Marco A. Vázquez
12/06/17
Si es un peligro…
Parafraseando al loquito de Vicente Fox, lo del sábado en el gimnasio de la UAT fue una reunión de alimañas, tepocatas y víboras prietas, por ahí se cruzaban muchos ratones y ratoncitos, por fortuna también hubo gente del pueblo, políticos decentes, hombres y mujeres que quieren que este país deje de pertenecer a unos cuantos, tenga otro rumbo y ven en Andrés Manuel López Obrador la posibilidad de que ello ocurra y que, además, no pueden vislumbrar en ningún otro u otra de los presidenciables.
Para desgracia de AMLO la primera fauna le robó el show, lo alejaron de los reflectores, le quitaron oportunidad de distribuir su discurso, de que su proyecto de nación se diera a conocer para el análisis del ciudadano, para sumar adeptos.
Las redes sociales y medios de comunicación ni siquiera escucharon o voltearon a ver a quien se suponía es la estrella principal, lejos de ello mejor se saturaron de imágenes de ex priístas, ex panistas, de hombres y mujeres de los que la sociedad huye y que de pronto los vuelve a topar otra vez con la posibilidad de arribar a los presupuestos para hacer lo mismo que hicieron siempre, saquear al país, robarle a los más pobres, desgraciar más a este Tamaulipas, para quitarnos la posibilidad de recuperar la paz, tranquilidad, el sueño de que no haya más violencia.
Este México necesita ser más inteligente y alejarse de las fobias de todo tipo, más de las partidistas, tenemos que entender que existen panistas, priístas, peredistas, hombres y mujeres de derecha, centro e izquierda que se levantan a las seis de la mañana a trabajar en la política, que a las 8 o 9 ya andan en sus empresas o puestos de trabajo e incluso combinando ambas cosas, que por la noche regresan a la grilla y lo hacen con la pura intención de que sea mejor nuestro entorno.
Para desgracia nuestra también existen los otros, los “políticos” que desde sus puestos de trabajo y a la sombra del poder crean sus empresas, que hacen negocio con la obra pública, se hacen proveedores de sus propias oficinas o con sus cómplices en otras, que colocan a sus amigos, parentela, novias y novios en la nómina para que no les cueste nada, que llegan a ser tan rateros que cometen el cinismo de asignarle choferes, carros y vigilancia a sus hijos y esposas todo a cargo del erario.
Mire, este país se derrumba porque, para desgracia nuestra, en el pasado muchas veces han ganado los que se disfrazan de políticos pero que no pasan de ser viles rateros, bandidos que se alían con presuntos empresarios para que les financien campañas a cambio de beneficiarlos con presupuesto público, que no tienen empacho en juntarse con delincuentes a los que les piden dinero y luego les pagan dejando en sus manos dependencias, sobre todo las que tenían que ver con seguridad, alcoholes, supervisores y sí, la obra pública y hasta la compra de despensas, útiles escolares.
Son hombres y mujeres que ganan alcaldías, que son diputados, que ocupan puestos de elección popular y obtuvieron triunfos pensando que lo importante era ganar no el cómo, personajes que conquistaron puestos al costo de lo que sea a sabiendas de que quien pagaría, al final, sería el pueblo.
No, no es gratis que tanta delincuencia exista en este país, tampoco es de mala suerte que nos hayan saqueado ni que condenaran a los pobres a ser más pobres sin importar que los suyos se morían de hambre o por enfermedades que se curan con buenos alimentos, todo eso lo padecemos porque precisamente elegimos a malos políticos para gobernarnos, la alerta es que muchos de ellos quieren regresar y ahí los vimos con AMLO, pero también andan en el PRI, en el PAN y hasta disfrazados de independientes.
Entonces, vamos a regresar a lo de Andrés Manuel, a que tenemos que obligarle a deshacerse de los malos políticos, a no intentar ganar aliándose con enemigos del pueblo y al costo de lo que sea, tenemos que demostrar que quien tiene el poder es el ciudadano con credencial de elector.
Cosa aparte fue ver en ese evento a hombres y mujeres de diferentes ideologías, de políticos que tienen una historia que presumir, que no tienen más fama que de decentes, de buscar el bien común, le podría mencionar, o a muchos, pero quizá olvidemos a otros así que mejor así le dejamos.
Y, le insisto, presidenciable por presidenciable no hay otra opción (iba a decir mejor pero se la catafixio y le ponemos su real concepto, menos peor) que la de Andrés Manuel, pero con todo y eso debemos ser sinceros, confesar que la reunión del sábado pasado en Ciudad Victoria para su firma de unidad que hizo con priístas, panistas y de otros partidos dio miedo, causó terror, provocó que otra vez el ciudadano se diera la oportunidad de pensar que, efectivamente, AMLO, o mejor dicho el futuro equipo de conformarse con todo el mugrero que está recogiendo, si son un peligro para Tamaulipas y para México.