El estrés podría provocar pérdida de memoria y encogimiento del cerebro

26/11/2018 – «Al parecer, los niveles altos de cortisol, una hormona del estrés, predicen la función cerebral, el tamaño del cerebro y el desempeño en pruebas cognitivas», dijo Sudha Seshadri, autora del estudio y profesora de Neurología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos).

«Descubrimos que podía notarse pérdida de la memoria y encogimiento del cerebro en personas relativamente jóvenes, mucho antes de que se pudieran notar síntomas», dijo Seshadri.

El cortisol es una de las hormonas claves del estrés, más conocida por su intervención en el instinto de «pelear o huir». Cuando estamos estresados o en alerta, las glándulas suprarrenales producen más cortisol. La hormona luego provoca la suspensión de varias funciones corporales que podrían interferir con la supervivencia.

Una vez que pasa la crisis, los niveles de cortisol deberían bajar y los sistemas corporales deberían volver a la normalidad. Pero si tu botón de alarma se queda presionado, el cuerpo puede seguir funcionando mal, lo que provoca ansiedad, depresión, enfermedades cardíacas, dolores de cabeza, aumento de peso, problemas para dormir y, desde luego, problemas de memoria y concentración.

De acuerdo con los expertos, el cerebro es particularmente vulnerable por la cantidad de nutrientes que necesita para funcionar correctamente.

«El cerebro es un órgano muy hambriento», dijo Keith Fargo, director de programas científicos y enlace de la Asociación del Alzhéimer. «Requiere una cantidad enorme de nutrientes y oxígeno para seguir funcionando correctamente. Por eso, cuando el cuerpo necesita esos recursos para lidiar con el estrés, hay menos para enviar al cerebro».

En estudios anteriores se encontró una relación entre el cortisol y el riesgo de desarrollar demencia; sin embargo, los estudios se han centrado en las personas mayores y en la zona del cerebro en la que reside la memoria, llamada hipocampo.

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Entre las ventajas del nuevo estudio, de acuerdo con Seshadri, es que se analizó a un grupo de hombres y mujeres de 48 años en promedio y se llevaron a cabo resonancias magnéticas de todo el cerebro, no solo del hipocampo.
Los investigadores eligieron a más de 2,000 personas que no mostraban signos de demencia y les aplicaron varias pruebas psicológicas para evaluar sus capacidades cognitivas.

Todos formaron parte del Estudio del Corazón de Framingham , un estudio a largo plazo patrocinado por el Instituto Nacional para el Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos. En el estudio se ha analizado la salud de los habitantes de Framingham, Massachusetts —y de sus hijos— desde 1948.

Se volvió a evaluar al grupo unos ocho años después de las pruebas iniciales. El cortisol en sangre se midió antes del desayuno. Luego se hicieron resonancias magnéticas y se repitieron las pruebas de memoria y cognición.
Tras ajustar los datos según edad, sexo, masa corporal y tabaquismo, se determinó que las personas que tenían los niveles más elevados de cortisol tenían la mayor pérdida de memoria.

«No me sorprendió el cambio en la cognición», dijo Fargo, quien no participó en el estudio. «Si tienes más elevado el cortisol, probablemente estás estresado y es probable que tengas más dificultades en las pruebas cognitivas».

Fargo señaló que lo sorprendente fue lo que se descubrió respecto a los efectos del cortisol en la estructura del cerebro.

Los niveles altos de cortisol se relacionaron con un daño mayor a las partes del cerebro que mueven la información a través del órgano (corona radiante) y entre los hemisferios (cuerpo calloso).

Además, el estudio reveló que la parte del encéfalo responsable del pensamiento, las emociones, el habla y las funciones musculares era más pequeña en las personas que tenían niveles de cortisol más elevados.

El volumen cerebral promedio de las personas que tenían niveles altos de cortisol fue del 88.5% del volumen encefálico total, a diferencia del 88.7% de las personas con niveles normales de cortisol.

«Me sorprendió que pudiéramos ver un cambio tan grande en la estructura del cerebro con niveles elevados de cortisol en comparación con niveles moderados de cortisol», dijo Fargo. «Si notas cambios estructurales del cerebro en la mediana edad, podrás imaginarte que pasará para cuando tengas edad suficiente para desarrollar demencia».

Lo interesante es que al parecer, los efectos del cortisol elevado en el volumen cerebral solo se presentan en las mujeres, no en los hombres.

«El estrógeno puede elevar el cortisol», dijo Richard Isaacson, médico director de la Clínica de Prevención del Alzhéimer de la Facultad de Medicina de la Universidad Weill Cornell (Estados Unidos). «Alrededor del 40% de las mujeres del grupo del cortisol alto en el estudio estaban en tratamiento de reemplazo hormonal». Isaacson no participó en el estudio.

Seshadri dijo que en el estudio se hicieron ajustes que tomaron en cuenta la terapia de reemplazo hormonal. «Esto no descarta totalmente el efecto adverso del reemplazo hormonal», agregó, «pero es menos probable en esta historia».

Seshadri también enfatizó que los resultados del estudio solo muestran una relación, no una causa, y que se necesitan más investigaciones para determinar cuál es la relación entre los niveles elevados de cortisol y la demencia. Propone que mientras eso ocurre, la gente debería pensar en hacer cambios a su estilo de vida para combatir el estrés de la modernidad.

Fargo coincide. «Sabemos, por ejemplo, que la gente que hace ejercicio a lo largo de su vida tiene un riesgo menor de desarrollar demencia», dijo. «Tómate tiempo para ti. Haz meditación. Siempre hay formas de controlar el estrés que te darán resultados positivos».

Agencias.

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