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CENA DE NEGROS


Marco A. Vázquez

21/06/17

Un mundo nos vigila…

En 1998 apareció una cinta denominada Enemigo Público, más menos la película se trata de un asesinato del cual conoce una persona que es asediada por un grupo de espías del gobierno que pueden verlo, escucharlo y hasta sentir sus pasos a través de videovigilancia y más.
En esa cinta se habla de chips, ropa tejida con circuitos que permiten monitorear el calor y emitir señales a una computadora, el caso es que el protagonista no encuentra la forma de esconderse o no la tiene.
Varios años después, allá por el 2007, se publicó un reportaje sobre la presunta forma de monitorear los aeropuertos, novedosa porque se incluía una videovigilancia con aparatos capaces de detectar cualquier paquete que “fuera olvidado”, que permaneciera inmóvil unos minutos o que emitiera alertas a equipos sofisticados que monitoreaban gases o cambios de temperatura.
Para esos días las cámaras capaces de leer placas de autos a alta velocidad, detectar si tenían reportes de robo o multas, el nombre del propietario y otras cosas ya casi eran una vieja historia.
Tiempo después, por el 2012 más menos, una empresa dedicada a premiar anuncios publicitarios o spot impactantes exhibía un video donde personas entran a un cine, allá en China, se apagan las luces al tiempo que en la pantalla corre un auto a toda velocidad, después de unos segundos suenan los celulares de todos los presentes porque les ingresa un mensaje de texto cuya leyenda era, “si manejas no uses el celular porque pasa lo mismo que ocurre ahora en la pantalla” e inmediatamente el auto proyectado en el video simulaba chocar y dejar despedazados a los tripulantes.
La historia de ese spot es que al ingresar al cine unas barras, semejantes a los detectores de metales, podían descifrar los números de los visitantes y por eso era posible enviarles el mensaje de texto a todos ellos mediante un solo click.
Obvio, después de semejantes proezas de la informática muchas historias, rumores, inventos y algunas versiones con conocimiento de causa se expandieron por todo el mundo y en México, en Tamaulipas, no era la excepción, aquí se dijo que el gobierno espiaba a todos, amigos y enemigos del ejecutivo eran monitoreados para saber con quién se reunían, de que platicaban, si tenían fidelidad al jefe o, en caso contrario, cómo pensaban atacarlo.
Por aquellos días se dijo que hasta los celulares de la víctima eran utilizados de micrófonos para escuchar y grabar conversaciones a muy larga distancia del objetivo, que igual se podían usar para obtener fotografías, videos, otros números telefónicos, conversaciones de messenger, entre muchas cosas más.
Se afirmó que espiaban a periodistas, a líderes sociales y políticos, sobre todo a los enemigos, que nadie escapaba de ser vigilado para, en un momento dado, coartarle su libertad de expresión, exhibirlos, chantajearlos, para obligarlos a dejar de golpear políticamente al gobernador en turno o sus amigos.
Le insisto, por más versiones que aparecieron todos los días nunca existieron formas de comprobar dicho espionaje del que igual se quejaban partidos políticos que líderes de opinión.
Lo que no queda en el terreno de la especulación, es lo vulnerable que resultan los celulares, lo sencillo que es ingresar a los mismos, hasta el «feis» tiene un archivo nuestro desde que nos dimos de alta a la fecha, vaya, esa aplicación es capaz de mostrarle fotografías tomadas con su aparato y preguntarle si las quiere poner de perfil o enviarlas a alguien, darles un uso diferente a tenerlas almacenadas.
Todo esto viene a colación porque un periódico de Estados Unidos, el New York Times, público que el gobierno de Enrique Peña Nieto se dedica a espiar a periodistas, defensores de los derechos humanos, líderes políticos, empresarios y demás.
Según el periódico americano se usa un software israelí denominado Pegasus y que es capaz de meterse a un celular para husmear todo lo que en el exista, usarlo como micrófono y cámara, que basta con enviar un enlace a la persona que se quiere vigilar y que ésta le dé click para “gancharlo”.
La verdad es que nada parece novedoso, acá en Tamaulipas desde el gobierno de Yarrington conozco personajes que cambian su número o por lo menos de aparato celular cada dos o tres meses, a veces antes, según ellos, es una forma eficiente de evadir a los espías.
Ahora, ¿se vale que nos vigilen?, obvio es que no, en el mencionado caso el gobierno federal envió una carta al periódico de Estados Unidos exigiendo pruebas y argumentando que no hay nada de eso, que acá se respetan los derechos de las personas pero, ¿usted les cree?, no, yo tampoco.
Tenga la seguridad de que poco puede hacer para protegerse, que un mundo nos vigila, la recomendación es regresar a lo viejito, a la entrevista personal, a la información boca a boca, nomás con una recomendación, o mejor aún, siga su vida normal y a menos que usted tenga información estratégica de sus empresas, familia o mujeres u hombres en lo demás recuerde que quien nada debe nada teme.
En otras cosas… Derivado de las gestiones del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ante la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), los usuarios del Distrito de Riego 025 ubicados en el norte de la entidad, contarán con 150 millones de metros cúbicos de agua para la aplicación de un riego de auxilio para contar con un rendimiento aceptable de la producción correspondiente al presente año agrícola.
Mediante una carta abierta dirigida al Gobernador García Cabeza de Vaca publicada el martes, los representantes de nueve asociaciones de usuarios pertenecientes al Distrito de Riego 025, agradecieron la intervención del mandatario tamaulipeco ante el director de la CONAGUA para la asignación de un monto de agua adicional que permitirá concluir en mejores condiciones la temporada de siembra.

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