Local
El momento más crítico del sorgo
De embuche a grano tierno, el momento más crítico del sorgo en cuanto al ataque del pulgón amarillo y otras plagas.
7/07/2015 – Según el investigador del INIFAP, el grado de infestación del pulgón amarillo en que causa mayor daño es cuando hay un umbral de 50 a 100 pulgones por hoja, en promedio el agricultor debe de preocuparse para que no llegue la infestación a este grado porque a partir de entonces, el insecto ya está causando daño económico, aunque lo puede atacar en cualquier edad, pero lo más recomendable es estar pendiente cuando el cultivo está en embuche a grano tierno, y en esta edad puede también dañarlo inclusive hasta en la espiga, lo anterior lo da a conocer el Dr. Luis Ángel Rodríguez del Bosque, investigador del INIFAP Río Bravo.
Las acciones deben ser primero preventivas, en el control de este perjudicial insecto, mediante la destrucción de las socas, así como de todo tipo de plantas hospederas, y ya cuando el cultivo empieza a desarrollar, efectuar liberaciones de insectos benéficos como la crisopa, en dosis que se considere necesarias para establecer un control, pero si sube la presencia de la plaga con más de 50 pulgones por hoja, es necesario efectuar aplicaciones de insecticidas específicos y recomendados por el INIFAP Río Bravo.
Productos que no dañen
Los productos insecticidas, deben ser específicos es decir, que no dañen a la fauna insectil benéfica, por lo anterior científicos del INIFAP han trabajado arduamente para su selección, y dicen ellos que estos son. El Imidacloprid, utilizado ya en el ciclo anterior y ahora se suma otro que es y el Sulfoxaflor, y las dosis, según otro investigador de altura el M.C. Víctor Maya, de estos productos agroquímicos, es de 105 gramos de ingrediente activo por hectárea, y 12 gramos de ingrediente activo, respectivamente en por lo menos 200 litros de agua en aplicaciones terrestres.
Aunque usted amigo agricultor no comprenda la situación, pero el agua que se usará en la aplicación de estos productos, debe ser tratada, bajar el pH, porque el agua existente en la región, normalmente anda arriba de 8, y debe bajarse a 6, para que el veneno no se degrade. Esto último si no se comprende, vaya con los investigadores del INIFAP de Río Bravo. Ahí le explicarán todo esto.
José Juan Salinas M.
