Opinión
Desafío
Rafael Loret de Mola
27/05/17
*Los “Jupos” Mandan
*Ciudadanía Crupier
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Invento un nuevo término ahora que está de moda hacerlo con anglicismos que no tienen pies ni cabezas, alrededor de los diabólicos juegos cibernéticos muy alentadores del belicismo, el odio y el racismo. Llamo “jupo” a los juniors políticos tomando las primeras sílabas de cada denominativo en plena moda de vástagos con fortuna y padres influyentes capaces no sólo de financiar su encumbramiento sino de asegurar legados, de dudosa procedencia, a través de sus herederos inútiles.
El caso más notable, al momento, es el de Alejandrito Murat Hinojosa, ungido gobernador de Oaxaca para seguirle pagando a su progenitor, Pepe, los trabajos sucios de Lomas Taurinas. Recuérdese que fue éste quien, junto al maltratado general Domiro García Reyes –a quien no quería Colosio-, modificaron la escena del magnicidio perfilado a modificar el perfil histórico del país y así brindar garantías a los apostadores quienes suelen multiplicar fortunas cuando se presentan las turbulencias políticas.
En la partidocracia mexicana no ha existido organismo con una mayor inclinación hacia el nepotismo que Acción Nacional, cuyos dirigentes suelen darse golpes de pecho a cada rato ocultando latrocinios tan grandes como los cometidos por Guillermo Padrés Elías, Miguel Márquez Márquez, Luis Armando Reynoso Femat y Miguel Ángel Yunes Linares, de Sonora, Guanajuato, Aguascalientes y la eterna Veracruz. De ellos el primero está preso ya y no es poco probable que, desde Estados Unidos, lleguen las órdenes para perseguir a los demás nombrados y a otros más. En todo caso, resultó peor el remedio a la enfermedad. Hablamos sólo de los cuadros panistas que completan legisladores sin escrúpulos y líderes sin autoridad moral.
Dentro de esta línea, el candidato panista al gobierno de Nayarit es un buen espejo. Antonio Echevarría García, junior por partida doble, es hijo del ex gobernador Antonio Echevarría Domínguez, quien renunció al PRI en 1998 para convertirse en uno de los primeros postulantes aliancistas, PAN y PRD al abordaje, pero sin poder sostenerse hasta el final cuando el PRI recuperó el espacio. Con esto se dice todo. El patriarca es fundador, además, del Grupo Empresarial Alica concesionario de Coca-Cola, Volkswagen, Chrysler y Centro 21 entre otros consorcios trasnacionales. Una bicoca.
Además, la senadora panista –claro-, Martha Elena García Gómez, fue una de las frustradas aspirantes a suceder a sus maridos siguiendo los pasos de la inolvidable Marta, la de las “muchas faldas”, quien pretendía hacer con ella una especie de “conejillo de Indias” para el laboratorio de la geopolítica mexicana. No se salió con la suya y sigue en la política, a diferencia de su separado esposo en apariencia, envalentonada por la asunción de su bebé.
En el PAN, hermanos e hijos son materias dispuestas para consolidar los gremios familiares. Pero antes, en tiempos no muy lejanos, sus dirigentes fustigaban esta práctica por inmoral y propensa a la corrupción. Recuérdese, como muestra, los señalamientos contra lópez portillo. Fariseísmo al más puro estilo de los falsos “santones” de la actualidad. ¿Niño maravilla?
La Anécdota
Negociaciones van y vienen. El PAN parece listo a avalar un fraude mayúsculo en el Estado de México a cambio de que el PRI haga lo propio, a favor del blanquiazul, en Nayarit y posiblemente Coahuila en donde el imperio de los Moreira debe caer como un castillo de naipes.
–¿Y la ciudadanía no puede decir nada? –me pregunta un amable lector-.
Como están las cosas desempeña el papel de crupier, quien reparte cartas y cobra a los perdedores a favor de los casinos, para llenar los requisitos de una democracia enferma, como ya hemos dicho, de presidencialismo infectado de partidocracia.