Desafío

Rafael Loret de Mola

14/05/15

*Urge Otro Gabinete
*La Violencia “Pega”
*Hidalguense Siempre

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En México la clase política teme modificar la “regla de oro” sobre la impunidad para asegurar la vejez feliz de los ex mandatarios –se mueren y entonces es cuando aparecen sus verdaderos perfiles, por lo general devastadores-, y de los funcionarios claves si bien algunos secretarios de Estado, en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, fueron aprehendidos para cumplimentar así venganzas políticas ruines. Como en el caso del ingeniero Jorge Díaz Serrano quien fue protagonista de una vendetta sucia por parte de miguel de la madrid. No deben olvidarse, igualmente, los casos de Félix Barra García, secretario de la Reforma Agraria con echeverría, y de Eugenio Méndez Docurro, secretario de comunicaciones en el mismo periodo. Luego las aguas “se calmaron”.
Cualquiera hubiera supuesto que con la primera alternancia, en 2000, siquiera iban a ser investigados y confinados, en su caso, algunos siniestros personajes del priísmo autoritario –una dictadura de partido, decían los opositores-, para enterrar el pasado y comenzar a construir ya no sobre los cimientos podridos, rastrojos de los periodos anteriores. Pero no. Contra todos los pronósticos, y aduciendo que no pretendía una “cacería de brujas” –con este lugar común se justifica la impunidad de acuerdo a los apretados criterios de los bobalicones de la política-, el señor fox, a quien luego se uniría la señora de las “muchas faldas”, no indagó, no se metió, no persiguió y ni siquiera averiguó los sucesos criminales en torno a algunas de las figuras emblemáticas del PAN, entre ellos Manuel Clouthier del Rincón –de cuyo “accidente” sólo se sacan conclusiones sobre la participación gubernamental en tiempos de carlos salinas-, y José Ángel Conchello, acaso el mayor intelectual del panismo y quien mejor conocía los negocios petroleros que pretendían extenderse –lo hicieron al fin- al Hoyo de la Dona en el Golfo de México, las mayores reservas de crudo cerradas por decisión discrecional del gobierno de los Estados Unidos y de Bill Clinton para ser exactos. Y como los citados, otros más que ni siquiera merecieron el honor de una estatua para simular la bajeza de sus compañeros de partido, como “Maquío”, mudos ante la atrocidad de su asesinato.
Es curioso, pero desde hace treinta y cinco años se terminaron las pesquisas contra secretarios de Estado si bien han caído en prisión algunos gobernadores: Mario Villanueva Madrid, Andrés Granier Melo o Jesús Reyna García, éste en condición de provisional. ¡Y cuántos más se han salvado en el hilo de las negociaciones! La impunidad ha crecido una barbaridad para reforzar al presidencialismo autoritario que se ha convertido en una suerte de dupla con la partidocracia intolerante. Los pecados aumentaron; las virtudes cesaron.
Esto es: si hace algún tiempo la queja recurrente establecía el señalamiento contra los ex mandatarios intocables –más todavía si los jefes del Estado sexenales están en funciones-, quienes eran sometidos al linchamiento público pero no a la justicia… hasta que luis echeverría fue acusado por genocidio y arraigado unos meses en su domicilio de San Jerónimo; igualmente, ernesto zedillo tiene el poco loable honor de haber sido el primer presidente en ejercicio en haber rendido declaración ministerial por los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu; carlos salinas también lo hizo, en Dublín, pero cuando ya no podía sentarse en la silla presidencial.
¬¬¬¬¬¬La marea bajó de manera alarmante, como cuando está a punto de venírsenos encima un tsunami, desde la aparición de carlos salinas y el fenómeno se recrudeció al arribo de vicente fox quien comenzó con altisonancias y en pocos días volcó sus alabanzas a la gestión de su antecesor priísta, zedillo, para inclinarse por la ruta del continuismo. Ningún otro sacudimiento en el gabinete, digo en materia penal, aun cuando debieron prescindirse de personajes como Luis Téllez Kuenzler quien “sugirió” a calderón que no interviniera la PGR en los análisis e investigaciones del “accidente” sufrido por Juan Camilo Mouriño Terrazo, el 4 de noviembre de 2008, bajo el supuesto de que nadie especulara sobre la posibilidad de un crimen con misiles tierra-aire… parecidos a los utilizados recientemente por la “Nueva Generación” en sus bombardeos en Jalisco incluyendo el vulnerable blanco de un helicóptero militar, hecho éste que trató de ocultarse sin éxito de ninguna naturaleza. Las simulaciones terminan cuando los pueblos despiertan.
El miércoles 6 de mayo, hace ocho días, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decidió responder a los escándalos sobre corrupción dentro de su gobierno –bastante menores a los señalamientos hacia Los Pinos-, solicitando a todos sus ministros que emitirán su renuncia si bien a algunos no se las aceptó por considerarlos libres de toda sospecha. En cada uno de ellos, eso sí, obraba la responsabilidad de irse o quedarse de acuerdo a su conciencia y a los grados de confianza hacia la presidenta y viceversa. Con ello, la inteligente mandataria, en su segundo mandato –cuestión que prefiero eludir en este comentario porque en nuestro país tal sería retroceder a la época de los caudillos y de los generales con pretendido derecho de perpetuidad-, respondió y detuvo la marea en su contra. Hizo bien, porque en todo caso un demócrata debe actuar, siempre, “de oídas”, esto es escuchando el clamor popular y no dejándose endulzar los oídos con la monserga de que “aunque no sea popular” debe imponerse tal o cual medida. Falacia pura: si el mandante, la comunidad nacional en su conjunto, exige una remoción urgente, ésta debe atenderse o, cuando menos, darse una explicación más o menos adecuada a las circunstancias y con suficientes pruebas. De otra manera, se le falta al respeto a la ciudadanía con intolerables acercamientos a la aristocracia moderna.
Al señor peña nieto le sobran las tres cuartas partes de su gabinete. Sencillamente no sirven los titulares de Gobernación, Hacienda, SEDESOL, la SEDENA, Marina, Turismo, Salud, Función Pública – el recién designado Virgilio Andrade Martínez-, así como otros de tan bajo monto que resulta imposible identificarlos. Si se hiciera una encuesta, sólo se recordaría a los primeros citados y en proporción bastante baja como clara evidencia de su evidente falta de presencia y la escasa receptividad de una audiencia nacional que les ha perdido toda la confianza. Más grave no podía ser el hundimiento, en aguas muy heladas, del Titanic peñista. Y estoy cierto de que “enrique” será el primero en ponerse a salvo junto a las mujeres titulares de una dependencia como Claudita Ruiz Masieu, la heredera, quien aseguró con su silencio, sobre el crimen contra su padre, a cambio de turistear por el mundo.
La medida, si bien drástica, de poner fin a un gabinete a todas luces ineficaz, lejos de ser un baldón para la administración federal podría significar, sin duda, una leve posibilidad de remontar la opinión muy adversa de los mexicanos sobre el desempeño de un mandatario temeroso, blindado y más pendiente –en serio- de su agenda diaria sexual, ésta sí inalterable pese a su evidente deterioro físico y, sobre todo, mental. Ni a un niño de primaria se le olvidaría que Jalisco y Guanajuato son entidades federales en vez de Lagos de Moreno y León.

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