Ángel A. Guerra
24/01/18
No prende
JOSÉ ANTONIO MEADE no tiene la oratoria ardiente e impetuosa de RICARDO ANAYA, ni el magnetismo natural de LÓPEZ OBRADOR, pero tiene algo que los dos carecen:
Estructura partidista.
La visita de MEADE a Tamaulipas corroboró fehacientemente el corolario axiomático que enuncia que “hay partidos que hacen al candidato, y candidatos que hacen al partido”.
“PEPE TOÑO”, como lo llamó confianzudamente SERGIO GUAJARDO durante el discurso de bienvenida, embona en el primer supuesto.
Y no porque MEADE carezca de lo que le atribuyen sus publicistas (capacidad y experiencia), sino porque su tenue presencia, su frágil imagen, casi quebradiza, no enciende, no exalta, no enardece.
Y su discurso no apasiona, ni arrebata.
Pero, las rabiosas porras que desató su estancia en el gimnasio de la universidad La Salle, mostró que el PRI es un partido que a pesar de sus vicisitudes, traiciones y desbandadas, ha logrado sobrevivir a gobernadores tan perversos y perniciosos como EGIDIO TORRE -que, por supuesto, no fue invitado-, y que ahí está, como escribiera Augusto Monterroso en el análisis metafórico de “El Dinosaurio”.
La visita y los eventos que encabezó MEADE en ciudad Victoria fueron tan precisos, impecables, soberbios y majestuosos, que casi puede asegurarse que la maquinaria del PRI está lista para ir por el triunfo el 1º de julio, de no ser que detrás de la parafernalia que organizó la estructura tricolor hay un vacío social, porque la concentración de operadores del PRI es producto del automatismo mecánico de su estructura sectorial, no efecto natural de una sociedad que avale y apruebe al candidato.
Ni mucho menos que vaya a votar por él.
De hoy al 1º de julio hay que darle a MEADE el beneficio de la duda, por supuesto.
Pero, vale matizar que incluso los eslabones más pequeños de la cadena institucional, como son los operadores de sección que reclutaron a los asistentes y les facilitaron el transporte para concretar una de las fases más peculiares del priismo a ultranza -el acarreo-, actuaron con tal prontitud y eficacia que para cuando MEADE entró al gimnasio por una especie de corredorcito de toriles, ya en el interior el priismo rugía, fiel a sus tradiciones.
Incluso, su ausencia de vigor político se matizó cuando entró al gimnasio, pues detrás de él un gigantón que le cuidaba la espalda lo hizo aparecer más pequeño, frágil, quebradizo.
Pero la estructura hizo lo suyo.
Aleccionada para afrontar este tipo de contingencias, la estructura partidista, compuesta por Delegados sectoriales y la estructura de los organismos afines, cerró la atmósfera con porras, gritos, pitos y la batucada.
Y así, la fragilidad de MEADE se diluyó entre las masas estructurales del PRI.
LA ESPINA AZUL
SERGIO GUAJARDO pronunció el breve discurso de bienvenida, en cuyo texto dijo que el PRI “se siente agraviado” por un gobierno que no cumple con sus expectativas.
Pero no fue más allá.
Nadie habló de los ex gobernadores.
Del discurso oficial del precandidato presidencial del PRI, destaca la cita sistemática de que su partido “se sacará la espina” en las elecciones del 2018.
No fue muy preciso, pero parece obvio que se refería a la derrota del PRI en los comicios del 2016.
Y su intención de “sacarse la espina” el 2018.
En sus pronunciamientos, MEADE anunció que al crimen organizado se le quitarán las armas y el dinero, y los recursos decomisados se utilizarán para dar becas, durante el encuentro con la militancia del PRI.
Ante los tamaulipecos, el precandidato presentó propuesta sobre seguridad y justicia, concebida para pegarle a los criminales donde las les duele y devolverle la tranquilidad a la gente buena de México.
MATAMOROS, ARRIBA
¡Ah!, entre los municipios asistentes, el que más destacó por asistencia y porras, fue Matamoros, seguido por Altamira y Mante.
Los contingentes de Matamoros ovacionaron insistentemente al candidato presidencial, y cuando JOSÉ ANTONIO MEADE les pidió que se manifestaran, el gimnasio de La Salle fue inundado por un griterío.
Eran los priistas de Matamoros.
MEGA PLACEO
Pero si bien la visita de MEADE no despertó mayores expectativas en la sociedad tamaulipeca -que estuvo más atenta a los discursos de LÓPEZ OBRADOR y RICARDO ANAYA-, eso no impidió que los centenares de aspirantes a candidatos y candidatas a senadores, diputados federales, presidentes municipales, síndicos y regidores, lucieran sus mejores galas y sonrisas para cautivar a líderes y sectores partidistas.
De otro lado, el orden de la primera fila que incluyó al centro al precandidato presidencial, arrojó algunas pistas:
Por ejemplo, EDGAR MELHEM estuvo más cerca de JOSÉ ANTONIO MEADE, que el propio BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, lo cual puede dar dos lectoras:
-EDGAR viene para Senador.
-BALTAZAR va al Gabinete.
Esto es, si MEADE ganara las elecciones.
«PALOMA» GUILLÉN fue sentada casi a un extremo de esa primera fila, enseguida de MARCO ANTONIO BERNAL, que permanece en la «congeladora» tras sus muchos intentos por ser gobernador.
Sin embargo, No-Pasó-Desapercibido que el presidente del comité municipal del PRI en Reynosa, GUSTAVO RICO DE SARO, Ocupó-Un-Sitio en esa primera fila, casi enseguida de BALTAZAR, donde también figuró MANUEL CAVAZOS LERMA, único ex gobernador asistente, pues 2 No-Pudieron-Hacerlo por causas de fuerza mayor, y el otro no fue invitado.
La presencia de OSCAR LUEBBERT llamó la atención de propios y extraños, pues se temía que el ex alcalde de Reynosa estuviera fuera del alcance del largo brazo de la Ley.
Y no: OSCAR ocupó una silla en el lugar reservado para los ex presidentes estatales del PRI, donde ya lo esperaban ANTONIO MARTÍNEZ TORRES, ELISEO CASTILLO, AMIRA GÓMEZ TUEME, AMELIA VITALES RODRÍGUEZ, ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO, LUPITA FLORES DE SUÁREZ, RAMIRO RAMOS SALINAS -quien llegó con su esposa MÓNICA- y LUCINO CERVANTES DURÁN.
Los diputados federales priistas acudieron «en masa», encabezados por su coordinador, EDGAR MELHEM SALINAS, quien cuando SERGIO GUAJARDO se paró de su asiento para pronunciar la bienvenida ocupó su sitio en el presídium -¡al lado de MEADE!- e intercambio impresiones con el precandidato, como una imagen premonitoria de lo que puede suceder este sábado, durante los «destapes».
Un momento chusco que pocos percibieron, fue cuando el ex gobernador MANUEL CAVAZOS LERMA apareció «graciosamente» por el acceso principal, minutos antes de que llegara MEADE: CAVAZOS entró como candidato, saludando a medio mundo, besando «viejitas» y acariciando adolescentes, pero cuando la avanzada de MEADE lo detectó, inmediatamente fueron por él y lo invitaron a abandonar ese espacio.
CAVAZOS sonrió y se sumó a las masas.
Por hoy es todo, nos leemos mañana.