1/09/2017 – Las tareas de rescate seguían este viernes en numerosas localidades de Texas tras el paso del devastador ciclón Harvey, que ha causado ya al menos 38 muertos y decenas de miles de desplazados, y continúa su paso ahora por Tennesse como depresión tropical.
En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no ha llovido en las últimas 24 horas, más de 32,000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.
El tiempo, además, ha permitido comenzar las tareas de limpieza, una vez que las aguas han comenzado a retroceder en el área de Houston, donde viven en torno a 6.5 millones de personas.
Al problema de las inundaciones, calificadas de «catastróficas» por las autoridades, se sumaron el jueves varias explosiones en una planta química en Crosby, 15 millas al nordeste de Houston, lo que provocó que las autoridades evacuasen un área de casi 1.5 millas en su entorno ante el peligro de nuevas explosiones.
El foco de la tormenta, por su parte, movió hacia el nordeste, pasando la frontera entre Texas y Luisiana, donde ha dejado copiosas lluvias y un similar rastro de destrucción e inundaciones, lo que ha obligado a las autoridades a abrir algunos refugios.
Una de las localidades más golpeadas, es Beaumont, con 120,000 habitantes y en el extremo suroriental de Texas, cerca de la frontera con Luisiana, y cuyo jefe de bomberos, Brad Pennison, ha señalado que «toda la ciudad se encuentra anegada» y se ha interrumpido el suministro de agua potable.
Debido a ello, Pennison ha instado a los ciudadanos a que hiervan agua antes de su consumo para evitar enfermedades.
En una situación similar se encuentra Port Arthur, cercana a Beamont y 105 millas al este de Houston.
Precisamente, en Port Arthur, donde viven 50,000 personas, se encuentra Motiva, la mayor refinería de petróleo de EEUU, que este miércoles anunció su cierre temporal «en respuesta a las crecientes inundaciones».
Dado que esta zona de Texas es el corazón de la industria de refino de petróleo de Estados Unidos, se calcula que casi un 25% del total de la capacidad del país se encuentra paralizada, lo que los expertos aseguran tendrá un impacto en los precios de la gasolina.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viajó el jueves a la zona para supervisar las labores y observar de primera mano los trágicos efectos de Harvey, ya convertido en depresión tropical, después de que el martes lo hiciese el presidente Donald Trump.
El vicepresidente explicó que 311,000 víctimas de Harvey ya han solicitado ayudas y dijo que el Gobierno espera que el Congreso «trabaje rápido» para aprobar estas ayudas económicas para los ciudadanos y negocios afectados.
Aunque posteriormente se convirtió en tormenta tropical, Harvey fue el huracán más potente en llegar a Estados Unidos desde 2005, cuando el Katrina asoló Nueva Orleans, y el mayor en afectar a Texas desde 1961.
Agencias