Rafael Loret de Mola
1/09/15
*Farsas y Tragedia
La punzante realidad, con un mandatario federal enfermo y poco cuidadoso en cuanto a la presentación de sus iniciativas para simular con ellas la presencia de un gobierno sin liderazgo definido, se desenvuelve entre un duelo de farsas y tragedia. Las primeras son hijas de la improvisación, la manipulación y la consiguiente amnesia popular; la segunda surge de la falta de recursos personales y familiares para no depender del paternalismo de Estado cuando se repiten las catástrofes naturales, una y otra vez, dando cauce a la industria de los damnificados, uno de las más redituables en el renglón político; gracias a ella, hasta los pasivos sociales se revierten.
Nadie puede dudar, a estas alturas, que enrique peña nieto no ha cumplido con las tareas inherentes a su cargo siguiendo los pasos de otros que incluso eludían asomarse al balcón de las tragedias como vicente fox tras los estallidos de Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006, esto es cuando ya andaban en campaña calderón, Andrés Manuel y madrazo –los dos cuyos apellidos escribo en minúscula lo merecen, uno por usurpador y el otro por los magros frutos de sus nexos inconfesables aunque no está muy a la zaga López Obrador-. El presidente, quien luego traicionaría a la democracia para dejar un sello indeleble de su perdida propuesta de cambio, siempre mentiroso y calculador hasta la fecha, ni siquiera llegó al lugar de la tragedia para enterarse, de primera mano, del drama de los 65 mineros calcinados y cuyos cuerpos era imposible encontrar de considerarse las temperaturas a las que fueron expuestos.
Otra tragedia, brutal, fue la de los niños quemados en la guardería ABC, concesionada a Antonio Salido Juárez, Sandra Lucía Téllez Nieves y Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella –esta última prima hermana de la entonces primera dama, Margarita Zavala Gómez del Campo-, el 5 de junio de 2009, esto es durante la fase final de la contienda por la gubernatura que, al final de cuentas, ganó el PAN al demostrarse la negligencia del gobernador priísta, Eduardo Bours Castelo, cuyos operadores quemaron archivos comprometedores en el predio contiguo al sitio del drama lo que pudo extender, sin remedio, al fuego asesino. Pese a ello, nada se actuó en contra del mandatario estatal en cuestión ni de quien, como director del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, había otorgado una licencia para el funcionamiento de una guardería en un local propio para un almacén, aun cuando el saldo fuese terrible: cuarenta y nueve niños muertos y setenta y seis heridos, algunos de ellos con quemaduras irreversibles –esto es con daños perpetuos incluso en sus rostros-, abonados a la cuenta de los olvidos. Y fue Margarita la gestora. NO LO OLVIDEMOS.
En el caso anterior, claro, cuentan mucho las facturas políticas: ganó Guillermo Padrés Elías, quien ya cumplió 46 años, a trueque de no perseguir a su predecesor Bours Castelo, y olvidar la responsabilidad de Molinar quien continuó su carrera dentro del PAN apostando por la amnesia colectiva que le arropa. Ni él, ni calderón, ni mucho Menos Margarita y su parienta Altagracia, han recibido el severo castigo que merecen. ¿Cómo esperar, entonces, en seguimiento de esta costumbre proteccionista, sin alteración alguna por las dos alternancias en el Ejecutivo federal, que se abran expedientes contra el execrable español David Peñaloza Sandoval –detenido en 2002 por fraude-, responsable de la empresa Tribasa, con capital hispano naturalmente, que incumplió las reglas básicas para la construcción del último tramo de la Autopista del Sol, sin considerar bordos ni pasos de agua por debajo del asfalto? Era una trampa que, al final de cuentas, surtió efecto.
