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Cena de Negros
Asesores inútiles…
Afirmaba el viejo maestro que los asesores en la política son inútiles, “Los tontejos no los escuchan y los inteligentes no los necesitan”, repetía en forma constante.
Es verdad, de muchos años a la fecha los asesores en las administraciones públicas han resultado inútiles y además muy caros, la prueba más clara es que en algunos municipios cuestan hasta cien mil pesos mensuales cada uno, eso más el presupuesto que se les autorizaba para que lo ejercieran con sus cuates, sus amigos, sus novias o novios.
Quizá el ejemplo más claro de lo inservibles que suelen ser los asesores sea la administración municipal de Matamoros que va a concluir, por lo menos una docena personajes que desempeñan esta función y que costaron a los matamorenses millones de pesos en año y medio, cuatro de ellos atendidos a cuerpo de rey al grado de que han obligado al alcalde electo, Mario Alberto López Hernández, a declarar públicamente que se deshará de todos y que va a revisar la nómina para saber cuántos de los trabajadores de confianza le son de utilidad.
Y no, Matamoros no es el único caso en esas circunstancias, las nóminas de Nuevo Laredo, Reynosa, Tampico, Madero, Victoria, Río Bravo y hasta en el municipio más pobre, presupuestalmente hablando, los soportan estoicamente.
Obvio que las Comapa´s no podían ser ajenas al problema y también ahí se fuga el dinero de la misma forma, pruebas hay infinidad en las páginas de transparencia, en los documentos que están obligados a subir al internet donde está visto que se le paga hasta a petroleros por temas de agua como si se tratara de lo mismo.
Con todo lo descrito todavía podemos decir que no, que la solución no es eliminar a los asesores porque es imposible que el presidente de la República, los gobernadores, senadores, diputados y alcaldes conozcan de todos los temas y a la perfección, exacto, lo que se debe hacer es regular la figura, que a quien se contrate para tal efecto acredite por experiencia, conocimientos y resultados a una administración que aportan algo al país, Estado, Congreso o municipio al que sirvan.
Vaya, no se trata de contratar personajes que puedan significar votos, como sucedió aparentemente en Matamoros, y tampoco se trata de contratar inútiles que ni una buena imagen le puedan dar a una administración como, ahí sí se puede confirmar, le ocurrió al alcalde de Matamoros.
Lo ideal, entonces, es que los Congresos, locales y el de la Unión, se pongan a trabajar a fondo para fiscalizar los recursos del país, los Estados y los municipios, pero más que ello, para evitar que se siga fugando el dinero público hacía personajes cuyo único mérito es ser amigos de la autoridad en turno, grillos, politiqueros que solo piensan en la futura elección y no en los resultados que debe dar un pueblo.
Le insisto, no se puede, no se debe, por ningún motivo, jugarle al populista como al parecer ocurrirá en Matamoros donde se anuncia que se eliminan los asesores de la futura administración municipal, no, solo se trata de que quien sea contratado cumpla una función, les brinde un servicio a la comunidad, le dé resultados al pueblo más que a los alcaldes en turno.
Tiene razón el alcalde electo de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, cuando habla de que es inmoral y hasta debería ser tipificado como delito la forma como se derrochó dinero en asesores en la administración municipal que le tocará encabezar pero para ello existen los Congresos que deben seguir las normas en la fiscalización del gasto público y sancionar excesos y, le repito, lo ideal es que esa figura permanezca hasta en tanto no podamos contar con alcaldes, gobernadores, senadores, diputados y un presidente que sean sabios cosa que difícilmente puede ocurrir.
Igual hay mucha razón cuando se afirma que los asesores son inútiles, pero lo son en las condiciones que ahora son contratados, porque no hay forma y no les miden resultados que den al pueblo, lo son cuando no se les asignan tareas, cuando la única virtud que pueden presumir es un habilidad excesiva para la grilla y la lambisconería que les abren de par en par las puertas de presupuestos…