Nuestros Columnistas Locales


CENA DE NEGROS


Marco A. Vázquez

17/01/18

Un frío que cala en el alma…

La nariz roja, mejillas resecas, labios temblando, el frío calando hasta los huesos y sin embargo muy temprano van camino a la escuela, son niños y niñas de apenas unos siete, ocho, no más de nueve años y que comienzan su día con el martirio de no saber si las paredes de los salones serán suficientes para cubrirles, por lo menos, un poquito más que los techos de sus casas.
Los niños y niñas de secundaria, sobre todo las que se ubican en la periferia de las ciudades, van igual o peor, a ellos no les alcanza el dinero para irse en microbús unas 10 o 20 cuadras que les queda de retirada su escuela, por lo tanto, también tendrán que sufrir el trayecto.
¿Qué podrán aprender en esas condiciones?, lo más probable es que nada, que la experiencia les resulte sólo un curso obligado de supervivencia en condiciones de frío extremo, el resto del día estarán pensando en sus padres, hermanos, familiares cercanos, abuelos, y quizá hasta en los vecinos que quizá estén peor.
Muy pocas veces esos niños amanecen de buenas, como cada temporada les llegan suéteres, chamarras, pantalones, camisetas térmicas y hasta zapatos en buenas condiciones y no, no crea que la solidaridad viene de esos Diputados federales o Senadores que ganan más de los 200 mil pesos por mes, tampoco de legisladores locales o funcionarios de políticos de alto nivel en sus partidos, no, la solidaridad llega de otros alumnos, de los que están en escuelas de mejor nivel económico, los que dejaron, aún sin romperse, toda esa vestimenta que ahora entregan, también del pueblo, de este pueblo que sabe que no podemos dejarnos solos.
Es, cierto, la acción se ve en escuelas donde el frío cala hasta los huesos y, para gracia nuestra, donde alguien tuvo la feliz ocurrencia de que se podría enseñar a los muchachos y niños que tienen más posibilidades a ser solidarios con los pobres, hay que reconocerlo, es bueno cuando se realizan este tipo de acciones para concientizar a los que tienen más posibilidades.
Ojalá sea más común el apoyo, entender que el sufrimiento por frío se siente en Victoria, en las grandes ciudades pero que igual puede ser igual al que pasan los niños de la región conocida como el cuarto distrito compuesta por Jaumave, Palmillas, Bustamante, Miquihuana y Tula, o de los que viven allá por San Carlos, San Nicolás, Mainero, o Villagrán y es ahí la importancia de mencionar las cosas, la importancia de buscar implementar medidas similares porque, además, es casi seguro que al conocer la pobreza los niños y jóvenes pudientes cambiaran su forma de ser para el futuro, tal vez presionen (con la fuerza que suele tener la clase media y media alta) lo suficiente para que los gobiernos sean más humanos, tengan políticas más adecuadas para el combate a la pobreza, o de plano, puedan cambiar a los que no funcionen.
Es claro que se puede, más en un Estado como el nuestro que se caracteriza por tener gente buena, trabajadora, solidaria con los más necesitados, lo hemos visto cada diciembre con los muchachos de preparatorias y universidades que hacen trabajos de recolección para llevar juguetes a quienes no tendrían, de otra manera, menor oportunidad de conocer a Santa Claus, los Reyes Magos o el calor de una cama en estas temporadas.
Es, en estas circunstancias, cuando se siente un frío que cala hasta en el alma, es cuando más duele la pobreza y cuando se hace necesario reconocer el trabajo de los gobiernos, de políticos que valen la pena, pero sobre todo, de los jóvenes y organismos no gubernamentales que quieren a su Estado y que saben que el no tener dinero crea problemas y no votos.
Ojalá alguien más entienda la trascendencia de esa clase de acciones y, ojalá, ahora mismo se esté empujando en el Estado medidas que ayuden a evitar el sufrimiento de tanta gente, ahora, es real que los gobiernos deben hacer su parte pero más verdad es que todos podemos ayudar en algo, hay que hacerle ver la realidad a los niños, a los muchachos, hacerlos que les duela la pobreza que sufren muchos y que duela por igual para así tratar de protegernos juntos…
Por cierto…El Gobierno de Tamaulipas, que titula Francisco García Cabeza de Vaca, a través de la Secretaría de Bienestar Social y la Coordinación Estatal de Protección Civil, en conjunto con el Sistema DIF Tamaulipas realizan acciones emergentes para prevenir y atender a la población vulnerable ante el descenso de temperatura producido por la entrada del frente frío número 23 a territorio tamaulipeco.
La Coordinación Estatal de Protección Civil reporta a apertura de albergues en los municipios de Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo, Victoria y Tampico y lleva a cabo el Operativo Carrusel en distintas localidades para ubicar a personas en condiciones de indigencia para trasladarlas al albergue más cercano y resguardarlas de la baja temperatura.
La dependencia extendió la recomendación a la Secretaría de Educación de Tamaulipas de suspender clases mañana miércoles 17 de enero en los planteles educativos de la frontera norte del estado y valorar la aplicación de esta medida para el próximo jueves 18 de enero, toda vez que las bajas temperaturas continuarán afectando a la región.
Por su parte, el Sistema DIF Tamaulipas, que preside Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca, intensifica las acciones de comunicación y coordinación con los DIF Municipales y Protección Civil Estatal para apoyar las labores de atención en albergues y refugios temporales en todo el Estado.
En la capital de Tamaulipas, el organismo realiza la entrega de 600 cobertores y 400 dotaciones de alimentos calientes a las familias que realizan vigilia en los hospitales Infantil, Civil, General y de Especialidades. Asimismo, brinda apoyo de transporte a las familias de los pacientes hacia el albergue de DIF Tamaulipas instalado en Villas Amor.

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