Desechan sentencia de pena de muerte impuesta a mexicano en Arizona

Phoenix, 13/01/17.- La Suprema Corte de Justicia de Arizona desechó la sentencia de pena de muerte impuesta al inmigrante mexicano Joel Escalante, por la violación y homicidio de una mujer en Phoenix en 2001.

El máximo tribunal judicial de Arizona determinó este jueves que en el juicio contra Escalante en marzo de 2013, la Corte no permitió a sus abogados defensores informar al jurado de las diferentes opciones de sentencias y de sus consecuencias.

Específicamente, el jurado no fue informado que se podía imponer a Escalante la cadena perpetua sin libertad condicional, por lo que nunca sería dejado en libertad si se le dictaba dicha sentencia.

En su dictamen, la Suprema Corte ordenó que el caso fuera devuelto a la Corte Superior del condado de Maricopa para un nuevo juicio.

Escalante, de 41 años de edad, era hasta este jueves, uno de los 58 mexicanos sentenciados actualmente a la pena de muerte en Estados Unidos y uno de los dos mexicanos con el castigo capital en Arizona.

De acuerdo con las autoridades, Escalante era un trabajador de mantenimiento en un edificio de apartamentos de Phoenix, donde residía María Garza Rivera y su hijo de tres años de edad.

La mañana del 10 de marzo de 2001, Garza Rivera fue encontrada muerta en su apartamento.

La mujer había sido apuñalada repetidamente, golpeada y sexualmente agredida. Su hijo de tres años estaba dentro del apartamento durante el incidente, pero no fue lesionado.

Un testigo informó haber visto a Escalante hablando con Garza Rivera el día anterior.

Según el testigo, Garza Rivera tenía una mirada de preocupación en su rostro.

En el momento del asesinato, Escalante había estado remodelando el apartamento ocupado por Garza Rivera.

Escalante huyo a México después del homicidio y los esfuerzos para localizarlo y cuestionarlo no tuvieron éxito durante varios años.

En mayo de 2007, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) notificó al Departamento de Policía de Phoenix que Escalante había sido detenido en la comunidad de Blackfoot, Idaho, por un cargo de inmigración.

El FBI había recibido información de que Escalante era buscado en Phoenix y México por dos asesinatos separados.

Los detectives de la policía de Phoenix viajaron a Idaho para entrevistar a Escalante, quien negó haber matado y agredido sexualmente a la víctima, pero admitió que trabajaba en su apartamento.

Escalante dijo a la policía que pasó la noche del asesinato bebiendo con su cuñado y que se despertó en el pasillo del apartamento cubierto de sangre de la víctima, incapaz de recordar lo sucedido o cómo llegó allí.

Escalante admitió haber huido del lugar del crimen sin ponerse en contacto con las autoridades, deshaciéndose de sus prendas de vestir, vendiendo su automóvil, y viajando a México, donde permaneció hasta su detención tras haber ingresado en forma ilegal a Estados Unidos en mayo de 2007.

En septiembre de 2007, un gran jurado del condado de Maricopa acusó a Escalante de homicidio en primer grado, dos cargos de asalto sexual y un cargo de robo.

El 16 de enero de 2013, después de 22 días de juicio, Escalante fue declarado culpable y un mes después fue sentenciado a la pena de muerte.

Agencias

Share Button