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De política y cosas peores


5/10/2018 – Babalucas hizo un viaje de su pueblo a la gran ciudad. Al llegar le pidió al taxista que lo llevara a un sitio donde hubiera mujeres complacientes con las cuales se pudiera pasar un agradable rato. Le dijo el del taxi: «Lo llevaré al Columpio del Amor. Es una casa de mala nota muy reconocida. Ahí encontrará lo que busca». Al día siguiente el mismo taxista pasó por Babalucas a su hotel. Le preguntó, curioso: «¿Cómo le fue anoche en el Columpio del Amor?». «Muy mal -respondió mohíno el badulaque-. No pude entrar a la famosa casa». «¿Por qué?» -se sorprendió el taxista. Explicó Babalucas: «Sobre la puerta había un foco rojo». «Naturalmente -dijo el otro-. Es una casa de mala nota; por eso tiene un foco rojo». «Sí -aceptó el tonto roque-. Pero nunca se puso en verde»… Don Martiriano es el sufrido esposo de doña Jodoncia. Un compañero suyo le dijo en la oficina: «Te veotriste, Marti. ¿Qué te pasa?». Respondió con voz feble el desdichado: «Tengo muchos problemas en mi casa. Ya no sé qué hacer». El amigo trató de consolarlo: «No te aflijas. A la salida del trabajo nos iremos por ahí a ahogar tus penas». «Es inútil -acotó don Martiriano con un hondo suspiro-. Mi mujer sabe nadar muy bien»… «Dime, Pepito -preguntó la profesora-. ¿Qué significa la palabra monogamia ?». «No sé exactamente, maestra -contestó el chiquillo-, pero supongo que tiene algo qué ver con monotonía «. Sonora palabra es «voluntarismo». El diccionario la define en una de sus acepciones: «Actitud que funda sus previsiones más en el deseo de que se cumplan que en las posibilidades reales». Pienso que tal es la actitud de López Obrador en algunos de sus pronunciamientos. Las promesas que ha hecho de dar pensiones a Pedro, Juan y varios entrañan, no cabe duda, una buena intención: la de favorecer a grupos necesitados de apoyo. Pero si se hacen cuentas los números no cuadran, y resulta difícil determinar de dónde saldrán los recursos necesarios para pagar tales ayudas. AMLO sostiene la idea de que acabando con la corrupción y reduciendo los sueldos de los funcionarios se juntarán enormes cantidades de dinero que servirán para dar esas pensiones. Esos cálculos, sin embargo, parecen mal fundados si se toma en cuenta el altísimo costo de las subvenciones que ha ofrecido a tanta gente. Los buenos deseos del futuro Presidente corren el riesgo de estrellarse contra la realidad, de tal manera que sus ofrecimientos podrían quedar en meras promesas de campaña, en palabras de político tradicional para seducir al pueblo y obtener su voto. Los hechos pesan demasiado; no puede ser movidos por un solo dedito. Ojalá en los meses que faltan para que López Obrador asuma el cargo para el que fue elegido, ese peligroso voluntarismo que hasta ahora ha demostrado sea sustituido por una planeación seria que le permita hacer un buen gobierno fincado en realidades y no en meros deseos. Ya conocemos a Capronio. Es un sujeto ruin y desconsiderado. Cierto día su esposa le preguntó: «¿Estás triste porque mi mamá se va mañana?». «Si -respondió Capronio-. Yo pensé que se iba hoy». Dulcilí le dijo a Susiflor: «El vino me afloja la lengua». Replicó Susiflor: «A mí la ropa». Una mujer célibe y bastante entrada en años le contó a su amiga: «Anoche iba yo por un oscuro callejón y me salió al paso un individuo que me apuntó con una pistola y me dijo: ¡El dinero o el honor! «. «¡Qué barbaridad! -se consternó la amiga-. ¿Y qué sucedió luego?». Replicó la madura señorita: «Hice como que no traía dinero». La señora le preguntó a su hija: «¿No se propasó anoche contigo ese muchacho?». «Al contrario, mami -contestó la chica-. Me dijo que me haría el amor dos veces, y solamente me lo hizo una». FIN.

MIRADOR.

El caminante se acercó a Hu-Ssong, que estaba sentado a la orilla del camino. Hu-Ssong no había recorrido jamás camino alguno, pero los conocía todos porque leía mucho
-Dime -le preguntó el hombre- ¿voy bien por este camino?
Hu-Ssong guardó silencio. Sabía que a veces el silencio no es oro, sino cobre, pero en esta ocasión guardó silencio, porque a menudo el silencio sabio es la mejor respuesta a una pregunta necia.
Así, el caminante le volvió a preguntar:
-¿Voy bien por este camino?
Hu-Ssong entonces lo interrogó a su vez:
-¿A dónde vas?
Replicó el otro:
-No lo sé.
Y dijo entonces Hu-Ssong:
-Si no sabes a dónde vas puedes tomar cualquier camino. Todos te llevarán a donde no sabes.

¡Hasta mañana!…

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