CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

17/08/15

PAN…

Uno acusado de proteger a su hermano quien tiene presuntos vínculos con el crimen organizado; el otro, representando al panismo dócil, el que firmó el Pacto por México, que perdió toda su esencia, pulcritud, y demás, para convertirse en un nido de corrupción donde los moches y el saqueo contra sus miembros más distinguidos fueron las acusaciones de cada día.
El primero Javier Corral, senador de la República, el bronco azul, quien le ha prometido a Enrique Peña Nieto que conocerá lo que verdaderamente piensa el panismo de su administración en caso de resultar electo, llama a la rebelión de las bases, a evitar continuar por un camino que sólo les ha conducido a las derrotas electorales, al desprestigio, a la entrega a un gobierno y un sistema que los están desapareciendo. Y su contrincante dice todo lo contrario de él.
El segundo es Javier Anaya, hijo putativo de Gustavo Madero, actual presidente del PAN, representa los mismos intereses aunque, ciertamente, un poco más bocón, con más sustancia en cuanto a su forma de hacer política, pero no pasa de ser lo mismo aunque lo niegue mil veces pensando que así se hará verdad su palabra.
Javier Anaya fue candidato del sistema, tan es así que en su visita por Tamaulipas los alcaldes y funcionarios de elección popular de su partido se movían en la misma sintonía, y hasta le acarreaban porras, se lucían ante él como pretendiendo levantar la mano para el 2016, olvidaron algo esencial, la elección del candidato a gobernador no será por dedazo, se someterá al escrutinio de las bases y ahí, por lo menos en el PAN, no siempre ganan los que quieren los dirigentes.
Los dos se disputaron la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, usted ya sabe quien ganó y la verdad es que no importaba el resultado, no habrá cambios para mucho.
Triste y complicada se observa la vida institucional con un PAN herido de muerte, que ha perdido toda identidad, que se parece más al viejo PRI que ellos atacaron con tanto pundonor y a veces con vehemencia, en circunstancias donde su militancia no solo se jugaba las persecuciones fiscales, policiacas, a veces era hasta la vida misma.
Hoy, y lo vimos en la elección federal pasada, los candidatos y la gran mayoría de las cúpulas del PAN están tan desprestigiadas que no inspiran un voto, tienen tan mala fama que la gente asegura son los corruptos y delincuentes más peligrosos.
Por eso no ganó el PAN ni un solo distrito en el Estado, en otros está prácticamente desaparecido, y en algunos más se mueve más por dinero que por convicción, fue derrotado porque no motivó con sus candidatos y sus dirigencias un voto a favor de su proyecto, la gente los conoció en el gobierno, y los reconoció en los primeros meses de la administración de Enrique Peña Nieto.
No se vaya con la finta, sólo una pequeña parte del PAN, las cúpulas, es como se los describo, la gran mayoría de las bases piensa y actúa de otra manera, son los de siempre y no van a cambiar, están en la lucha democrática, impulsando nuevas ideas y nuevos gobiernos, lo malo, y hasta lo peligroso para nosotros como mexicanos y como tamaulipecos que el próximo año estaremos eligiendo gobernantes, es que los buenos panistas no aparecen en las boletas, se han convertido en una minoría en las postulaciones de candidatos ya que el presupuesto hizo corruptos a la mayoría de sus dirigentes, sus líderes, y son ellos los que siguen repartiendo el pastel.
Ojalá, por el bien de todos, el PAN retome su rumbo, que la nueva dirigencia nacional sepa que no son ellos los que están en peligro, es la vida democrática e institucional la que puede desaparecer en México, dañarse aún más, un pueblo que no ve opciones en los partidos políticos se puede convertir en anárquico, violento, capaz de tomarlas armas o las calles a fin de cambiar un sistema que se negó a ofrecerles la oportunidad de quitarlo o refrendarlo en las urnas.
Ayer se eligió la dirigencia nacional del azul, con las acusaciones que antes se hacían en todas las contiendas electorales, la compra de votos, el acarreo, la intimidación, entre muchas otras cosas, pobre México, sus políticos lo abandonan cuando más los necesita.
Por supuesto, en esta elección aprovecharon para mostrar músculo los principales aspirantes a la gubernatura del Estado de ese partido, los alcaldes Leticia Salazar de Matamoros, Carlos Canturosas de Nuevo Laredo, y el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En otras cosas… para los que andan en la carrera por la gubernatura de Tamaulipas y creen en eso de las señales políticas tal vez les interesa saber que el diputado federal electo Alejandro Guevara Cobos corrió al lado del presidente Enrique Peña Nieto la ya tradicional carrera Molino del Rey en la cual participan muchos secretarios de Estado, funcionarios federales de primer nivel, y por supuesto, el Estado Mayor Presidencial la Sedena y Semar, dice la versión oficial que el Presidente llegó en 50 minutos y segundos, su ex coordinador de giras llegó casi con él.
Otro de los que también quieren, y pueden, el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, ya organiza una gira por el Estado a efectos de difundir el trabajo legislativo que han realizado, por lo pronto está poniendo toda la carne al asador para el próximo 22 hacer su evento principal en Nuevo Laredo.

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