Marco A. Vázquez
16/08/17
Con el arma al cinto…
Con inocencia, en un juego llamado Poncio Pilatos tratando de lavarse las manos o con toda la seriedad del mundo, ya él sabrá, el diputado Jesús María Moreno Ibarra le preguntó a sus contactos en las redes sociales si estaban a favor o en contra de la portación de armas.
Por supuesto que el resultado era predecible, la inmensa mayoría le dijo que sí e incluso algunos hasta lo felicitaron por entrarle a un tema qué, para ser sinceros, no se ha discutido con responsabilidad, el buscar excepciones, el proteger inocentes y el cuidarnos de los propensos a la violencia con castigos más severos por la portación de pistolas.
Otros pocos le dijeron al diputado que la violencia no se combate con violencia, que era un error promover la portación de armas ya que se prestará a la comisión de más delitos, eso entre otras cosas.
Lo real es que la solución a los problemas de violencia que tenemos en México no está en ponerle un arma en la mano a cada persona mayor de edad, eso nos regresará a los viejos tiempos, al Lejano Oeste donde, según las crónicas, los borrachos se mataba lo mismo por la rubia despampanante que despachaba en una cantina que por cualquier mirada mal interpretada.
Más aún, hablar de portar armas es poner en mayor riesgo a niños que pueden arrebatarlas del cinto de los adultos, a madres o padres de familia que generalmente discuten porque el hijo de uno le sacó la lengua al otro y también a miles de automovilistas que a mediodía gustan de utilizar el claxon en cinco pitidos pausados porque no avanza el tráfico o se les atravesó una moto.
La gente, la mayoría que respondió a la consulta del diputado, dijo que decir sí a la portación de armas obedece a que están hartos de que los malos ataquen con tanta impunidad, de no poder defenderse de amenazas, secuestros o extorsiones, de empresas que son asaltadas y según ellos con una pistola en mano los delincuentes le pensarán dos veces para seguir con sus prácticas, lo real es que los ataques serían más atroces.
El caso es que el diputado Moreno Ibarra anunció que propondrá que la Legislatura local haga un exhorto ante el Congreso de la Unión para que se revise la ley respectiva, que igual trabajará con las autoridades locales para saber que se puede hacer al respecto.
Por supuesto que equivoca el camino, el exhorto para que se regule la portación de armas, si es que le llegarán a hacer caso y se aprueba, causaría más el daño que beneficio, es lógico que sería peor el remedio que el problema, vaya, no estamos en tiempos de promover el pistolerismo sino de buscar un solución duradera a nuestros problemas.
De entrada el primer exhorto que se debe promover es que todos, absolutamente todos, hagamos lo que nos corresponde, de entrada ya debemos dejar atrás la necedad de pensar que el combate a la violencia corresponde únicamente al gobierno con sus policías, soldados, marinos y demás, la verdad es que es un tema, le insisto, de todos, el gobierno tiene que hacer lo suyo, y le hablo de Enrique Peña Nieto hacia abajo y sin dejar a nadie que cobre del erario afuera, deben trabajar con inteligencia sus fuerzas armadas, luego enterarse que en la escuela y el Sector Salud todavía falta mucho por hacerse, ahora, ojo, si todo eso mejora se habrá resuelto el problema apenas en el 40 por ciento, otra parte le corresponde a usted y a mí, hacer más política, trabajar más en lo nuestro, no permitir que los muchachos se salgan del redil y ya con eso llegaríamos al 80 por ciento y el otro 20 por ciento se obtendrá en la medida que ya jamás bajemos la guardia, ni unos ni otros.
En resumen, hay que aplaudir la valentía del diputado José María Moreno Ibarra de entrarle al análisis de un tema que nadie quiere tocar, sin embargo también son días de revisar la otra parte, de que comprender que no son tiempos de andar con la pistola al cinto, también que esa clase de consultas no se hacen de esa manera sino que se le pregunta a los expertos, que recuerde el diputado que en la historia de la humanidad se han cometido aberraciones por mayoría de votos, sobre todo cuando las opiniones se vierten en momentos difíciles, la misma Biblia habla, por ejemplo, de la crucifixión del Mesías, de Jesús luego de una consulta popular, guardadas todas las proporciones a eso se puede llegar si no empezamos a meter la cabeza en un balde de agua fría para pensar con detenimiento los pasos que habremos de seguir y buscar soluciones más viables, por lo pronto.