El Piojo tuvo ídolos celestes y soñó con llegar a Cruz Azul
11/12/18.- El actual técnico de los azulcremas comenzó su carrera en Tecos y su segundo equipo fue Santos, ahí jugó como delantero y soñaba con portar la camiseta celeste.
Hoy es el entrenador que ya le dio un título al América y ahora le busca la estrella número 13. Pero hubo un día en que Miguel Herrera jugaba para Santos y su sueño era llegar a Cruz Azul.
Tenía 20 años cuando el Piojo ya defendía su segunda camiseta del balompié mexicano, después de debutar con Tecos, en su época de recién casado y cuando era delantero y no defensa.
El entrenador nacido casi por accidente en Cuautepec, Hidalgo, la entidad que fue cuna de Cruz Azul, tenía como ídolos en esa época a puras leyendas celestes: el portero Miguel “Gato” Marín, Fernando Bustos y Rodolfo Montoya.
Una entrevista que dio a un diario de la época durante esos días tiene el encabezado: “El sueño de su vida: jugar con Cruz Azul”, el club que años después solo podrá formar parte de sus sueños no como anhelo sino como rival a vencer.
“Me gusta la posición de portero pero la verdad es que mi estatura no me ayuda. Siempre he admirado a Cruz Azul y llegar a jugar ahí sería como un sueño”, expresó el Piojo en aquella entrevista.
Atlantista de corazón, el Piojo antes no había tenido problemas con los colores. Uno de los equipos de su colonia era el Pumas Álamos y antes de alcanzar el profesionalismo pasó por otros como el Cachorros Neza y el Tecomán.
Pero era la época de mayor auge celeste, la de fines de los sesenta y principios de los 70, cuando la Máquina consiguió siete de los ocho títulos con que hoy cuenta en sus vitrinas.
Sin embargo, Herrera hizo una carrera lejos de la Noria, porque tras dejar a Santos se convirtió en atlantista, para luego jugar para Querétaro y Toros Neza, mientras que como entrenador sus equipos han sido Atlante, Rayados, Veracruz, Tecos, Xolos y América.
Fue con este último equipo con quien consiguió su mayor logro como DT, el título cardiaco del Clausura 2013 sobre la Máquina, el equipo con el que alguna vez soñó pero que hoy, en una nueva Final, solo podrá provocarle pesadillas.
Agencias