Nuestros Columnistas Locales


Cena de Negros


Cuidar la casa…

13/06/2018 – Minutos antes del tercer y último debate de los aspirantes a la presidencia de la República hay desánimo, como cualquier comedia que ya vimos en esta ocasión no generaron las expectativas de la primera vez, por una razón, existe la certeza de que no van a cambiar las tendencias electorales después del mismo, es decir, todo parece indicar que la elección presidencial si no ocurre un milagro es arroz que ya se coció, pero ¿y ya decidió a quien quiere de senador, diputado federal o alcalde?
La verdad es que los tamaulipecos hemos comenzado al revés porque no hemos logrado entender que a quien resulte electo presidente de la República quizá no lo volvamos a ver en toda la vida como nos pasó con Enrique Peña Nieto mientras los senadores, diputados federales y alcaldes seguirán con sus intereses en el Estado.
Encuestas van y encuestas vienen en las redes sociales, unas que son verdaderos insultos a la inteligencia porque colocan de punteros a personajes nefastos y sin respaldo ciudadano mientras otras pintan la realidad aunque sin mucha credibilidad por el ciudadano y quizá también por eso no se quiere saber más de debates, pareciera que el pueblo ya sabe por quién va a votar.
Ahora, más allá de encuestas es tiempo de que como ciudadanos reflexionemos sobre las tres elecciones que le menciono, la respectiva de los senadores que van a representar a Tamaulipas, los diputados federales que podrán gestionar más presupuestos y programas a nuestras regiones y los alcaldes, los cuales tendrán en sus manos la prestación de servicios, la recolección de basura, los baches, pequeñas obras en las colonias y ejidos que darán mejor calidad de vida al pueblo.
Exacto, se trata de privilegiar las elecciones de personajes locales, de los que tendremos a la mano, buscar quien ha dado resultados, quien los puede dar, sobre todo, gente decente que debe ser respaldada en sus proyectos para que a nuestra región le vaya mejor.
Y, por favor, hay que entender que ya son tiempos de bajarle a la siembra de odios, rencores, comprender que cuidar nuestra casa no sólo es elegir a los mejores candidatos en las elecciones que le digo sino permanecer unidos, pensar que después del 1 de julio seguiremos siendo hermanos, padres, tíos, primos, vecinos, amigos, compañeros.
Pero, sobre cualquier cosa, hay que convencernos que sólo a los políticos les conviene que haya división, por eso la promueven con sus campañas, desean que el pueblo se pelee para que nadie los moleste cuando están gastando el presupuesto a sus anchas.
Es tiempo de cuidar nuestra casa, faltan tres semanas para el 1 de julio, para la elección, es hora de unirnos, de mostrar capacidad para organizarnos y podamos exigirles a los políticos algo que no saben o no quieren hacer, chamba, le insisto, eso sólo se podrá dar si elegimos lo mejor en nuestra región.
Por cierto, y hablando de cuidar la casa, de risa loca, vergonzosa y sospechosa resultó la sanción que impuso el IETAM a la presidenta municipal de Reynosa, Maki Ortiz, y a uno de sus funcionarios que encontró culpables de mal uso de los recursos públicos al comprobarles que acudieron en horarios de trabajo a actos de campaña, a ambos les aplicó una amonestación pública.
Dicen que Maki no para de llorar por semejante castigo y que el otro no come de pura mortificación, ya en serio, la verdad es que ese tipo de acciones no son necesarias, le siguen restando credibilidad a las autoridades electorales y mayor será el daño si llegan a ser exhibidos por tribunales federales.
En estos casos también debemos ir pensando en cuidar nuestra casa, para los de Reynosa, comprender que si un político se atreve a ningunear leyes por quedar bien y cumplir sus caprichos personales como determinó el IETAM que lo hizo Maki no dude que es capaz de todo a la hora de contar con poder y presupuesto, pero bueno, veremos que dice el INE cuando tenga que fiscalizar esa elección y veremos que dicen los tribunales cuando sus opositores pidan una sanción más drástica a la presidenta municipal de Reynosa, capaz y la tumban.

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