En Guerrero, por ejemplo, se dio el curioso caso de un gobernador oportunista, ángel aguirre rivero, quien pese a que su periodo quedó trunco puede presumir por haber estado al frente de la gubernatura ¡ocho años!, en contra del espíritu del Constituyente de Querétaro, y a la par con el extinto cacique yucateco que estuvo una década en el cargo tras dos reelecciones anticonstitucionales en la década de los ochenta del siglo anterior. Pero, además, en condición de mandatario substituto, perteneciente al PRI, “atendió” la catástrofe dejada por el huracán “Paulina”, al lado del entonces presidente ernesto zedillo, el gran simulador, en 1997. Un año antes se había retirado del poder el nefasto Rubencito Figueroa Alcocer, el junior a quien NO se siguió proceso penal luego de la matanza de Aguas Blancas, cuando la policía estatal, siguiendo órdenes del gobernador, masacró y mató a diecisiete campesinos de la Organización de la Sierra del Sur, quienes pretendían efectuar un mitin. Sangre sobre las manos de una estirpe marcada por los genocidios.
aguirre rivero, sólo que bajo la bandera del PRD y la coalición que le acompañó en los comicios turbios de 2011, se mantuvo de la mano del presidente peña nieto quien, durante la etapa climática de la emergencia –jamás había llovido tanto como en septiembre de 2013 en la historia de nuestro México-, para atender a los recurrentes damnificados y permitir que con ellos como señuelos se realicen todo tipo de parodias como la protagonizada por una execrable peruana contratada por Televisa. El problema también estriba en que esta señora usó helicópteros oficiales ara su puesta en escena; y es por aquí por donde debe comenzarse la indagatoria de la farsa.
En la actualidad la clase política mantiene las mismas líneas controvertidas. Y no sólo dentro del gobierno ni del poder Ejecutivo –no se olvide que el Legislativo y el Judicial forman parte del mismo aparato gubernamental al que muchos parlamentarios, sobre todo, cuestionan sin perder dietas y estipendios-, sino, por desgracia, al calor de las vendettas opositoras que tienden a la toma de calles en la ciudad de México y a los bloqueos carreteriles. Por supuesto, desde hace dos años, no hicieron lo propio en la caseta de peaje de ingreso a la ciudad de México desde la autopista entre Cuernavaca y México, pero sí a la salida de la capital de Morelos, con perjuicio adicional contra quienes venían de las zonas de desastre de Guerrero. Hasta este nivel llega la rebeldía de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que marchó hacia Los Pinos cuando el mandatario que la habita se mantenía en las regiones afectadas por las aguas con saldo de casi ciento cincuenta muertos. ¿Primero ellos, los del paro magisterial, y después la emergencia que nos asfixia a todos en general?
Pero lo peor vendría después: López Obrador, en plan de bravucón de barrio, señaló al gobierno como responsable de la ocupación del Zócalo, para el acopio de víveres, porque supone que tal es una estrategia para que él, como nuevo Mesías, llegase allí a la tercera oportunidad para MORENA. Una aberración. ¿Acaso mandará derribar el monolito de Tláloc, dios de la lluvia, situado en la fuente de entrada del maravilloso Museo de Antropología e Historia –legado por el hoy vituperado Adolfo López Mateos por haber sido quien decretó el fin de toda participación privada en la explotación y cuanto deriva de la mercadotecnia dl petróleo-, porque a causa del exceso de chubascos se siente boicoteado? ¡Maldito sea, deben gritar los incondicionales abanderando a sus iconos, como Elenita Poniatowska y Rosario Ibarra de Piedra!¡Mil veces maldito arreciarán, desde sus basureros históricos, manuel bartlett o pablo salazar, ahora juntitos de la mano, con el descaro de los farsantes!
Los verdaderos maestros no abogan sólo por colapsar cualquier proceso de acuerdo –como el que ya había aceptado el dirigente de la sección 22, de Oaxaca, Rubén Núñez, lo mismo que Juan José Ortega, de la sección 18 de Michoacán-, sino ya se rebelan contra sus líderes, comienzan a exigir que se vayan y se mantienen en la línea de reclamar mejores condiciones estigmatizados por supuestamente negarse a pasar por examen alguno. Claro, de no hacerlo, ¿con cuál autoridad moral querrán hacer lo propio con sus alumnos, abandonados y sin clases, doctos en materia de plantones y marchas como elementos de lucha? ¿Cómo se están formando las nuevas generaciones de mexicanos, más cerca de la anarquía que de la democracia infamada por las usurpaciones? A este cauce nos han llevado los usurpadores del poder y los perversos, casi enajenados, que sólo calculan sus tiempos para hincarle el diente a la Presidencia y treparse en ella “en dos, tres, seis años”.
Lo grave de la cuestión es que, de nuevo, la crispación colectiva revela que ya no se encuentra representatividad en los partidos políticos, rebasados por una comunidad hastiada de que le vean la cara.