13/03/2017 – Se aplica mayor control para canalizar los beneficios a lo más necesitados, pero solo de manera temporal
Héctor Flores
Durante el primer bimestre de este año debido a la carestía y el desempleo, más familias se acercaron a solicitar ayuda alimenticia en Cáritas de Matamoros, pero debido a que del mismo modo se ha reducido la aportación de donativos, hoy se tiene que llevar un estricto control de esos beneficios para que lleguen a quien realmente lo amerita.
Registro
María Rosa Sánchez Garza, integrante del consejo de administración de esta asociación civil, explica que en enero 890 familias recibieron ayuda con despensa, para febrero fueron 1165.
Esto fue en el periodo de crisis con respecto al precio de la gasolina y la escalada de precios en el mercado, pues su poder de compra se redujo significativamente, pues hay que considerar que algunas familias dependen del salario de un obrero, que llega a ganar unos 700 pesos por semana.
Otro factor es que tradicionalmente muchas personas inician el año sin trabajo, así que buscan una alternativa de solución a sus necesidades.
Control
Cáritas se ha visto en la necesidad de aplicar algunos “filtros” con el objetivo de asegurar que la ayuda se proporcione a los más vulnerables, de ahí la necesidad de aplicar un estudio socioeconómico para establecer si el candidato tiene empleo, sus ingresos, cuántos dependientes económicos tiene y por cuánto tiempo requerirá la ayuda.
Esto, porque el programa tiene por objetivo ayudarles en momentos de dificultad, que puede ser desde 15 días hasta tres meses, no es algo permanente, porque es mucha la necesidad que hay en la comunidad.
Un detalle interesante es que el modelo de familia que se atiende no se circunscribe a la pareja y los hijos, sino que se incluye por lo regular a otros miembros como los abuelitos, algún hermano, primo, incluso amistades cercanas a las que temporalmente dan alojamiento mientras buscan dónde vivir.
Con esto el concepto familiar es un grupo mínimo de cuatro personas cuando menos, todos dependiendo de un salario por lo regular.
Menor capacidad
Pero mientras más solicitudes de apoyo se presentan, se reduce sustancialmente la aportación que hacen varias empresas altruistas de la ciudad, pues aunque reciben su correspondiente recibo deducible de impuestos, se ven limitadas para continuar con su labor benefactora en la misma proporción.
Por este motivo a los solicitantes que están en condición de aportar una cuota de recuperación, se les aplica, para solventar por ejemplo costos de combustible y la nómina del personal, un promedio de 30 pesos, pero el alimento que reciben rebasa por mucho ese importe.
No son desechos
Un dato interesante es que no se trata de productos que desechan las casas comerciales porque están a punto de caducar, sino que son donativos que hacen las empresas como una forma de contribuir con la sociedad, es decir, no representa riesgo para su salud el consumo.
Agencias