Complejidad económica generará crecimiento

14/01/2016 – Guadalajara, Jalisco.- La complejidad comercial y económica de Jalisco, puntero en diferentes sectores a nivel nacional, traería buenos dividendos en el año 2016; un año que se presume turbulento y con incertidumbre en los mercados y las divisas. Así coinciden dos académicos de la Universidad Panamericana, Nora Claudia Ampudia Márquez e Israel Macías López.
«Nuestra complejidad nos permite ser menos vulnerables ante los cambios» que tendrá el 2016 en materia económica, dijo Ampudia Márquez. De acuerdo con los datos reportados por la especialista, Jalisco se encuentra enclavado en la zona del Bajío mexicano, una de las áreas con más dinamismo económico en el 2015.

PIB
Además, al ser un estado de grandes dimensiones, que le aporta el 11% del PIB nacional a México, se estima que cada punto porcentual de la entidad equivale a ocho mil 220 millones de pesos. Por lo que el Estado podría crecer por arriba de la media nacional.
¿Por qué podría crecer Jalisco, en comparación con otros Estados?
Porque mucha de su maquila y manufactura seguirá viéndose beneficiada por las inversiones extranjeras en dólares. El cambio alcista en las divisas norteamericanas frente al peso mexicano colocan a la entidad en un área de oportunidad en los sectores de turismo, exportaciones, las remesas, la inversión extranjera directa y la depreciación del peso genera competitividad en materia de proveedores.
Para ponerlo en números: 36 de cada 100 pesos que se producen en Jalisco lo generan industrias dolarizadas, es decir, que utilizan la moneda norteamericana para vender productos o servicios. Si el dólar está caro, en 18 pesos por ejemplo, eso quiere decir habrá mejores dividendos para este tipo de sectores.

El papel del Estado será promover inversiones
Israel Macías López cree que las reformas estructurales en materia energética tuvieron una mala suerte, y lo ejemplifica de la siguiente manera. Hace dos años, cuando inició el cabildeo para lograr la apertura en la venta de petróleo, la cotización del barril rozaba los 80 dólares. Apenas esta semana, ya con la instrumentación de la reforma, el mismo barril cuesta 22 dólares.
«Es como cuando haces una fiesta, tienes todo servido, esperas a los invitados… y llega alguien y te lo arruina, o no llegan tus invitados». Eso pasó con la reforma energética, a sabiendas que las reformas estructurales «no son de resultados inmediatos».
Es por eso que tanto él como Ampudia Ramírez, creen que el papel del Estado será definir a cuáles obras se les debe de apostar, ahora que el dinero será una limitación en el gasto público. Pero también, cómo pueden empujar las inversiones privadas en un terreno con la incertidumbre por una posible recesión.

Notimex

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