento (un millón 602 mil votos); PVEM con 1.85 por ciento (un millón 51 mil votos); MC con 1.78 por ciento (un millón 10 mil votos); Panal con 0.99 por ciento (561 mil votos) y PES, con 2.70 por ciento (un millón 539 mil votos).
Pero, por su estructura política quienes mayor riesgo tienen de perder el registro son el PES y el Panal.
En rigor, la Comisión de Fiscalización podría proceder a la designación de los interventores y avanzar con el procedimiento de liquidación de esos partidos.
Una vez que el INE decida cuáles partidos perderán su registro federal, se nombrarán comisiones para vigilar el trámite de “liquidación” y fiscalizar los recursos públicos que el partido tenga en su poder.
Luego se abrirá un periodo de cuatro días en que los partidos puedan impugnar la decisión. Posteriormente, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolverá los medios de impugnación.
Por hoy es todo, nos leemos mañana.