Marco A. Vázquez
16/06/17
Marranos pero no trompudos…
Poco para las matemáticas y para contar el dinero, no tengo la menor idea de cuánto signifiquen cuatro billones 888,892.5 millones de pesos que es el presupuesto del gobierno federal para este año.
Lo que sí sospecho es que parte de ese dinero sirve para que los presidentes de la República se puedan comprar casas de 10 millones de dólares, que a los secretarios de Estado les alcance para departamentos de 30 millones o más, también para enriquecer groseramente a políticos y empresarios cómplices de los mismos.
Igual conocemos que esa cantidad sirve para despertar al diablo que muchos políticos llevan dentro, para alimentarles la ambición de robarse el dinero que se podría ocupar en medicinas, infraestructura hospitalaria, mejorar escuelas, regalar útiles escolares, incluso para dar de comer a más de 11 millones de mexicanos que tienen hambre y no tienen dinero para alimentos.
Repito, ignoro hasta la forma correcta como se puede escribir el número que representa el Presupuesto de Egresos de la Federación para este 2017 pero lo que no puede pasar desapercibido es el daño que se causa cuando se desvía un solo peso que pudo servir para apoyar a una persona con hambre, cuando los políticos se roban el dinero que puede ser útil para mejorar el salario de maestros o los trabajadores de la salud y en lugar de ello sirve para comprar casas, aviones, o carros de lujo que ni siquiera pueden transitar en nuestras calles.
Viene el tema a colación porque ayer un alto jerarca de la Iglesia católica, el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, habló con los medios de comunicación sobre las características del próximo presidente de la República.
“Quiero que se siente en la silla presidencial uno que robe poco, que se preocupe por los pobres y no robe mucha lana”, y remató diciendo que de acuerdo a su experiencia todos los personajes que han estado en la presidencia, sin ninguna excepción, se han llevado dinero.
“Porque la experiencia desde que conozco políticos, desde Miguel Alemán para abajo, es que todos se clavan la lana. Poquito se perdona, pero que se roben mucho a costillas de la gente, no; que sean hocicones pero no trompudos”.
Ignoramos, en ese sentido, cuánto pueda ser “poquito” en relación a esos billones de pesos que se tienen de presupuesto para este año, quizá unos mil millones ni siquiera pinten del total, o unos 10 mil millones no se puedan sentir, lo que sí es un hecho es que con esas declaraciones el jerarca católico alimenta la conformidad de la gente con los políticos, la idea de que es bien visto que se roben el dinero del pueblo y hasta que quien lo haga en forma “mesurada” puede ser perdonado por Dios.
La verdad es que las palabras del obispo deben ser suficientes para llamarlo a cuentas, más que nada para que explique qué quiso decir ya que no se vale en este momento que se aliente la conformidad del pueblo y menos que se justifiquen y alienten las raterías de los políticos.
Hoy para que nos gobiernen debemos buscar a personas decentes, honestas y que puedan sacar adelante a la nación, que no roben porque eso siempre significa que le han de quitar la comida a los más pobres o los medicamentos a los enfermos, a quien no tiene otra forma de adquirir alimentación o medicinas más que a través del gobierno.
Dijo el obispo que a los políticos se les perdona que sean hocicones pero no trompudos, hasta en eso anda errado, el refranero popular nos dice que sean marranos pero no trompudos, viene el dicho de que los animales con esa característica dan poca carne para la barbacoa o los tamales, que no sueltan nada, y si, muchos de nuestros políticos caen perfectamente en esa descripción.
En otras cosas… con el propósito de diagnosticar, generar y evaluar políticas públicas encaminadas a mejorar la seguridad en el Estado este jueves fue instalado el Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana del Estado de Tamaulipas, en el que participarán especialistas del tema reconocidos por su trayectoria en la materia a nivel nacional.
El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, señaló que este Consejo será un espacio de deliberación permanente entre las autoridades de Tamaulipas y académicos, expertos y consultores en la materia de seguridad pública, procuración de justicia, derechos humanos, ciencias sociales y forenses.
En el organismo participarán Eduardo Guerrero Gutiérrez, especialista en el tema de seguridad, ex asesor de instancias como el CISEN, la presidencia de la República y de la Cámara de Diputados; Alejandro Hope, ex directivo de CISEN; Jaime López-Aranda, ex titular del Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y actualmente asesor del Comisionado General de la Policía Federal; María Elena Morera Mitre, pionera del activismo ciudadano por la seguridad pública en México e impulsora de las organizaciones México Unido contra la Delincuencia y Causa en Común; Dr. Tony Payan, escritor y profesor especialista en las relaciones México-Estados Unidos y temas fronterizos; Jorge Tello Peón, ex director del CISEN y subsecretario de Gobernación; Miguel Bernardo Treviño de Hoyos, ex jefe de la Oficina del Gobernador de Nuevo León y Guillermo Valdés Castellanos, ex director del CISEN y escritor.