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Cena de Negros


Que ganen el mínimo…

18/07/2018 – Y Andrés Manuel López Obrador propone que desaparezca la figura de primera dama y el DIF, dice que no tiene razón de ser la que quizá sea la dependencia con mayor corazón en todos los gobiernos, ahí donde se ayuda realmente a los más necesitados, donde se pueden conseguir tratamientos o diagnósticos de cáncer gratuitamente, donde se consiguen lentes, sillas de ruedas, atención a niños quemados, huérfanos y muchas cosas más.
Ciertamente el mote, apodo, o como usted le quiera llamar al calificativo de primera dama de un municipio, estado o el país suena ofensivo para el resto de nuestras mujeres, ciertamente el DIF hace tareas que corresponderían a las Procuradurías, la Secretaría de Salud, del Trabajo, Educación, Cultura y muchas más, tal vez y si es necesario que todas esas tareas las retome cada instancia pero hay algo que olvida el ahora presidente electo, la verdad es que ninguna otra dependencia tiene tanta capacidad de gestión como los DIF, hasta hoy no hay empresa ni organismo público o privado que le digan que no a los proyectos humanistas de las presidentas del DIF, a las esposas de los alcaldes, gobernadores, del presidente.
¿Qué se trafica con influencias?, pues sí, pero es sin fines de lucro, al contrario, es para ayudar a los que menos tienen, hay pecados que valen la pena.
Entonces, no creo que deba desaparecer el DIF, las esposas de los alcaldes, gobernadores y presidente también disfrutan del dinero público con los salarios de sus maridos y bien vale la pena que le sigan dando el plus, quizá hasta sea necesario que muchas se despabilen y demuestren que no son figuras decorativas.
A lo que vamos es que si quiere evitarse mal uso de recursos o chantajes pues tal vez con una buena auditoría, con poner los ojos encima de cada uno de los DIF para que los donativos luego no se quieran cobrar en otros rubros sería suficiente.
Igual pasa con todo ese escándalo de los salarios a los cuales AMLO ya les puso tope de 108 mil pesos, se dice, por ejemplo, que diputados, senadores y altos funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno y de todos los poderes del Estado son la clase dorada, que ganan más de 150 mil pesos en sueldos a los que tiene que agregarle ahorros que les permite agandallar con el uso de vehículos oficiales para su familia, pagarse la servidumbre de la casa y hasta la despensa con dinero público, facturándolo a la Hacienda pública, vaya, recientemente se supo de una senadora que hasta una muñequita para su nieta y los tintes del pelo los pagó con dinero del Congreso de la Unión, es decir, con dinero del pueblo se quita las canas y las arrugas, para que se dé una idea, pero esos robos son excesos, no salarios.
Aquí en Tamaulipas hubo el sexenio pasado un secretario de Estado que disfrutaba los ingresos de una doble plaza de maestro sin trabajarla, que le tenía chofer y vehículos oficiales asignados a su familia, que además mantenía a sus hijas desempeñando cargos de dirección en otras dependencias sin que se supieran merecimientos para tal desfachatez, bueno, él sólo era de los mejores amigos de Egidio, y ya, otra vez, pero esos son robos, son excesos, no salarios.
Y en todo México encontrará situaciones parecidas en gobiernos de todos los colores y también en el federal, basta con recordar al director de la CNA de Enrique Peña Nieto que viajaba con su familia en el helicóptero de la dependencia cuando se iban de vacaciones.
Lo entiendo, es ante tales insultos que la sociedad empezó a levantar la voz, a exigir que los salarios de los funcionarios públicos de todos los niveles se fueran regulando y reduciendo, muchos propusieron que diputados y senadores sean puestos honoríficos, sin goce de sueldo, otros que a funcionarios de muy alto nivel les pagaran salarios mínimos y los obligaran a atenderse en el IMSS y el ISSSTE para que supieran lo que se siente, hubo la propuesta que se les pagara la mitad de lo que ahora perciben u, otra más coherente para mi gusto, que se les dieran salarios de acuerdo a los resultados que dieran en sus empleos.
La verdad es que en materia de sueldos lo que se debe procurar es que se les pague mejor a los servidores públicos de todos los niveles, que tengan ingresos suficientes y de acuerdo a su responsabilidad para quitarles la tentación de robar o de traficar con influencias y hacer negocios turbios a la sombra del poder, para que ya no sigan en el saqueo de dependencias poniendo a familiares, amigos y amantes en puestos directivos con sueldos y compensaciones muy altas.
Todavía más, es una realidad que los altos sueldos de funcionarios no son el problema de este país sino la corrupción y la impunidad, por eso le digo que no estoy de acuerdo en que les paguen el mínimo a los funcionarios o se les reduzcan los salarios, ellos deben vivir dignamente y ya luego de pagarles muy bien lo que sigue es medir sus resultados y meter al bote a quien robe o saquee dependencias o al pueblo usando el dinero público en su familia, amantes o amigos, con ello y no con una propuesta tan drástica como la que ahora anuncia Andrés Manuel López Obrador de topes salariales es como este país crecería, sí son tiempos de austeridad, de bajarle a la vida de reyezuelos que se dan funcionarios pero con combatir la corrupción basta, digo, ya es tiempo que ellos paguen sus choferes, sirvientas, colegiaturas de sus hijos y lo pueden hacer con lo que ahora les pagan, el caso es no quitarles nada, digo, no vaya a salirnos más caro el caldo que las albóndigas, no vaya a suceder que para completar sus vidas de ricos se gasten presupuestos públicos, el dinero de las despensas o de los viejecitos en su casa y cosas así…

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