Desafío

Rafael Loret de Mola

5/09/16

*Capitales sin Fondo
*Prioridad de Andrés
*Tomar las Armas, NO

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Tocamos fondo… en cuanto a los capitales que salen del país sin remedio, acumulados por los grandes cómplices del gremio peñista, tan atingentes y complacientes, siempre dispuestos a rodear al presidente y formar, como explicó la burda Carolina Monroy del Mazo, un ejército en su defensa. Ce todas las conductas políticas posibles la de Carolina ha sido, en medio siglo, una de las más abyectas y contrarias al criterio general. Estoy seguro ya de que quieren acabar hasta con el último resquicio del PRI.
Por su parte el señor peña nieto convirtió su informe en una especie de clase universitaria, a un grupo de jóvenes que creen estar así construyendo el futuro, cuando ningún derecho tiene para ello vencido por las pruebas en su contra, convertido en el plagiario nacional y en un ignorante que no requirió ni leer su propia tesis para encumbrarse. Vaya lección que se les está dando a los estudiantes de hoy. Ni con el flagelo de díaz ordaz.
Sí, es cierto. A peña e favorecen los distractores y hasta tiene una sospechosa suerte: la muerte de Juan Gabriel, el pasado domingo 28 de agosto –la fecha en la que Manolete sufrió la herida mortal que le postró en 1947-, le vino a dedillo no sólo para distraer a las masas por la caída del “ídolo” –con serias sospechas sobre el desenlace por el retraso en comunicar la noticia y el sigilo extremo de familiares a los que él no quería cerca-, sino para disminuir la animosidad de millones de mexicanos hastiados de su gestión presidencial y de cuanto representa. ¿Será sólo buena fortuna con cargo a los dramas de los demás?
El impacto fue tan grande como el avionazo en el que murió, en abril de 1957, el queridísimo Pero Infante Cruz, acaso el mayor icono de la farándula mexicano en más de medio siglo. Todo se vino abajo, incluyendo su aeronave cargada de contrabando, en Mérida, sobre una casa de paja en donde una pobre señora, víctima también, cumplía sus funciones escatológicas y así acabó sus días, quemada como si hubiera hecho erupción un volcán en donde sólo existe un cerro, en Muna, en la enorme planicie yucateca.
En la víspera del informe, tan insulso, bajo el lema de que “también hay cosas buenas que contar y cuentan mucho”, si bien no tantas como las malas que nos atan sin remedio a un futuro incierto, corroído ya desde ahora, los niveles de desaprobación del titular del Ejecutivo crecieron, nada menos, al ochenta y ocho por ciento. Lo que me asombra no es este dato sino saber que existe un doce por ciento de mexicanos que viven en otra latitud pero deambulan por allí en medio del más tremendo caos que podamos imaginarnos, asegurando que el mexiquense lo ha hecho bien; ni los burócratas se lo creen y, si acaso, sólo algunos, no todos, de sus secretarios de Estado se animan a poner las manos al fuego por él… si este sacrificio, recordando a Cuauhtémoc, les acerca a la postulación priísta a la Presidencia. ¿De verdad creerán que pueden ganar desde esta posición partidista?
Pese a la catástrofe política lo más grave, disimulado en un informe con buenas noticias –productos de la inercia gubernamental y no de las decisiones razonables y justas-, es la fuga de capitales combinada con una deficiente, absurda, distribución del gasto público incluyendo más de quince mil millones de pesos para sostener la infraestructura electoral en un país en donde NO existe la democracia y los institutos políticos sólo obtienen cuatro mil millones de la partida. Los once mil restantes, sencillamente, están destinados a la operación del organismo más cuestionado y cuestionable entre las instituciones. A estas alturas, no entiendo cómo, por ejemplo, la izquierda, dos veces defraudada sin género de dudas e incapaz de defender y asegurar los sufragios a su favor –con lo que se ha engañado a sus creyentes-, insiste en jugar con las mismas reglas del juego comicial a sabiendas de que ya, desde ahora, con la experiencia obtenida en las elecciones de los años anteriores –alianzas turbias, postulantes criminales y una ceguera increíble respecto a los fondos non santos-, se prepara para asegurar la continuidad aunque sea a través del segundo retorno insólito: el del PAN.
Por supuesto, la izquierda no repara en la tendencia hacia la derecha que mantienen los aspirantes a la Casa Blanca, sobre todo el “pato” Donald Trump –a quien no le valen las encuestas generales, voto por voto, porque sólo le interesa reunir a los estados con mayor influencia en el mapa electoral-, y la obcecación por asegurar los mercados del sur, comenzando con México, a través de gobiernos débiles por corruptos y limitados por efecto de la ignorancia.
Así que sumamos. Quince mil millones de pesos tirados al basurero de la demagogia con la complicidad de los partidos políticos dispuestos a recibir migajas: más de mil millones, el PRI, y cuatrocientos millones la MORENA de Andrés Manuel, pasando por el PAN –setecientos ochenta y dos millones-, y el PRD –cuatrocientos setenta y siete millones-. Toda una ganga electoral lista para representar una lid rebosante de desequilibrios y grandes candados para dirigir los procesos según convenga a los intereses continentales.
Eso no es todo sino sólo la hebra de la madeja. No queda duda alguna, pese a la amplitud de los fondos destinados a los partidos con y hasta sin registro –caso curioso es el del Partido del Trabajo que lo perdió y luego recuperó gracias a unos escrutinios tardíos y amañados en Zacatecas-, de la introducción de dinero sucio a las campañas políticas. Las ofertas son muy específicas: los aceptas y los candidatos quedan comprometidos; no los aceptas y los mismos muerden el polvo antes o después de la celebración de las elecciones. Y, por supuesto, el conjunto tiene un miedo pavoroso, algo así como los límites que ya se le impusieron al bravucón Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León.
No podría entenderse, de otra manera, el dispendio priísta en 2012 con tres fuentes conocidas: primero, el endeudamiento de las entidades gobernadas por los cómplices de peña –digamos Coahuila de los Moreira, Veracruz de Duarte, Chihuahua del otro Duarte, Nuevo León de los Medina, Jalisco de los Sandoval, Quintana Roo de los Borge, Yucatán de los Cervera –con Ivonne Ortega Pacheco en el papel principal-, Sinaloa de Malova y Tamaui¿lipas, desde luego, de los Yarrington, Cavazos, Hernández y Torre Cantú. Un abanico de colores miserables y efímeros.
La segunda fuente conocida durante la maledicente campaña de peña fue, sin duda, el dinero sucio proveniente de ciertos arreglos soterrados que impidieron que el proceso callera en el abismo de la violencia creada por el mismo sistema político. ¿A cuánto se remonta la recoja? No es posible preciarla pero hablamos de cientos de millones de dólares que, por supuesto, el inútil INE ni siquiera vio por pasar por sus narices, ni para olerlos. Podrá alegar ahora que los hechos están consumados; lo estarán, sí, cuando los consejeros, encabezados por Lorenzo Córdova Vianello, el último de sus presidentes consejeros y el primero del INE, sean encarcelados por sus acciones de extrema simulación en medio de la marea de la corrupción.

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