28/03/15.- Toda una generación se reunió junto a Limp Bizkit en el Pepsi Center WTC la noche de este jueves.
La banda abarrotó el recinto de la colonia Nápoles, al que llegaron 7 mil personas, según organizadores, apenas unos meses después de haberse presentando en el Heall & Heaven Metal Fest del año pasado, en el que se convirtió en uno de los sets más potentes del evento.
Y anoche no fue la excepción, pues Fred Durst, Wes Borland, John Otto, Sam Rivers y DJ Skeletor revivieron la escena nu metalera que dominó a inicios del nuevo siglo.
«Rollin (Aur Raid Vehicle)» y «Nookie», fueron de las primeras rolas. Este arranque se tradujo en miles de personas que saltaban y revivían el clásico baile que la agrupación popularizó gracias al clip del primer corte.
Durst estuvo en contacto con el público durante todo el show a través de groserías y halagos por el ambiente que había al interior del recinto.
«Ustedes nos mantienen vivos. Ciudad de México gracias por unos de los shows más enfermos que hemos dado en estos años», gritó el vocalista.
Entre porras futboleras, gritos de «¡culero!» y «¡puto!», el show continuó con un Borland que salió a tocar en gabardina y calzoncillos negros con puntitos blancos.
Wall of Death y mosh-pits se formaron en varias partes de la muchedumbre y no era para menos, pues la banda ofreció «My Generation», «Take a Look Around» y cerró con «Break Stuff», justo a las 23:30 horas, luego de dar 90 minutos brutales que muchos llevarán en su mente por mucho tiempo y que se reflejaran en su cuerpo debido a los fuertes choques, codazos y empujones que provocó Limp Bizkit.
Uno de los grandes aciertos de la alineación, originaria de Jacksonville, es que, por primera vez en México, tocaron «Boiler», una rola que resultó una gran sorpresa para todos sus hardcore fans incluida en el disco Chocolate Starfish and the HotDog Flavored Water (2000).
Agencia Reforma Foto: Reforma