De política y cosas peores

«¡Miserable! ¡Despreciable! ¡Abominable! ¡Detestable! ¡Execrable! ¡Vituperable! ¡Reprobable!». Todos esos voquibles ofensivos le espetó doña Macalota a su esposo don Chinguetas cuando lo sorprendió refocilándose con la joven y linda criadita de la casa. «Pero, mujer -trató de justificarse el tarambana-. Marilina terminó su quehacer más temprano que de costumbre, y no era cosa de dejar que estuviera mano sobre mano sin hacer nada». Don Ausencio era más sordo que una tapia. Que una tapia sorda, quiero decir, pues ya se sabe que las paredes oyen. Cierto día hizo un viaje en tren con su hijo, y éste entabló plática con el pasajero que iba al lado. En el curso de la conversación el muchacho se enteró de que el señor era del mismo pueblo de sus padres, y así se lo hizo saber a su papá gritándole al oído. «Pregúntale -le dijo don Ausencio- si conoció a Isigonia Lapetates». Tal era el nombre de la esposa del sordo señor y madre del muchacho. «¿Que si la conocí? -se apresuró a contestar el pasajero-. Claro que la conocí, incluso en el sentido bíblico de la palabra. Es la mujer de cascos más ligeros que he tratado a lo largo mi vida. En el pueblo le decíamos La Tosferina , porque todos la tuvimos». Pregunto don Ausencio ansiosamente: «¿Qué dice? ¿Qué dice?». Respondió, mohíno, el muchacho: «Dice que no la conoció». Violencia y corrupción son dos de las mayores lacras que sufre ese país. Ambas son práctica común entre los líderes de la nefasta CNTE, que tanto daño ha hecho y sigue haciendo en los estados donde ejerce su cacicazgo y donde continuamente ha practicado esa forma de violencia que es la corrupción y esa forma de corrupción que es la violencia. Bien hace entonces López Obrador al plantar cara ante esa nociva organización que exige en forma prepotente que la nómina magisterial sea entregada a los gobiernos locales en vez de ser controlada por la Federación. El manejo de esa nómina por los estados ha sido causa de que la CNTE se apodere de ella valiéndose de la debilidad de gobernantes atemorizados por los actos de presión de ese violento grupo. De ese modo los líderes han dispuesto a su antojo de los dineros públicos, y han hecho de esa nómina una mina de oro para su beneficio y el de su organización. Conozco una entidad donde la CNTE inventó cerca de 5 mil plazas inexistentes, y cobraba los sueldos de esos profesores fantasmas. Por eso los líderes quieren evitar a toda costa que el gobierno federal se haga cargo de la nómina magisterial, pues así pierden una fuente sustanciosa de medro sindical y personal. Es encomiable entonces la actitud del Presidente electo, que se muestra dispuesto a enfrentar las embestidas de la CNTE con tal de acabar con la intermediación en el pago a los maestros. La educación es un bien demasiado valioso para dejarlo en manos de líderes corruptos y violentos. El Lobo Feroz quiso aprovechar la inocencia de Caperucita Roja para acercarse a ella. Le propuso con sonrisa mendaz y untuoso acento: «Hermosa niña: ¿jugamos a las comiditas?». «¡Uh no! -rechazó la invitación Caperucita-. Así con eme no». El juez llamó aparte a la acusada, mujer de espléndido tetamen y aventajado nalgatorio. Le dijo: «Lo primero que le voy a pedir, señorita, es que no crea el cuento ése de que los jueces somos insobornables». Afrodisio, galán concupiscente, estaba yogando con Dulcibella, muchacha sin ciencia de la vida, en la habitación número 210 del popular Motel Kamagua. En medio del erótico episodio ella le preguntó al lúbrico sujeto: «¿Me amas, Afrodisio?». «¡Carajo! -exclamó con impaciencia el tipo-. ¿A quién se le ocurre hablar de amor en un momento como éste?». FIN.

MIRADOR.

Aquel hombre tenía 30 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 40 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 50 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 60 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 70 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 80 años y un sueño.
Era joven.
Aquel hombre tenía 20 años.
Sin embargo no tenía un solo sueño.
Era viejo.

¡Hasta mañana!…

Share Button