Marco A. Vázquez
19/10/15
Que los maten a todos…
El político mexicano es flojo, no corre riesgos, y menos invierte dinero en proyectos que no le dejaran ganancias, peor aún, actúa sin pensarlo cuando huele el billete, cuando olfatea que puede hacer un negocio que le reditúe pingues ganancias y le permita seguir en ese ritmo de vida que semeja, casi siempre, al de un jeque árabe, con la diferencia de que los nuestros nunca han trabajado.
Le achacan a Porfirio Díaz, aquel presidente que se convirtió en tirano, en cacique, y gobernó el país por más de 30 años, una frase que para él era la solución a los problemas cuando se registraban revueltas, “que los maten en caliente”.
El 68 con su matanza de estudiantes dibuja de cuerpo entero lo que fue Gustavo Díaz Ordaz como presidente, le fue suficiente acusar de comunistas a los estudiantes y argumentar que causaban mala imagen y problemas, esto previo a las olimpiadas, para ordenar que el Ejército cometiera una de las peores barbaries de la historia moderna.
Más recientemente, en el sexenio trágico del presidente Carlos Salinas de Gortari, la izquierda de México afirma que para el chaparrito era muy socorrida la frase de “ni los veo ni los oigo” para referirse a sus enemigos, pero que la realidad era más cruel, varias matanzas y la desaparición forzada, la muerte pues, eran la sentencia que recibían quienes no estaban de acuerdo con sus formas de manejar al país.
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto pensaron de forma similar para resolver el problema de drogas que atravesaba el país y que nos hace mucho daño, usaron las balas como solución, acabar con todo lo que se mueva, nunca se dieron cuenta, y no quisieron invertir dinero para enterarse, que la situación era más complicada, que requería propuestas inteligentes, de vanguardia.
Por supuesto, también los políticos mexicanos han sido muy prácticos, cuando no han podido solucionar los conflictos han recurrido a legalizarlos, después de severos golpes, y de esa manera mantenían la calma.
Ese es nuestro México, un país donde la solución de los problemas es matando a quien “los provoca”, por supuesto, le insisto, si es que no se ve por la autoridad la posibilidad de negocio antes de llegar a esas acciones que, lamentablemente, ni les preocupan a quienes ejercen el poder.
Todo esto viene a colación porque el debate por la legalización de las drogas entró nuevamente al escenario nacional, ahora son los Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación los que hablan del uso de la mariguana con fines lúdicos, de diversión o juego pues, y es probable que por ahí empiece otra tragedia para la nación.
Lo que se sabe es que a parte de los que están en el gobierno les fascina la idea de que se empiece a pagar impuestos por venta de drogar a nuestros muchachos, por hacerlos desequilibrados, por generar la posibilidad de que alguien, en esas condiciones, viole mujeres o niños, mate, incluso que se quede ciego o vuelva loco provocándole gastos futuros al Estado.
Claro, ellos piensan en el negocio de la mariguana, en esos miles de millones de dólares y, por lo tanto, en que debe dejar muchas ganancias, se escudan con argumentos tan torpes como el decir que legalizar la droga impedirá más muertes y tanta violencia por el mercado ilegal de la misma.
No dicen, ni lo dirán nunca los hombres del poder, que bajo los efectos de la maléfica se han cometido atrocidades, tampoco nos alertan que ese dinero se lo piensan robar, y mucho menos que se incrementará el uso de la mariguana en jóvenes que no han madurado emocionalmente, por supuesto, menos nos advierten que subirán los delitos como el robo, el asalto a mano armada, el saqueo de domicilios e incluso los asesinatos porque muchos necesitaran dinero para ir a la farmacia a comprar su dosis.
Triste México, otra vez sus políticos piensan en matar para resolver sus problemas de gobernabilidad y para seguir enriqueciéndose sin que nadie les haga sombra, por supuesto que no todos creen eso, hay otros peores, perversos que consideran que legalizando los delitos se acaban sus dificultades, al rato, y a ese ritmo, van a hacernos creer que matando a los pobres se acabará la pobreza, y mejor ni les damos ideas, no vayan a soltar aquella frase de que nos maten a todos, y en caliente.
En otras cosas… Por supuesto que los asuntos de seguridad siguen siendo la preocupación de los tamaulipecos, no hay duda de que seguimos padeciendo de ese mal pero no por ello se deben dejar de reconocer los avances.
Este gobierno, el de Egidio Torre Cantú, el viernes se adjudicó un éxito más en esa tarea, atraparon al último de los objetivos prioritarios de la primera fase de seguridad que se implementó, a un jefe de la delincuencia que causaba problemas en Matamoros.
Ahora, no crea que sólo es atrapar a los grandes delincuentes las señas de avance, igual se ve más inversión extranjera, más empleo, y la semana pasada empezó la Feria de la Cosecha en San Fernando, un evento de fiesta en una región que tenía más de 12 años sin fiesta, sin saber de situaciones de distracción de esta envergadura.
Lo dicho, hay muchas cosas positivas, señales de que se avanza, resultados que dan pie a argumentarle que se tiene progreso.
Por los rumbos del Congreso del Estado se especificó que las personas que hayan sufrido algún daño económico, físico, mental, emocional o en general cualquiera puesta en peligro de sus derechos a consecuencia de un delito, tiene garantizada la protección en las leyes de Tamaulipas.
Eso lo manifestó la diputada Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, al resaltar que el Gobernador Egidio Torre Cantú y el Congreso del Estado, han trabajado en unidad para ofrecer el apoyo que este sector demanda.
En la UAT se organizó y desarrolló el encuentro de música y danza folklórica durante todo el fin de semana del 16 al 18 de octubre en escenarios como la plaza Juárez y el Centro Cultural Tamaulipas, además de planteles universitarios, plazas y espacios públicos de sectores populares de Ciudad Victoria donde cientos de asistentes disfrutaron de las expresiones artísticas.
La fiesta inaugural estuvo a cargo del Rector Enrique Etienne Pérez del Río, acompañado por el secretario de Extensión y Vinculación de la UAT, José David Vallejo Manzur, donde destacó su permanente interés para que las distintas manifestaciones culturales y artísticas lleguen a los campus de la UAT pero también a las plazas de las comunidades urbanas y rurales de la entidad.