06/03/18.- La administración del presidente Donald Trump escaló lo que había sido una guerra de palabras sobre la agenda de inmigración de California.
Presentó una demanda este martes por la noche que equivale a un ataque preventivo contra las llamadas leyes de santuario del estado, conforme al diario The New York Times.
El Departamento de Justicia demandó a California, al gobernador Jerry Brown, y el fiscal general del estado, Xavier Becerra, en más de tres leyes estatales aprobadas en los últimos meses, diciendo que “hacen que sea imposible para los funcionarios federales de inmigración hacer su trabajo y deportar a los criminales que ingresan ilegalmente a Estados Unidos”.
El Departamento de Justicia calificó las leyes como inconstitucionales y le pidió a un juez que las bloqueara.
La demanda fue el ataque más audaz del departamento hasta el momento contra el estado, uno de los más fuertes opositores a los esfuerzos de Trump para frenar la inmigración.
También sirvió como advertencia para los legisladores demócratas y los funcionarios electos de todo el país que han promulgado políticas de santuario que brindan protección a los inmigrantes indocumentados.
«El Departamento de Justicia y la administración Trump van a luchar contra estas injustas, injustas e inconstitucionales políticas que se le han impuesto», planea decir el Fiscal General, Jeff Sessions, en un acto policial en Sacramento.
«Creo que vamos a ganar», añadió.
La batalla enfrenta al presidente Trump y a Sessions, de línea dura de inmigración, contra Brown y Becerra, quienes se han convertido en francos adversarios que han ayudado a dinamizar la oposición al magnate y han prometido preservar los valores progresistas que creen que California encarna.
Es por ello, que Brown calificó la demanda como un «truco político» en una declaración.
«En un momento de agitación política sin precedentes, Jeff Sessions ha venido a California para dividir aún más y polarizar a Estados Unidos», expresó.
«Jeff, estas acrobacias políticas pueden ser la norma en Washington, pero no funcionan aquí. ¡¡¡TRISTE!!!»
Reiteró que la Ley de Valores de California prohíbe a las autoridades locales preguntar sobre el estado de inmigración durante las interacciones de rutina, pero que no prohíbe a los agentes federales de inmigración trabajar con alguaciles locales o cooperar con ellos en la deportación de personas en prisión o cárceles.
California comenzó a luchar contra la administración Trump incluso antes de que él asumiera la presidencia, oponiéndose a una letanía de problemas, que incluyen mariguana, regulaciones ambientales e impuestos.
Agencias