Rafael Loret de Mola
29/12/17
*Trampas Mortales
*Aeropuerto: Bingo
– – – – – – – – – – – – – –
Las carreteras son trampas mortales, sea por las vialidades inadecuadas, caducas y sin mantenimiento –sobre todo en cuanto hace a los señalamientos-, o por la aparición de retenes falsos o de bandas de asaltantes y/O secuestradores en puntos específicos, trazados de antemano con la complicidad de las autoridades, como igualmente se trazan las rutas para el narcotráfico basándose en el engaño de confiscar lo menos para aparentar lo más. Y, desde luego, no son pocos quienes reciben sus compensaciones en los días de aceleramiento de la corrupción; estos últimos del año.
Pareciera que funcionarios y mafias -¿o son lo mismo?-, tienen prisa, y mucha, para acrecentar sus enormes fortunas al calor de las complicidades mayores y con la anuencia del titular del Ejecutivo que, con ello, busca generalizar su propia inclinación hacia los bienes materiales ensuciando a sus colaboradores y a la mayor parte de los gobernadores del país, con manos libres para ejercer el poder en beneficio propio y al calor de sus progenitores como en Nuevo León –en donde “El Bronco” duerme la siesta aún-, Jalisco, la tierra de Aristóteles a donde no ha llegado todavía Platón, o Quintana Roo, el antiguo paraíso en el que ya se analiza la posibilidad de aprobar una iniciativa de ley para legalizar que se le corte la lengua a los críticos del ex mandatario prepotente; Roberto Borge Angulo, quien dejó tal legado a su sucesor, Carlos Joaquín González, nacido en Mérida por cierto. Hay quienes aseguran que seguirá los pasos de su predecesor Mario Villanueva Madrid. Lo dudamos por el nivel de sus componendas.
Pero ninguno de los gobernadores en trance final o de reciente finiquito se ha enterado de la inevitable perentoriedad de sus mandatos y, por ende, del cese de su blindaje. ¿O habrán negociado, de antemano, con el poder federal para cobijarse bajo la impunidad dominante y sencillamente poder alejarse sin el menor agobio, como cuantos dejaron de ser gobernadores en 2015 y 2016, sin ser siquiera molestados con alguna auditoría?
A estas alturas cualquier versión es creíble y los hechos se encargan de confirmarlas casi de inmediato. Por ejemplo, ¿cómo es posible que el ex gobernador de Sonora, el ladrón y negligente Guillermo Padrés Elías, panista para más señas, caminara por las calles, sin el menor reclamo a pesar de las evidencias en su contra, hasta su aprehensión el 10 de noviembre de 2016 y ahora esté a un paso de salir a la par con la “novia de Chucky”? Ni qué decir del represor campechano Fernando Ortega Barnés, del latifundista urbano Rodrigo Medina de la Cruz, del asesino Ángel Aguirre Rivero y del michoacano Fausto Vallejo Figueroa, todos ellos metidos en un berenjenal de mentiras, salidas en falso y audaces desplantes contra la ley y aquellos que fueron sus gobernados durante el periodo reciente cargada la mano desde la unción en el foro nacional del presidente de la República.
La Anécdota
No es fácil de entender la sombra que rodea al escenario político salvo si concluimos que los días oscuros del reinado del mal, acaso desde la gestión del representante del inframundo en la tierra, carlos salinas, continuaron en este 2017 agónico sin que pueda vislumbrarse algún alivio para el ansiado año nuevo. No quiero ser aguafiestas pero, como crítico que soy, debo apuntar hacia los hechos corroborados como la crisis económica que se avecina con el precio del petróleo por debajo de la línea de treinta dólares por barril y el peso mexicano hundido en una proporción de veinte por un solo dólar.
Comenzamos a observarlo así, como en otros años aciagos e inolvidables por su dureza, mientras el gobierno brinda por un sinfín de realizaciones ocultas o miserablemente enlistadas para confundir a una comunidad que apenas se asoma a las falsedades del régimen en plena batahola de ultrajes. ¿El aeropuerto defeño, ideado para servir a los extranjeros y al ocho por ciento de los mexicanos? Y no hablemos de los ferrocarriles de alta seguridad por los cuales ya cobraron sus comisiones las hermanitas peña nieto, Verónica y Ana Cecilia, aunque no se haya avanzado salvo en la deforestación del histórico Monte de las Cruces, acaso otro negocio lateral. ¿No se han fijado?