Rafael Loret de Mola
12/12/17
*Reprueban a peña
*No Habrá Milagros
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Hasta los diputados europeos, con sede en Bruselas, quienes dan estructura parlamentaria a la Unión Europea –que comienza a fracturarse por el llamado “brexit” británico y la reacción de los independentistas catalanes que antes querían formar parte de la misma y ahora la repelen-, han manifestado el imperativo de exigir sanciones contra el gobierno de México por la “degradación” de los derechos humanos en los años recientes, entre ellos los constantes ataques contra periodistas e informadores que comienzan con las demandas por daño moral y terminan con los asesinatos a mansalva con la mayor impunidad imaginable.
El reclamo se dio casi simultáneamente con una de las declaraciones más controvertidas de los últimos tiempos: la propuesta de Andrés para “amnistiar” a los criminales, es decir a los narcotraficantes en primer sitio, para asegurar un periodo de paz y seguridad, elementos fundamentales para el desarrollo nacional y que ahora nos parecen tan lejanos por obra y gracia de la violencia oficial destinada a contrarrestar, se supone, a las de las mafias. México, sin duda, está en el filo de ser señalado como “estado fallido” lo que dejaría en estado de indefensión, al gobierno y los gobernados, ante el acoso de las grandes potencias universales deseosas de extenderse por nuestro territorio.
El referente es sobre los canadienses dispuestos a aumentar inversiones en sus minas de esclavos, los españoles con carta blanca respecto al agio de sus bancos, los ingleses compradoras, a bajo precio, de las empresas colaterales a PEMEX y, en fin, los estadounidenses listos a apoderarse de todo lo demás. Todos ellos, además, cuentan con hábiles presta-nombres, algunos de ellos integrantes lista de los afortunados poseedores de más de mil millones de dólares, dispuestos a correr en contra de los intereses de México con tal de aumentar sus ingresos desproporcionados e indignantes. Desde luego, juegan con fuego.
La ONU y la Comisión Internacional de Derechos Humanos –la Nacional parece estar plegada a los designios de la cúpula de poder, por desgracia-, han determinado, en la misma línea, que no puede permitirse, por inaceptables, más agresiones contra los periodistas ni, mucho menos, las masacres de civiles víctimas de la represión del ejército y la posterior impunidad de sus crímenes. Desde 2014 las evidencias de las intervenciones del ejército han sido despiadadas y fueron repudiadas, en el mundo entero, a partir de la “desaparición forzada” de los cuarenta y tres normalistas –entre ellos un soldado en activo-, en Iguala la noche del 26 de septiembre de ese año.
Los efectos no han terminado. Al contrario, en la medida en que el peñismo entra en su finiquito –la sombra de los candidatos, como antaño, comienza a eclipsar el poder presidencial-, resaltan los actos de barbarie consentidos por un régimen que creyó en la amnesia colectiva como remedio para los señalamientos sobre el brutal comportamiento de las Fuerzas Armadas en su supuesta búsqueda de narcotraficantes.
¿Por qué los aspirantes presidenciales, excepto Andrés con su polémica propuesta no del todo aceptada, no se atreven a dar un paso adelante, todos juntos, para sumarse al esfuerzo de encontrar vías hacia la paz derrotando al flagelo inútil del narcotráfico? Inútil, sí, porque no disminuyen las “exportaciones” de droga hacia el norte ni tampoco el reguero sangriento sobre nuestro suelo.
La Anécdota
La Virgen de Guadalupe no es sólo un símbolo religioso, al que se apegan millones de mexicano, sino igualmente un emblema de la insurgencia como estandarte que fue de Hidalgo y Morelos en los terribles años de las batallas contra la Corona española. Por ello, siempre se esperan de la imagen sacra algunos milagros en pro de sus hijos indefensos.
Uno de ellos sería que el señor peña fuera juzgado apenas terminara su mandato o incluso antes si hubiera verdaderos contrapesos en el poder Judicial; otro, que las campañas por iniciarse pudieran terminarse sin severas alteraciones, financieras y sociales, como prevén los “entendidos”; y uno más, sin duda, tendría que ver con que se respetara el sufragio universal el primero de julio próximo.
La Guadalupana tendrá mucha tarea desde ahora.