El placer del terror
8/10/15 .- El rugido de una motosierra corta el aire y la respiración. El desquiciado se acerca para partirnos en dos, pero mi grito de miedo hace que el resto del grupo suelte una carcajada contagiosa. Creo que la amenaza se ha ido… por ahora.
El olor a gasolina permanece en el ambiente. Prefiero llevar las manos cuidándome la cabeza mientras avanzamos hacia la primera de las nueve casas embrujadas que confirman las Halloween Horror Nights, el festival de terror que cumple 25 años en Universal Orlando.
Los sustos comenzaron el 18 de septiembre y durarán 30 noches, hasta el 1 de noviembre. Se trata de la edición más larga, con la mayor cantidad de casas embrujadas y el doble de scaractors -actores entrenados en el arte del terror- en la historia del evento.
Los demonios andan sueltos
De día caminamos tranquilitos por las calles de un Londres ficticio en busca del Diagon Alley de Harry Potter; casi dejamos que Gru nos convirtiera en minions y nos bebimos cerveza Duff en el bar de Moe de Los Simpson.
Por estos mismo lugares ahora reina la oscuridad; entre el humo que despiden algunos autos incendiados, encontramos al paso niñas aterrorizadas pidiendo auxilio, seres ensangrentados, uno que otro monstruo de prestigio, como Frankenstein, y decenas de pacientes psicópatas que han escapado de un sanatorio.
El elenco no está formado sólo por actores profesionales, también audicionan fans de las películas de terror.
«Sé de gente que viene a afrontar su temor a ser asustados asustando a otros», cuenta Lora Wallace, directora de espectáculos para el departamento de entretenimiento. Ella misma no se atrevía a entrar en una casa embrujada hasta que comenzó a idearlas.
Para los 25 años, los creadores de HHN no sólo han dejado ver su lado sádico, sino nostálgico: la siniestra celebración trae de vuelta a personajes y temas icónicos como el legendario Jack the Clow, quien vuelve como anfitrión del caótico espectáculo de asesinatos, «The carnage returns», y con su propia casa, «Jack presents 25 years of monsters and mayhem».
«¡Nada es real! Los scaractors ni siquiera pueden tocarte», nos dicen una y otra vez quienes han experimentado unas noches como esta.
Disfrutar el recorrido implica establecer un pacto con el miedo, jugar el juego, dejarse asustar y rendirse al placer que vienen después de los segundos de incertidumbre: esa delicia de saber que todo está bien.
30 noches de sustos
9 casas embrujadas inspiradas en el cine y la TV
5 zonas de terror
2 espectáculos
Agencia Reforma