Marco A. Vázquez
23/09/15
El síndrome Calderón…
En la época más violenta en el período de gobierno, o simulación de gobierno, de Felipe Calderón Hinojosa, sus genios asesores le sugirieron deslindarse de responsabilidades, lavarse los manos, acusar a otros de los problemas de la Nación, así, en una reunión con gobernadores, empezó la presentación de un diagnóstico de seguridad, dijo él, basado en datos duros.
La estrategia fue sencilla, rápido dio una lista de entidades donde “el crimen hacía de las suyas”, federalizó el delito y le quitó responsabilidad al gobierno federal que él tenía y lo hizo sin que nadie tuviera, en ese momento, capacidad de respuesta, no se daban cuenta que se estaba lavando las manos y echando toda la culpa de las desgracias a los gobernadores, alcaldes y otros políticos y funcionarios públicos que no pertenecían a su equipo.
Por supuesto que tenía razón Calderón al mostrar sus datos, en esas entidades era donde se cometía el delito, el problema es que lo federalizaba y no federalizaba la distribución de recursos, es más, en aquellos tiempos todavía no tenían las policías estatales y municipales ninguna facultad legal en el combate a las drogas ni al crimen organizado, todavía más, otro grave problema es que la PGR de sus tiempos, así como mandos de diferentes policías y fuerzas de seguridad federal, estaban más que metidos con los delincuentes, la corrupción campeaba y de eso no quiso hablar y ni siquiera aceptar que tenía que realizar una depuración de las mismas.
También evadió Felipe la obligación de supervisar y abrir líneas de investigación desde su Secretaria de la Función Pública, la PGR, y de otras corporaciones policiales, en contra de Gobernadores, Alcaldes, funcionarios de procuradurías estatales, no, el ex presidente sólo se acordó de ellos para acusarlos de palabra cuando andaba crudo y la resaca hacía estragos en su cabeza o en épocas electorales, nunca los persiguió con sus dependencias y si lo hizo nunca quiso encontrarles nada.
Tiene razón, no se debe culpar sólo al gobierno federal de Felipe Calderón de todo el desmadre de país que tenemos desde aquel entonces, pero sí podemos acusarlo de omisión, de sospechoso silencio, de evadir responsabilidades y hasta de empezar una guerra sin ton ni son, sin conocer al enemigo, sin estudiarlo, sin presentar en el frente de batalla a elementos debidamente preparados para el combate a este delito y otros que iban surgiendo.
Todo esto viene a colación porque el presidente Enrique Peña Nieto cada vez tiene más problemas en el renglón de seguridad, México se ve más violento, con mayor capacidad de fuego de sus grupos del crimen y con resultados a veces no tan alentadores en el combate a los mismos, y sí, también porque ya le afectó el síndrome Calderón, ahora pide “corresponsabilidad” a los otros órdenes de gobierno, ahora dice que no se debe dejar todo el paquete a su gobierno federal y pide más resultados y acciones a gobiernos estatales y municipales.
La pregunta es si esa corresponsabilidad que le lanza a los municipios y estados vendrá acompañada de dinero, de recursos para tener mejores laboratorios y sistemas de control para los elementos municipales y estatales, para garantizar su capacitación, y su propia seguridad y no ponerlos como carne de cañón frente a la delincuencia.
Lo triste de todo es que parece que el gobierno federal ya se cansó, siente el peso de la inseguridad y de que todos le culpen de la misma sin tocar a municipios ni a estados, quizá tenga razón el Presidente y desde los municipios se deba hacer la labor de preventiva, de vialidad, quizá desde los estados la investigación en los delitos del fuero común, no hay duda que debe haber más fuerza en el combate a esos delitos, pero se equivoca si los quiere hacer los únicos culpables de toda la inseguridad y violencia que priva en el país, México es uno solo, todos formamos parte del mismo y cada uno de sus órdenes de gobierno tiene funciones específicas.
Lo ideal, desde luego, sería que el Congreso de la Unión discuta la competencia de cada orden de gobierno en el combate al crimen, a la inseguridad, también que en la toma de sus decisiones aporte recursos para cada orden de gobierno, para que puedan cumplir a cabalidad con sus obligaciones, sin embargo mientras eso sucede Enrique Peña Nieto más que repartir culpas debe mostrarse fuerte, sano, no, no queremos sufra ese síndrome de Calderón y que las cosas sigan igual o peor a como estaban.
En otras cosas… Estuvo en Tamaulipas la secretaria de Salud del gobierno federal, Mercedes Juan López, anunció una inversión millonaria para infraestructura y para cubrir las necesidades de los tamaulipecos, una mejor cobertura y trato del Seguro Popular, también distinguió al Estado con reconocimientos en materia de programas de prevención y atención a la salud.
La funcionaria federal acompañó al gobernador Egidio Torre Cantú en la puesta en marcha de la construcción de un Hospital Civil en Madero y de la ampliación del Hospital Canseco de Tampico, y ahí hablaron de más trabajos en materia de salud para el resto de Tamaulipas.
Allá en el sur, Egidio Torre Cantú fue entrevistado respecto a incidentes de violencia, específicamente sobre los últimos que causaron la muerte de Juan Manuel Gómez Fernández y su hijo, empresarios de Tampico y cineastas, al respecto dijo que desde que se conocieron los hechos se ha puesto todo el esfuerzo, que el siguiente paso es una mayor coordinación con Veracruz para se puedan evitar más problemas de ese tipo en la región, y que el grupo de Coordinación Tamaulipas ya analiza la situación de la zona conurbada.
“Se va recuperando poco a poco Tampico, nuevamente tenemos el regreso de capitales, de su gente, de inversionistas, por eso es que eventos como esos no solamente nos indignan sino que nos preocupan que sigan sucediendo”.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas cada vez le apuesta más a las evaluaciones, a la certificación, y no sólo hecha por organismos en México sino con estándares internacionales lo que habla de la confianza que tienen en sus avances, la muestra es que esta semana, en continuidad a los procesos de calidad académica impulsados por el rector Enrique Etienne Pérez del Río, la Facultad de Comercio, Administración y Ciencias Sociales (FCACS) recibió a los pares académicos de la Red Internacional de Evaluadores (RIEV), organismo que tiene a cargo los trabajos para acreditar programas educativos en universidades de América Latina.
Los evaluadores de la RIEV, fueron las Doctoras Olivia Yañez y Zaira Araiza, quienes presiden el Comité Acreditador Internacional para la carrera de Contador Público y esta fue una segunda visita del comité de evaluación, quienes dentro del proceso dan seguimiento a las recomendaciones y observaciones en las diferentes áreas que son evaluadas.
En el Congreso del Estado, Ramiro Ramos Salinas, presidente de la Junta de Coordinación Política, dijo que el reto educativo del Estado se está enfrentando con acciones claras, en unidad y con un trabajo legislativo que se cristaliza en beneficios para los mexicanos y tamaulipecos.
“Se sigue trabajando por lograr las metas trazadas en este rubro, el cual es el eje rector de la política pública en el País”, explicó al ser entrevistada por medios de comunicación con los cuales resaltó que el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Egidio Torre Cantú, trabajan para que se invierta más en educación, a fin de ofrecer mejores aulas y con el equipo de tecnología que requieren, tarea a que los diputados tamaulipecos se suman, para que mediante la labor parlamentaria se sienten las bases que garanticen mejores resultados.