Nuestros Columnistas Locales
Cena de Negros
Locura…
28/12/2018 – Adoradores del presidente y sus detractores están metidos en una tempranera guerra por el poder en la cual utilizan armas de odios, unos y otros se destrozan con mentiras, dividiendo, polarizando al país, destrozando lo poco que le queda con un único afán, ganar elecciones el próximo año.
Lo triste es que la sociedad le ha entrado a ese juego perverso, con un odio infundado atacan al presidente y lo acusan de asesino, dicen que mató a la gobernadora de Puebla y a su esposo y como única prueba de sus dichos usan que AMLO no quiso ir a sus funerales y tampoco los reconoció como gobierno y por tanto los mandó matar.
En respuesta los adoradores de Andrés Manuel acusan a sus detractores de fascistas, de pretender ocultar un saqueo de 150 mil millones de pesos que no pueden ser justificados en Puebla.
De uno y otro lado hay locura o, peor aún, han sido capaces de convencer que sí están locos con el único afán de hacer campaña para la elección del 2019, eso es lo doloroso, que a los partidos políticos les valga pura madre el país y sigan sembrando odios aprovechando errores o desaciertos de uno y otro lado, porque no crea que solo los del PAN, PRI, PRD andan así, los de Morena están igual o peor.
Pero, con todo y que en lo anterior vaya el futuro del país, que el continuar sembrando odios y dividiendo puede ser a causa de que el pobre siga siendo pobre ya que nunca se alcanzará la estabilidad política para generar condiciones de crecimiento económico, eso no es lo peor, lo realmente jodido es que la gente se trague todos los cuentos como verdad, que sea capaz de imaginar a uno y otro lado de la política como lo peor.
Es decir, es realmente preocupante que la gente crea que el presidente es un asesino o pueda cometer asesinatos en nombre del Estado o por pura ambición política como jodido es que otros más crean que los panistas, la gobernadora y su esposo, fingieron su muerte para desaparecer y no los encarcelaran por el presunto saqueo de Puebla.
Lamentablemente el fondo es lo que realmente cree la gente que es México, un país lleno de políticos corruptos, capaces de matar para conservar el poder o quitar de en medio a sus enemigos, capaces de hacerse los muertos o desaparecer con tal de no pagar sus delitos o eliminar toda huella de sus fechorías.
Y si, muy triste que la muerte en este país siempre vaya vestida de ropajes caros y envuelta en poder, que todo el México se cimbre por dos lamentables decesos, que la gente, igual el pueblo como el rico, le entren a discutir, llorar, lamentar y hasta acusar a otros por la muerte de dos personajes llenos de aciertos y pecados pero no mueva ni un solo dedo para preguntarse por los asesinatos de todos los días en todo lo largo y ancho del país.
Eso es lo que duele, que la locura nos esté contagiando a todos hasta llevarnos a pleitos infundados y estériles, no solo eso, que nos aleje de lo realmente importante como es exigir que se esclarezcan todas las muertes y no solo la de dos personas por muy importantes, buenas o malas que hayan sido.
De seguir este camino vienen tiempos muy difíciles para este México lindo y querido y no crea que de ello solo tendrán culpa los políticos ambiciosos que por votos son capaces de sembrar odios y dividirnos, no, la culpa la tendremos también los ciudadanos por elegirlos, por tener un presidente del que somos capaces de considerar un asesino sin prueba alguna, nomás porque creemos que todos los políticos son capaces de eso o más o también por tener otros políticos a los que consideramos capaces de cualquier cosa.
Hay locura, una locura en la que ya nos metieron a todos y que solo es tendiente a jodernos más, a luchar por el poder a costo de lo que sea, aunque eso de costo de lo que sea solo implique que los más pobres tengamos que pagarlo siguiendo igual o peor a como estamos hasta hoy, pero no se estrese, hay una cura, una solución sencilla, solo hay que meternos más a la política y elegir personajes decentes, solo así, moralizando la estructura del poder es como podremos cambiar para bien y para siempre.
