WASHINGTON DC (26/01/15).- Un médico tras otro le dijo a Pamela Shavaun Scott que para extirparle un tumor que le causaba fuertes dolores de cabeza era necesario perforarle la parte superior del cráneo y empujar a un lado parte del cerebro. Pero entonces un especialista le sugirió otra opción, sorprendente: operarla a través del párpado.
La idea consiste en hacer una pequeña incisión en el pliegue del párpado y pasar por encima del globo ocular para llegar al centro del cráneo, una zona de difícil alcance para los cirujanos.
«Lo bueno es que tenemos que perforar menos en el cráneo», explica el doctor S. Tonya Stefko, del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
Las operaciones del cerebro poco invasivas no son comunes, pero los cirujanos buscan otras formas de llegar a tumores, aneurismas y otros problemas tratando de ocasionar el menor trauma posible, con la esperanza de que los enfermos se recuperen más rápido.
La experiencia de Scott muestra lo difícil que puede ser para los pacientes buscar alternativas como la de la cirugía a través del párpado, que sólo realiza un pequeño número de equipos quirúrgicos altamente especializados, o incluso saber qué preguntar.
Scott sabía que los principales centros médicos a menudo ofrecen consultas para obtener una segunda opinión, y así que comenzó la caza de otras posibilidades. Para ayudarla, su esposo usó una impresora 3D para crear un modelo de tamaño natural del cráneo de ella, con todo y tumor, un meningioma que estaba creciendo detrás del ojo izquierdo, para que los cirujanos lo pudieran examinar.
«Lo triste es que la gente no sabe que hay otras opciones más allá de las que les dice su médico de pueblo», dijo Scott, de 56 años, quien viajó desde su casa en Morro Bay, California, a Pittsburgh. «Me siento como un milagro andante».
Es todo un desafío llegar a ese punto en la base del cerebro, detrás de los ojos. La cirugía tradicional significa crear una gran abertura en el cráneo para dar a los médicos un montón de espacio de maniobra.
Para ese método los médicos deben moverse cuidadosamente, pasado a un lado de secciones sanas del cerebro. Los médicos le advirtieron a Scott que debido a que el tumor estaba en una zona de difícil acceso, existía el riesgo de que la operación le afectara la vista e incluso le provocara problemas cognitivos.
El doctor Robert Harbaugh, presidente de la Asociación de Neurocirujanos de Estados Unidos, advierte que las cirugías transorbitales no se han estudiado oficialmente para comparar los resultados con las operaciones tradicionales.
«Vale la pena explorar» esta operación, dijo. Pero «que sea nueva no significa que sea necesariamente mejor».