H.MATAMOROS, TAMPS., 26 de Diciembre de 2024
Marco A. Vázquez
5/04/17
Escépticos…
Se instaló en México el Sistema Nacional Anticorrupción, nació sin fiscal, sin un magistrado para el tema y, lo más triste del asunto, sin el menor grado de confianza en el mismo.
De acuerdo a lo que se escribe en las redes sociales y en los portales de noticias, para la mitad de los mexicanos dicho Sistema Nacional Anticorrupción “es una jalada” y para la otra un ente inútil que solo servirá para gastar más, para que el gobierno, partidos y amigos que les acompañan puedan seguir viviendo a costa del presupuesto, con nuevos cargos para ellos o familiares.
Lo salvable de esto es que se trata solo de percepción, que no necesariamente tiene que ser así, más aún, los miembros de dicho sistema todavía tendrán una oportunidad para obtener la credibilidad que esta clase de entes públicos requiere, para ganarse un puesto importante en la historia de este país que se cae a pedazos, precisamente, por ser víctima de tanto robo de políticos chafas, sin compromiso, sin sensibilidad.
Aquí en Tamaulipas nacerá, también, un Sistema Estatal Anticorrupción que presenta avances según quienes lo presentaron en su momento, contiene reformas a las leyes que incluyen la obligación de presentar las declaraciones patrimoniales, fiscales y de conflicto de intereses por parte de los funcionarios de gobierno con el deber de hacerlas públicas, también se aplicará la extinción de dominio contra los políticos ladrones lo que significa que podrán quitarles todos los bienes y dinero que se les localice a ellos o a quienes sean prestanombres o cómplices, pero además se establece que cualquiera que ocupe un puesto donde haya presupuesto o recursos de cualquier índole podrá ser auditado en su función hasta siete años después de haberse ido, es decir, posterior a que su jefe o quien lo contrate haya dejado el cargo, eso es solo para citar ejemplos concretos del avance.
Obvio es que la credibilidad de dicho Sistema Estatal Anticorrupción tampoco será buena en su nacimiento, que se la tendrán que ir ganando con acciones concretas, con actos que muestren con precisión que no solo están combatiendo las malas prácticas administrativas sino previniendo, actuando a tiempo para evitar en lo posible el saqueo y que se castigue el que hasta ahora haya ocurrido.
Le decía, a nivel nacional dicho sistema nació manco, sin un fiscal que aporte pruebas contra los ladrones, sin un magistrado o miembro del tribunal que se especialice y vaya a sancionarlos, mientras aquí en Tamaulipas la iniciativa se aprobó en las comisiones del Congreso, está en su análisis.
Esperemos, por el bien de todos, que a los legisladores locales se les haya quitado la flojera, haya recuperado el compromiso y se metan a estudiar la iniciativa a fondo, que mejoren todo lo que sea posible, que respalden las medidas que son positivas como las mencionadas arriba, que eliminen lo que pueda significar una traba en la persecución de esta clase de delitos.
Tenemos que entender, sin embargo, que la corrupción no se acabará con leyes sino impidiendo que queden en la impunidad sus manifestaciones, todavía más, la mejor forma de eliminarla es trabajar en la casa, en ir creando una nueva cultura, o mejor dicho, en regresar a aquellos tiempos en que nuestros padres nos impedían llegar con algo que no pudiéramos ganarnos trabajando honradamente.
Acertó, también, otra vez, reiteradamente, con los pleonasmos que sean necesarios, vamos insistir en la cantaleta de siempre, ya debemos participar en la política, en buscar a los mejores para que sean los regidores, síndicos, alcaldes, diputados, senadores, gobernadores, el presidente de la República.
Por eso es que la propuesta va en el sentido de que el Sistema Nacional Anticorrupción, dicho Sistema Estatal Anticorrupción, quizá ya deberían contener como sus primeros artículos o acciones a realizar las enmiendas a los Códigos Electorales para hacer obligatoria la presentación de declaraciones patrimoniales, fiscales, de conflicto de intereses de todos los que aspiren a un cargo público o un puesto de elección popular, igual debe contener la obligación de que cada uno de ellos se someta a exámenes de control y confianza, de antidoping, psicológicos, de salud incluso. Solo eso nos daría un mínimo de garantías de que seríamos gobernados por personas sanas, sin dependencia a la droga y a quienes las distribuyen, que no son propensos al robo, que están saludables y que actuarán con honestidad, que quizá se equivoquen pero por lo menos nos dejaría el sabor de boca que no lo hacen perversamente o con la intención de robar.
Le aseguro que no hay otro camino, podrán existir todas las leyes anticorrupción posibles pero ni un solo avance lograremos si en casa no cambiamos, si no logramos el control de los niños y jóvenes, si no logramos tener representantes populares honestos, decentes.
Le insisto, seguiremos en esos problemas de corrupción mientras no se encuentren las garantías mínimas de que seremos gobernados por personas que llegan a los puestos con el objetivo de cumplir y no de engrosar sus carteras y su lista de bienes.
Hoy estamos escépticos, incrédulos, con poca confianza, ojalá, y para ello hacemos votos, las cosas cambien pronto, que nos sorprendan para bien los sistemas anticorrupción que se están creando y si, también que vayamos entendiendo que en la política podemos dar un gran salto en materia de combate a la corrupción si empezamos por poner filtros en el acceso al poder.
En otras cosas… El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca presidió la última reunión con funcionarios de Turismo, Salud, Seguridad Pública y Protección Civil de los tres órdenes de gobierno, previo a la instrumentación del operativo de Semana Mayor 2017, que inicia el domingo en los 151 sitios turísticos del Estado, incluidas las seis playas que las diversas regiones de la entidad ofrecen a los cientos de miles de paseantes que arriban en este periodo vacacional.
La Policía Federal (PF), que refuerza su presencia en carreteras desde el sábado 9 de abril, pondrá a disposición a los ciudadanos que transitan por carretera el PF-Móvil, con botón de pánico, que al oprimirlo comunica a la oficina del comisionado y se enlaza la llamada al agente policiaco más cercano.
