Cena de Negros

¿Pobres?, no, jo… el pueblo…

16/05/2018 – Hace poco más de un año dijo que a las muchachas “gordas” nadie las quiere, antes de ello habría propuesto que los maestros tengan otra vez autorización para jalar patillas, lanzar el borrador al niño que platique o de plano vaya a ponerle un reglazo a los que se porten mal, después, en pleno debate de aspirantes a la presidencia de la República mencionó que hay que mocharle la mano a los ladrones y ahora en campaña propone azotes y castigos físicos a quienes secuestren, a los delincuentes peligrosos, le hablo de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, «El Bronco», de un político que ha sido todo, que hoy es gobernador con licencia de Nuevo León y candidato a presidente de México por la vía independiente.
Por supuesto que sus dichos prenden al graderío y le atraen clientela electoral porque toca temas que nos duelen, por ello habla de esa manera con todo y que sabe que sus “propuestas” no pasan de ser estupideces y jurídicamente imposibles.
Para desgracia nuestra «El Bronco» es un político mexicano relativamente exitoso, con el honroso puesto de gobernador de una entidad que se destaca a nivel nacional en muchos aspectos, que sorprendió a su pueblo precisamente haciéndole creer que era valiente, que cumpliría su palabra cuando fuera gobernador de eliminar toda la delincuencia, vaya, que mínimamente metería a la cárcel a sus antecesores que a ojos del pueblo se habían robado casi todo.
Ya en el gobierno la gente descubrió quien era «El Bronco», un hombre de hablar florido, que hace pensar que es valiente y honesto pero a la hora de la hora no acciona, ofrece mucho circo, bastante humor y más regañadas o palabras torpes que a veces hacen reír pero nada más, en síntesis, sus actos son parecidos a los anteriores gobernantes o peores.
¿Qué hoy Nuevo León es de los estados más exitosos de la República?, sí lo es, pero lo fue incluso con gobernantes que al parecer fueron corruptos o menos capacitados al de hoy, triunfan por su empresariado, por su gente, porque avanza aún contra los políticos y a pesar de ellos, en resumen, el gobierno de «El Bronco» no tiene nada que presumir ni de extraordinario.
Le doy el ejemplo de «El Bronco» porque hoy es el más visible en cuanto al clásico político engañabobos, antes tuvimos a «Layín», a aquel que quiso ser gobernador de Nayarit con la bandera de que, “no robo y si robo es poquito y si robo poquito reparto también al pueblo”, y como ellos regados por todo México hay miles de hombres y mujeres capaces de ofrecer precios más accesibles a la cerveza, besos, encuerarse o lo que esté a su mano con tal de ganar un puesto de elección popular que sólo quieren por los presupuestos que manejan o los salarios que se perciben porque no sabrían desempeñarlos nunca.
Voy a la recomendación de siempre, a que no se deje engañar por esta clase de políticos, de personajes que nos pueden hundir más como país pero también para invitarlo a reflexionar sobre los resultados que hemos tenido al permitir que muchos de ellos lleguen al poder.
Violencia, inseguridad, pobreza, la gasolina más cara del mundo, los servicios de telefonía e internet por las nubes, agua como si viniera de los Alpes suizos, un aguacate o un huevo a precio de oro, la carne, leche y tortillas cada vez más caras y así nos podemos seguir contando los resultados de apoyar a muchos de ellos.
Exacto, todos los males descritos son consecuencia de los gobiernos que tuvimos en el pasado y de otros que buscan permanecer en los mismos.
Ahora, ¿somos pobres?, no, en realidad pertenecemos a un país que gasta cantidades millonarias en tiempo aire para los celulares, en los servicios de cable e internet, que nos gusta el cine por caro que sea, que incluso bebemos mucha más cerveza de la que pudiéramos imaginar.
Exacto, lo que somos es una nación que permite cualquier exceso de los políticos pensando que así vivimos bien aunque todos esos gastos de ricos que nos permitimos nos ha dejado con muchas necesidades y como única utilidad tener unas cuantas familias millonarias que viven como jeques árabes gracias a los beneficios o protección de los gobiernos que les permiten tener negocios en los rubros descritos que igual nos causa tener una clase política enriquecida groseramente, hombres y mujeres que a pesar de no tener otros empleos que el servicio público tienen propiedades con valores millonarios y en dólares.
¿Pruebas?, ayer la empresa que se dedica a vender los boletos para la final de la UEFA Champions League, entre el Real Madrid y Liverpool, publicó la demanda que tienen de entradas, la información oficial es que México ocupa el cuarto lugar en ese aspecto, superado sólo por Inglaterra, Estados Unidos y España, según los datos en el Estadio Olímpico de Kiev podría haber hasta cinco mil hinchas mexicanos apoyando a cualquiera de los equipos mencionados, entonces le repito la pregunta, ¿pobres?, no, jo.. sólo el pueblo, más con esa clase de políticos que le detallaba líneas arriba y que por desgracia siguen más vigentes que nunca.

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