Opinión
Desafío
*La Ética Perdida
*Falso Presidente
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1/11/2018 – En la ruta hacia la incertidumbre, se evidencia la pérdida sustantiva de toda condición ética. Se procede con absoluta impunidad y la justicia juega un rol marginal ante las consignas superiores y los distintos chantajes soterrados de las dirigencias partidistas. Por ejemplo, a Andrés, el presidente electo que quiere devorarse noviembre, le costó el Estado de México para pagar así su perfil de “no revoltoso” a cambio de dejar esparcidos más de un millón 800 mil sufragios carcomidos por la devoradora del sistema.
Y también en Coahuila el balance entre los intereses cupulares –no copulares, por favor-, fueron determinantes en 2017. Cuando menos tres veces fueron señalados los excesos financieros del priista Miguel Ángel Riquelme para ser llevados y devueltos del INE al Tribunal Federal de Delitos Electorales en donde daban vuelco a las documentadas facturas de campaña pero, eso sí, sin tocar jamás otro punto medular para anulas las elecciones: la intervención ofensiva del todavía gobernador cuyo apellido ya es sinónimo de vileza en el país entero, Rubén Moreira Valdez, hermano de Humberto el enajenado que se cree impoluto tantas veces señalado por su propensión a ocultar fortunas mientras sus colaboradores –lo son todavía- son perseguidos o purgan condenas ya.
Mientras, en esos días de medir fuerzas, Ricardo Anaya Cortés salió bien del trance en el que lo envolvió un periódico y no el Ministerio Público, cada vez más insubstancial. Feliz, hasta ocurrente y con el semblante optimista, el dirigente panista refirió su hazaña de haber ganado, en juicio, la querella contra un periódico que detalló la manera como acrecentó el patrimonio familiar con la expectativa de vivir en los Estados Unidos al terminar con sus juegos políticos. Tiene mucha vida por delante el niño maravilla y, curiosamente, luego de haber sido exonerado de las acusaciones mediáticas logró tener el papelito para pasar por encima de “El Universal”, por ahora, porque el diario en cuestión asegura que apelará ante el juez.
Naturalmente, Anaya, muy cuidadoso de sus haberes y de cuanto dispone en su pequeño refugio hogareño de Atlanta, Georgia –tenemos la dirección exacta pero no la damos para no poner en el blanco a su esposa e hijos-, pretende realizar el sueño de buena parte de los mexicanos ricos que sólo abogan por su país sacado la mano a miles de kilómetros de su territorio, o cientos cuando menos. Al mismo tiempo, claro, optó por el silencio en cuanto a la controversia contra el tribunal electoral y el fraude cometido contra el panista Guillermo Anaya Llamas, dos veces candidato a la gubernatura de los Moreira, y vilmente apuñalado por fuera y por dentro.
Podríamos seguir la secuela con el caso Puebla en donde los votantes no parecen interesados en resolver la mancha electoral que cayó sobre ellos en julio pasado pese al efecto López Obrador. Más bien están cansados, demasiado, como si de verdad hubieran luchado contra regímenes tan retardatarios como el de Bartlett –hoy redimido porque le dio la gana a Andrés-, Mario Marín Torres o Rafael Moreno Valle y su hijastro político Tony Gali, además de su obtusa mujer que le cubre las espaldas más abajo del cinturón.
Con esta ética, muy al estilo del señor peña, caminamos hacia el finiquito… dentro de 30 días, sólo un mes. Y, por supuesto, la democracia, tan alejada y tan lenta, no podrá alcanzarnos en la ruta hacia la barranca de la ignominia. Sin ética el futuro se tuerce, como los árboles que se doblan desde su nacimiento, y la perspectiva se nos aparece oscura, tenebrosa… y, sobre todo, violenta.
La Anécdota
Todavía en este tercer milenio puede darse el caso de que existan dos presidentes –uno, el de los catalanes; y otro, el impuesto por Madrid- para una misma región: uno republicano y otra monárquica con escaso pudor. No olvidemos que apenas hace unos años, cuando comenzaba su escalada hacia la cumbre al lado del franquista Mariano Rajoy Brey, Soraya Sáenz de Santamaría Antón, quien fue designada por unos meses para ocupar la presidencia de la Generalitat por los españoles sin moral, se prestó a una larga sesión de fotografías “atrevidas” para la realización de un calendario, que guardo por cierto en alguna caja de esas muy viajeras, con las políticas que mejor sabían enseñar las piernas. De este talante es la funcionaria en cuestión.
Prefiero y estoy con la República de Catalunya por diversos motivos que ya di, sobre todo, la seguridad sobre el destino de un modelo político que se aleje, para siempre, de la caduca monarquía de los Borbones, herencia del franquismo en su última etapa, cuya única aportación ha sido la sangre derramada. Menos mal que ya hay una iniciativa para permitirles recibir críticas –insultos, dicen-. Como el PRI y su deplorable y vencida clase gobernante, por ejemplo, al que jamás reivindicaremos por tanto daño que hizo: como a los magnicidios y asesinos seriales, la sentencia es de por vida.