Nuestros Columnistas Locales


Cena de Negros


Violencia…

26/11/2018 – Algo pasa en este México lindo y querido que ha dejado de doler el dueño de la tienda de la esquina, el que vende tacos, el albañil, los maestros o cualquier persona como nosotros, de a pie, que vive al día y se gana la vida trabajando con mucho esfuerzo.
Vea porque se lo digo, este sábado fueron secuestrados y luego asesinados dos músicos, muy famosos y muy buenos por cierto, que pusieron en alto a Tamaulipas y parece que nunca había ocurrido uno de esos delitos en el Estado o, mejor dicho, en todo México, se encendieron las alarmas en todo el país y a los tamaulipecos nos dolió tanto que la noticia aparece en cada muro de Facebook, en cada cuenta de Twitter, en cada grupo de WhatsApp.
Le decía, algo le ocurre a este México lindo y querido que ahora solo los muertos que son famosos cuentan, la hija de una diputada federal hace unos días, ahora dos extraordinarios músicos acá por nuestra región y el resto nadie los vio ni los escuchó, es más, quizá ni siquiera se agreguen a la estadística.
El fenómeno de la violencia crece y crece, la vemos todos los días, lo sufrimos y solo queda la triste oportunidad de mentarle la madre al presidente Enrique Peña Nieto que ya se va y no supo cómo resolver un problema social que, por ley, le toca al gobierno federal combatir y prevenir.
Al horizonte solo queda confiar y tener esperanzas de que el próximo presidente sabrá estar a la altura de las circunstancias, que AMLO podrá combatir el delito en la medida que le corresponda, que pondrá fin a toda una era de terror que llegó hace 10 años a México y no se sabe, hasta hoy, como van a frenarla.
Es claro que el presidente electo no va a terminar con la violencia de un día para otro, si me apura ni siquiera creo que lo pueda hacer en los tres años que se han dado de plazo para que se observen cambios aunque esperamos, por lo menos, que si disminuya.
Igual es claro que la violencia no terminará sólo con más policías o militares en las calles, que la labor de prevención tiene que pasar por las escuelas, por los servicios de salud, por muchas dependencias de gobiernos, de todos los niveles, que deben diseñar proyectos que saquen de sus problemas a los pobres, programas que sean de verdadero desarrollo social y económico, para que la gente del pueblo no tenga necesidad ni caiga en la tentación de delinquir.
Todavía más, es claro que ni el presidente, ni los gobernadores, ni los alcaldes podrán hacer mucho si antes la sociedad no comienza a controlar a sus niños, a sus muchachos que son los que andan en las calles porque nunca habrá suficientes policías si nosotros como sociedad no hacemos la parte que nos corresponde.
Por lo pronto hay muchas cosas por hacer, de entrada darle una despedida como se merece a Peña Nieto pero no con el puro afán de desahogo, de mentarle la madre o pendejearlo, no, la idea es recordar, de la manera que usted guste, lo que dejó de hacer para no permitirnos el lujo de que Andrés Manuel y su equipo vayan a caer en lo mismo.
Le insisto, la única manera de cambiar las cosas es gobernando, participar con los municipios, los Estados, con el poder federal señalando los errores, proponiendo cuando se compliquen las cosas, apuntalando las cosas buenas y premiando a los políticos decentes para no permitir que se acaben.
Son tiempos de participar, los niveles de violencia, los asesinatos, sólo nos dicen que hemos estado fallando todos como sociedad al dejar a los gobiernos hacer lo que les venga en gana, votar por ellos como si les firmáramos un cheque en blanco, eso debe acabar porque no queda mucho tiempo para corregir, digo, a menos que nuestro deseo sea ver a nuestros hijos o nietos empuñando armas para defenderse solos o para continuar esta ola de destrucción que no parece tener fin.

Share Button