MÉXICO, DF. 24/01/15.-Con el objetivo de disminuir el impacto ambiental de la industria avícola y al mismo tiempo aprovechar la gran cantidad de proteínas que contienen los desechos de esta actividad, estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de Atlixco (ITSA) desarrollaron un proyecto para extraer queratina de las plumas de gallina.
De acuerdo con el documento Manejo de los desechos avícolas, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), los desechos generados por la industria avícola afectan la calidad del agua, del aire y del suelo.
Asimismo, otro documento, Gestión de residuos de aves de corral en los países en desarrollo. Desechos del matadero, publicado por el investigador Charles Michael Williams, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y difundido también por la FAO, señala que uno de los principales residuos sólidos de esa actividad son las plumas, ya que constituyen entre 7 y 10 por ciento del peso vivo de las aves.
Con el objetivo de evitar estos daños ambientales, Lizzete Martínez Ramírez, estudiante del ITSA, realizó un proyecto para aprovechar al máximo las plumas, en especial las de las gallinas.
La alumna indicó que a través de un proceso químico se obtienen tres productos secundarios a partir de las plumas de aves: queratina –que podría ser utilizada en la industria cosmética–, un regenerador de suelo y cera para la aplicación en impermeabilizantes.
Detalló que el proceso es el siguiente: “primero se lavan las plumas, después se les practica un lixiviado o un lavado con solventes, el cual es recuperado en otro recipiente para evitar dañar al medio ambiente; posteriormente se realiza una hidrólisis química en la que se encuentran presentes componentes como el hidróxido de sodio y alcohol”.
Al terminar esta reacción, se realiza la separación de los componentes a través de filtración, para después hacer la solubilización de las proteínas.
La estudiante de ingeniería bioquímica abundó en que durante las diversas fases del procesamiento químico se obtienen los productos secundarios. Por ejemplo, los residuos que se derivan de la filtración sólo se neutralizan para convertirlos en composta o regenerador de suelo.
En tanto, la cera para la aplicación en impermeabilizantes se obtiene durante la fase de lixiviado; “de esta manera se aprovechan todos los residuos que se generan durante el proceso”, subrayó.
Martínez Ramírez indicó que actualmente todas las fases del proceso químico para la obtención de los tres productos ya están en trámite de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Innovar para disminuir los costos
Asimismo, señaló que uno de los objetivos del proyecto, además de ayudar a disminuir la contaminación, es reducir los costos de elaboración de los productos.
“La queratina generalmente se obtiene de procesos de hidrólisis química o enzimática biológica; sin embargo, a través de estos procesos se corre el riesgo de perder la proteína porque es una molécula muy grande. Además, los equipos para realizar estos procesos son muy caros, en cambio, como nosotros lo estamos haciendo no se requiere de equipos costosos, sólo usamos un pequeño reactor y componentes que tenemos en el laboratorio”.
Por tal razón, los costos de producción que propone Lizzete Martínez son menores que los convencionales y el precio del producto final podría ser hasta 60 por ciento más bajo.
“A través del proceso que propongo, el kilo de queratina tendría un costo aproximado de 70 u 80 dólares, lo cual es muy barato, ya que su precio regular es de 250 dólares el kilo”.
Adelantó que en los siguientes meses trabajará en un proyecto para instalar una planta piloto en el ITSA, para que una vez que se logre generar estos productos, se empiece a planear su comercialización.
Por tal razón, tendrán que pasar por lo menos un par de años para que la queratina, el regenerador de suelo y la cera para la aplicación en impermeabilizantes puedan ser comercializados en nuestro país.